si soy yo de nuevo haciendo todo lo que mi familia o mejor dicho mi hermana menor quiere que haga.
mi nombre es Elizabeth Jackson oconor, tengo 26 años, estaba comprometida con un hombre que nisiquiera conocía pero mi tragedia no comienza allí, todo va muy mal cuando mi hermana menor crece y empieza a querer todo lo qué es mio y no entiendo que, si nisiquiera tengo nada ya que mis padres la quieren más a ella por su culpa termino muriendo traicionanda por mi única hermana y esposo llena de deseos de venganza pero algún Dios me vio tan desesperada que decidió darme una segunda oportunidad para acabar con las personas que me hicieron daño hasta la muerte y está vez no desaprovechare esta oportunidad.
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●Carmina: amor, no creo que debamos escuchar a este hombre que viene a mi casa a hacer este tipo de escándalos. Mira cómo ha puesto en contra a dos hermanas. No estoy de acuerdo con continuar esta conversación. Veo a mi pobre hija llorando; intento consolarla, pero ella corre a su habitación. Trato de ir tras ella, pero mi marido me lo impide. Lo miro, confundida.
● Pedro: cariño, escuchemos lo que tiene que decir este hombre. Le susurro al oído a Carmina y le digo: cariño, observa bien quién es él; es el heredero de los Salvatierra. No importa con cuál de nuestras hijas se case, pero debe estar en esta familia, así nos podrá ayudar económicamente.
● Carmina: solo escucho lo que dice mi marido. Siempre supe que era un hombre avaricioso, pero no pensé que le importara tan poco que su querida hija se sienta mal por esta situación. Pase lo que pase, no permitiré que esa mujer se quede con el hombre que le gusta a mi hija. ¿Qué tiene que decir, señor? Hable de una vez. Les aclaro que no estoy de acuerdo con esta locura y, por favor, nena, tú siempre has sido una niña de bien. ¿Cómo puedes hacerle eso a tu hermanita? No te dejes manipular por este hombre, escucha a tu madre el no te conviene.
● Máximo: señora, creo que no fui lo suficientemente claro. Aurora es el nombre de su otra hija, ¿verdad? Pues yo nunca me he encontrado con ella, es mi primera vez. Así que le pido que utilice un lenguaje menos grosero. Además, estoy aquí porque quiero casarme con Elizabeth, y aunque usted no esté de acuerdo, lo haré. Solo vine por ella y quise ser respetuoso, ya que son su familia, pero si no aceptan esta unión, será peor para ustedes porque con solo chasquear mis dedos puedo arruinar su estúpida empresa.
● Elizabeth: padres, lo siento, pero lo amo y me voy a casar con él, pase lo que pase. Madre, no entiendo su insistencia en querer separarme del hombre que amo solo porque a mi hermana también le gusta. Una madre debe apoyar a su hijo, y apoyar a quién tenga la razón, pero ¿qué más puedo esperar si usted siempre ha querido más a mi hermana y no intente negarlo? No entiendo por qué, si ambas somos sus hijas. Por dentro me río a carcajadas solo de ver la cara que tiene la perra de Carmina. Créeme, esto es solo una pequeña parte de lo que tengo planeado para ustedes.
●Carmina: ¿cómo puedes hablarme así, estúpida niña? Tienes razón, siempre he preferido a tu hermana porque es más competente que tú. Me levanto y me dirijo hacia esa maldita niña, estoy a punto de darle una bofetada, pero este hombre atrevido se interpone y me sujeta fuertemente la mano. Así que le digo: 'Maldito, suéltame, que le daré su merecido a esta estúpida y así aprenderá a respetar a su madre'.
●Máximo: ella no tiene por qué respetarla, una buena madre no actúa así. Si usted se atreve a ponerle una mano a Elizabeth otra vez, no respondo de lo que pueda hacerle. Me escucho, le suelto la mano y ella cae sentada en el mueble, mirándome con ganas de matarme. Yo retrocedo y tomo la mano de Elizabeth, que, por cierto, en lugar de mostrar una expresión de tristeza, se ve extrañamente feliz. Nunca logro comprender qué es lo que pasa por su cabeza.
●Pedro: basta, Carmina. Si no puedes mantener una conversación tranquila, te sugiero que te vayas. Ahora, joven, que estamos todos calmados, dígame qué intenciones tiene con mi querida hija Elizabeth. Ya entendí que usted nunca ha tenido nada con Aurora, pero quiero que me cuente cómo se conocieron y qué ofrecerá a cambio de poder casarse con mi adorada hija.
● Elizabeth:padre,que le pasa ¿Por qué tiene que pedir algo por la felicidad de su hija? Máximo, no tienes que dar nada, yo me casaré contigo de cualquier manera. Tomo su mano. Este maldito padre que me tocó nunca cambiará; siempre quiere sacar algo a costa de mí, pero no lo permitiré.
● Máximo: JAJAAJA, esta familia no deja de sorprenderme. No te preocupes, cariño; dar cualquier cosa a cambio de nuestra felicidad no tiene precio para mí, solo quiero que estemos juntos de aquí en adelante. Bueno, señor Pedro, si le parece, puede ir a mi oficina mañana y seguiremos hablando de este tema. Ahora tengo que irme, tengo una reunión muy importante. Cariño, vamos, que se nos hace tarde.
●Elizabeth: está bien, déjame buscar mi bolso y ya salgo. Prometo no tardarme. Me acerco a él y le doy un beso como si realmente estuvieran en una relación. Él me mira y sonríe de manera juguetona, mientras pasa su mano por mi cintura.
●Carmina: un momento, señorita ya se que tu padre está acuerdo con esta estupidez, Creo que no tengo que decir lo que pienso, pero tú no sales de esta casa si no estás casada. Tu futuro esposo puede venir a visitarte las veces que quiera, pero no te mudas con él, ¿está claro? Si esa maldita mocosa cree que ha ganado, se equivoca; de mi parte no permitiré que sea más feliz que mi querida Aurora. Ella nació para ser siempre la más hermosa y feliz.
● Pedro: basta, Carmina, tú y yo tenemos que hablar. Ya escuchaste a los muchachos, se van a casar. Mañana terminaré esta conversación con el joven Máximo, y ¿no escuchaste que tienen una reunión importante? Hija, puedes acompañar a tu futuro esposo, pero regresa temprano. Tu madre tiene razón en algo: no puedes irte a vivir con él aún, ¿ok? Esta niña me está sirviendo más de lo que esperaba.
●Elizabeth: malditos fastidiosos, les ofrezco una sonrisa amable y les digo: está bien, padre, perdóname por este mal rato que te hice pasar. Prometo llegar temprano y así podré hablar con mi hermana sobre esto. Los quiero mucho. Salimos de ese lugar, subimos a su auto y nos vamos. La verdad, no sé ni a dónde vamos.
●Máximo: por Dios, sabes que eres tan buena actriz que casi me creo eso de que estamos saliendo 'cariño'. ¡JAJAJA! Ahora sí quiero que me pongas al tanto de toda esta historia. Ya le pedí que investigaran a mi tío, veremos cómo va todo y quiero saber si tienes más información útil para mí. Sabes que esto es un ganar-ganar, ¿verdad?