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MALDITO AMOR

MALDITO AMOR

Status: En proceso
Genre:Completas / Amor prohibido / Incesto / Diferencia de edad / Pacto con el demonio
Popularitas:3.1k
Nilai: 5
nombre de autor: Guadalupe Nieves

¿EL PECADO ES EL ÚNICO CAMINO? UN AMOR PROHIBIDO NACIDO DE UNA MALDICIÓN...

Aiden, un hombre al borde de los cuarenta, huye con su sobrina y se convierte en el "conserje" de la mafia, limpiando escenas del crimen. Ambos esconden un oscuro secreto: son Shadowborn, seres mitad vivos y mitad muertos, destinados a procrear con sus propios sobrinos-tíos y así perpetuar una ancestral maldición. Aiden lucha contra el amor prohibido que su sobrina, de manera enfermiza, le profesa. Sin embargo, una amenaza los arrastra al "otro lado," un lugar donde un macabro juego podría otorgarles la libertad, pero a un precio que desafiará todos sus límites. ¿Será capaz Aiden acabar con la maldición? ¿Podrá liberar a su sobrina de aquel amor maldito entre ambos? ¿O vagarán en la oscuridad por toda la eternidad?

NovelToon tiene autorización de Guadalupe Nieves para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPÍTULO 14

Los siguientes tres días para Rosalyn fueron una tortura, aunque se suponía estaba a salvo, las luces de su habitación, la pintura blanca y el olor a antiséptico hacía que por momentos sus recuerdos le jugaran en contra y tuviera crisis de ansiedad fuertes.

Su corazón se alegró tanto cuando escuchó que ya tenía luz verde para salir del hospital, por lo que ese día sería recogida tanto por Solomon como por la madre de este. Su suegra, una mujer de cabellera igualmente rubia, pero con ojos violetas, estaba ayudándole a vestirse.

—¡Te ves tan hermosa, Rosa!—dijo la madre de Solomon.

Algo extraño le parecía como la señora Lizzy la trataba, así mismo, aunque su vestido blanco era muy cómodo, quería dejarse el cabello suelto por el dolor de cabeza que tenía. Pero su suegra no le había dejado, recogiéndolo en una trenza alta y bastante ajustada.

—¡Eres toda un Valentine!—respondió emocionada—¡Digna esposa del futuro heredero!

Con una sonrisa dulce, la señora Lizzy, quien también estaba vestida y peinada como ella, comenzó a guardar sus cosas en una pequeña maleta. Por último, sacándolo de su maleta, colocó encima de ella un velo que cubría por completo su rostro. Similar al que usó en boda.

—La tela es semitransparente, te permitirá ver bien—susurró mientras acomodaba su velo—solo para cuestiones médicas o dentro de casa puedes quitártelo, ¿de acuerdo?

—Sí, señora—respondió un poco incómoda.

—Eres la esposa legal del heredero de la familia, por tradición, tanto tú como yo debemos ir con velo—susurró acariciando su mejilla—solo puedes mostrar tu rostro a tu esposo y a las personas que te digamos, ¿entendido?

—Sí, señora—repitió—entiendo muy bien.

Una vez se aseguró que su atuendo fuera impecable y de que sus sandalias estuvieran bien amarradas, la señora Lizzy procedió a colocarse su velo. Fue en ese momento en que Solomon la había llamado parra informarles que por favor bajara, por lo que con cuidado se dejó llevar por su suegra.

Su suegra caminaba con una naturalidad casi incómoda para ella, por lo que estaba convencida de que realmente para su familia, el uso del velo era lo correcto. A la madre de Solomon ni siquiera le importaba lo que los empleados de la clínica de su esposo vieran o pensarán, lo importante era seguir con las costumbres y tradiciones familiares.

Una vez el ascensor llegó al sótano del hospital, ambas salieron directo al carro de su esposo, el cual creía ella era diferente con el que habían salido de aquel infierno. No sabía si era por lo mal que estaba, que no lo reconocía, pero el coche que ahora estaba en frente de ella parecía más lujoso y de otro modelo.

—¡Madre!—la saludó con una abrazo.

Algo extraño fue que, apenas se acercó a su suegra, este le besara los nudillos de las manos, dos veces seguidos. Luego, tras colocar la maleta en el maletero, fue directo hasta ella y con un abrazo la saludó.

—Volvamos a nuestro hogar, mi amor—dijo besando su frente—el lugar donde te corresponde estar.

Bajando un poco la cabeza, agradeciendo que con el velo no podían ver lo incomoda que estaba, vio como este abría las puertas de su auto, las cuales se deslizaron hacia arriba. Sorprendida, se dejó llevar por este, quien la ayudó a sentarse en la parte de atrás, mientras su suegra estaba sentada en el asiento del copiloto.

A lo lejos, oculta en un rincón apartado y salvaguardada por una columna gruesa, Glorym, quien seguía vestida con su peluca y su buzo, ocultando su rostro con unas gafas ocultas, estaba tomando un video de lo que estaba ocurriendo. Así mismo, de la extraña actitud de Solomon al ver a todos lados antes de subirse a su coche.

—¿La llevará a la granja?—preguntó Glorym.

Hasta donde tenía entendido, Solomon y sus concubinas vivían en una grande y lujosa granja, en una zona apartada del casco urbano del pueblo. Se podría decir que era lo último que había en el pueblo antes de salir de sus límites.

Sin embargo, si quería investigar más, y para eso debía infiltrarse allí adentro, debía saber si primero los padres de Solomon estarían con él. Según recordaba, estos vivían en una mansión por aparte, pero, siendo que la historia había cambiado, no le sorprendería si estos cambiaban de domicilio.

—Iré a la mansión del patriarca—susurró caminando hasta su auto alquilado.

Antes de arrancar, le envío un mensaje a Aiden informándole sobre su situación, así mismo, enviando el video que había tomado. Asegurándose de que el auto de Solomon se había ido, esperó varios minutos de seguridad para poder salir sin levantar sospechas con respecto a los guardias que vigilaban el parqueadero en el sótano.

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Le tomó una hora llegar hasta la zona trasera de la mansión de Nathan Valentine, patriarca de la familia y líder de la secta. Bajó la sombra de un frondoso árbol y con ayuda de unos binoculares, haría guardia por unos días, observando la entrada principal y trasera de la casa, asegurándose de la presencia de los padres de Solomon.

Si quería que todo resultara a la perfección, de acuerdo al plan que había diseñado con Aiden, debía saber qué tan cerca estaban estos de los territorios de Solomon. Infiltrarse no sería fácil, en especial teniendo en cuenta que ellos tenían registros de todos los que tenían sangre Valentine en sus venas, por lo que más que tuviera peluca, sabrían quién era ella.

—Quién diría que volvería con esos malditos—susurró encendiendo el aire acondicionado—¿cuándo morirán todos?

Habían pasado seis horas y nada que tenía señales de la llegada de ellos, hasta que, cuando llegó la noche, pudo ver que el señor Nathan había llegado. No obstante, no había durado mucho, ya que salió de su coche blindado a recibir unos documentos de su mayordomo, mientras varias criadas colocaban maletas dentro del baúl.

—Esto va a ser un problema—susurró.

Todo aquello lo estaba grabando para enviárselo a Aiden, pero estaba segura de que, al igual que ella, él le diría que lo más probable era que ambos padres se irían a quedar unos días con su hijo. Suspirando con pesadez, arrancó el carro y se dispuso a seguir a lo lejos al señor Nathan.

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Martha Pérez
si me gustó pero no entiendo porque no terminan de escribir todo, no pueden dejar así el libro a medias ya que van muchas historias a la mitad
Snowykitty: Gracias a tu apoyo! Si, ya estoy empezando a liberar los capítulos. En cualquier momento te aparecen muchas gracias por todo tu apoyo!
total 1 replies
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