MALDITO AMOR

MALDITO AMOR

CAPÍTULO 1

UN AMOR PROHIBIDO, NACIDO DE UNA MALDICIÓN...

Por siglos, los seres humanos alrededor del mundo han desarrollado distintas creencias que tratan de explicar lo que muchos creen hay después de la vida: el cielo o el infierno. Sin embargo, la naturaleza humana...cuando de egoísmo se trata, es capaz de crear versiones del propio infierno que superan a cualquier ficción.

Aquello lo comprendían aquel grupo de personas, heridas, golpeadas y con lágrimas agrias, recorrer sin cesar, sin ningún tipo de tregua. Sus almas, martirizadas en un eterno ciclo sin fin, perseguían en vano una esperanza que desde el inicio jamás había existido.

—¡Qué pare!—gritó un anciano—¡Qué pare!

Su nieta, una adolescente de trece años, se acercó al tronco donde estaban alrededor de una fogata, intentando calmarlo. Sin embargo, los gritos de las demás personas, siendo asesinadas, se escuchaban por lo alto, fuera de la barrera que cubría el único lugar "seguro" que allí había.

—Hay una forma...—susurró otro hombre—una forma que no hemos intentado.

Todos, incluso el anciano, observaron al hombre levantarse. Su mirada, sombría, que observaba con cansancio la fogata, ahora estaba enfocada a la luna sangrienta que había en el oscuro firmamento.

—¿De qué hablas?—preguntó una mujer a su lado—¿Qué otra forma no hemos intentado? ¡No juegues con nosotros, Aiden!

—Burlar al sistema—dijo el hombre—cambiar un fragmento de la historia, capaz de poder acabar el juego.

—¿Hablas de tu sobrina?—preguntó el anciano—¿No?

—Si logro matar el amor que ella me tiene—explicó ahora observándolos a todos—y con el potencial que ella tiene...tal vez... el juego acabe y la maldición termine.

Las siete personas a su alrededor, incluyendo el anciano, que habían intentado miles de formar de salir de aquel infierno, asintieron ante tal idea. No tenían nada más que perder, ya no tenían esperanza alguna, por lo que daba igual si aquello funcionaba.

Así, levantándose, colocaron sus manos alrededor de Aiden, quien empezó a sentir como la energía de color azul de estos emergía y entraba en él, provocando que poco a poco sus cuerpos físicos comenzaran a desaparecer.

—Comencemos...—susurró cerrando sus ojos—una nueva partida...

Concentrándose en el único recuerdo agradable que tenía, entre comillas, intentó centrarse en algún punto en donde emergería, mientras su cuerpo estaba por explotar. Así, antes de que todo quedara en silencio, el rostro de su sobrina durmiendo, fue lo último pensó.

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1 AÑO ANTES...

Solo Dios sabe, al igual que todos los santos en el cielo, lo mucho que deseó a su sobrina, así como lo mucho que hizo para alejarse de ella. Aunque solo fuera el medio hermano ilegítimo de su padre, seguía siendo su hermano, por consiguiente una relación entre ambos estaba más que prohibida.

Sin embargo, justo en su cumpleaños número 18, queriendo él celebrarlo en honor a sus padres fallecidos, el destino le había jugado una mala pasada: no sabía como, pero había caído tan borracho que, en aquella noche especial, terminaría por desvirgar a su sobrina.

Tenía vagos fragmentos de lo que había ocurrido en su alcoba, la única del apartamento que tenía una cama matrimonial y la cual ahora tenía la dulce fragancia de rosas de su sobrina Rosemary. Hasta la ropa yacía desparramada en todo el piso, desgarrada con un salvajismo de ambas partes.

—¡Dios santo!—expresó levantándose—de todos los momentos posibles... ¿Por qué tuve que volver a este?

Con un fuerte dolor de cabeza, tambaleándose, se colocó su bóxer y con cuidado llegó hasta el baño, donde se lavó su rostro con el agua completamente fría. Aquella sensación contrastaba con el calor que aún sentía de aquel infierno, algo que su alma agradecía.

Con cuidado de no despertar a su sobrina, caminó hasta su closet y sacó una pijama ligera, la cual se pondría en su despacho. Respirando profundo, se golpeó contra una pared antes de abrir la puerta y salir al pasillo.

Siendo aún casi de madrugada, caminó por el largo pasillo hasta llegar a la pequeña habitación que usaba como oficina. Una vez dentro, colocó seguro y se sentó de inmediato, dejando a un lado su pijama. Se sentía tan mareado que solo quería quedarse quieto un segundo.

Un leve bip hizo que su atención se centrara en un reloj digital ubicado frente a él, corroborando no solo que aún eran las cinco de la mañana, sino también la fecha en la que estaba.

—Entonces... ¿Volví un año?—cuestionó confundido—y si desperté a su lado, entonces estoy solo a dos meses antes de la noticia de su embarazo.

Cerrando sus ojos un momento, no pudo evitar pensar en las personas que habían logrado que él llegara hasta allí. No tenía tiempo que perder, debía actuar en cuánto antes. Si quería evitar el infierno que se acercaba, debía matar el amor enfermizo que su sobrina le tenía.

Tomando una laptop que tenía en su escritorio, la encendió para así navegar en el buscador y poder pedir un domicilio en la página de una farmacia. Una vez se cercioró que la compra estuviera lista y que su pedido se asignara a un repartidor, suspiró con tranquilidad.

Recostándose en contra del espaldar de su silla, bajo la luz de la luna que aún se filtraba por la ventana, observó una vieja fotografía que hizo que su corazón brincara de la nostalgia y el dolor.

Había olvidado cómo era el rostro del único familiar que había querido en su pasado y que se le fue cruelmente arrebatado. Memorias comenzaron a bombardear su frágil mente, colocando a prueba la poca cordura que tenía.

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INICIO FLASHBACK - 18 AÑOS ANTES...

En un pueblo, a dos días de distancia de la ciudad de London, residía una antigua familia aristocrática, que había caído en la deshonra y su título nobiliario terminaría por ser arrebatado hacía más de doscientos años. Al principio, hasta el propio rey, en su momento, pensó que aquello sería la perdición a causa de los vicios del jefe de la familia.

Sin embargo, con el pasar de los años, la familia se mantuvo con la misma riqueza e incluso la había multiplicado, aun si el mal que había carcomido al responsable de su debacle, se heredara en cada generación. Aunque no tenían más un lugar en la nobleza, tenían un puesto importante en la sociedad debido al poder y dinero que habían cosechado.

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