Venganza & Destino

Larisha lucía un vestido rojo con el cabello suelto y liso que realzaba su belleza. Mientras se encontraba en su habitación, el Sr. Lan estaba bebiendo, recordando la muerte de Dev y lamentándose por ello.

"¿Fuiste al bar porque te pedi comprometerte con otra chica, Dev?" Gritó el Sr. Lan, aún sosteniendo una botella de alcohol.

Una vez que Larisha se hubo vestido, y ya eran las 21:00 horas, según las normas de la mansión, los sirvientes y guardaespaldas habían dejado de trabajar y estaban descansando en sus habitaciones, solo para volver a estar activos por la mañana, a excepción de los guardias que custodiaban la entrada.

Larisha recibió instrucciones de encontrarse de inmediato con el Sr. Lan en su habitación en la mansión de dos pisos. Con dudas, Larisha tocó a la puerta de la habitación del Sr. Lan para hablar sobre sus tareas en la mansión.

Toc, toc, toc.

Sin embargo, no recibió respuesta. Por curiosidad, Larisha abrió la puerta y se encontró con el Sr. Lan en el suelo, sosteniendo una botella de bebida en la mano.

"Dios mío, señor, ¿estás bien?" preguntó Larisha mientras intentaba ajustar la posición del Sr. Lan para que pudiera sentarse y apoyarse contra la pared. Con dificultad, Larisha levantó el cuerpo del Sr. Lan y lo ayudó a sentarse y recostarse contra la pared. Luego, tomó la botella de las manos del Sr. Lan y la colocó en una pequeña mesa cercana.

"Señor, ¡despierte, por favor! Espera, voy a traer agua para ti", dijo Larisha. Se levantó para buscar agua para el Sr. Lan, pero este tiró de su mano, haciendo que cayera en sus brazos, sentándose ambos en el suelo con el Sr. Lan abrazando a Larisha por detrás.

"Señor, descanse, está muy ebrio", expresó Larisha. Sin previo aviso, la mano del Sr. Lan agarró el rostro de Larisha y de repente la besó con fuerza. "¡Mmmph, mmmh, qué hace!" exclamó Larisha.

Ella empujó con todas sus fuerzas al Sr. Lan para liberarse de su agarre y logró escapar de él. El Sr. Lan, afectado por el alcohol y su deseo durante mucho tiempo, se levantó de inmediato e intentó perseguir a Larisha.

"¡Está borracho, señor!" exclamó Larisha, atemorizada por la mirada del Sr. Lan.

Esta vez, a pesar de que el Sr. Lan no la soltaba, Larisha abrió rápidamente la puerta de la habitación y comenzó a bajar las escaleras uno por uno, seguida por el Sr. Lan, quien la perseguía a pesar de su sorpresa.

"Larisha, maldita seas, chica. Te torturaré y haré gritar esta noche", dijo el Sr. Lan mientras seguía caminando buscando a Larisha.

Larisha estaba muy asustada por la situación actual con el Sr. Lan, que estaba ebrio y parecía querer hacerle daño esa noche.

A pesar de no querer perder su dignidad, especialmente considerando la situación del Sr. Lan, quien estaba borracho, Larisha decidió escapar y buscar refugio en la mansión.

"Larisha, ¿dónde estás? ¡Te buscaré!" gritaba el Sr. Lan.

"El Sr. Lan definitivamente no me entrará en la cocina", murmuró Larisha.

Larisha corrió hacia la cocina y se ocultó debajo de la mesa del comedor. A pesar de los esfuerzos del Sr. Lan por encontrarla, ella se mantuvo firme en su escondite en esta lujosa mansión.

"Larisha, ¡sal de una vez! ¡Tu maldito cuerpo no se escapará, te lastimaré!" vociferaba el Sr. Lan.

"Sus gritos se acercan más y más. ¡No quiero ceder mi dignidad a un hombre ebrio de esta manera! No estoy preparada", pensó Larisha para sí misma.

Los pasos de Sr. Lan resonaban cada vez más cerca, llenando a Larisha, escondida bajo la fría mesa, de temor. Sus sospechas se confirmaron cuando vio los pies de Sr. Lan cerca de la mesa, decidiendo entonces mantenerse en silencio para no ser descubierta.

"¡Aquí estás, Larisha!" exclamó Lan, al haber encontrado a Larisha. Ella salió inmediatamente de su escondite, pero el Sr. Lan logró agarrar una de sus piernas, haciéndola caer al suelo, reteniéndola con fuerza.

"¡Por favor, suélteme, me está asustando! ¡No haga esto, no estamos casados!" rogó Larisha.

"¿Casarnos? ¿Sabes qué, Larisha? Me casaría contigo solo para que tus vecinos y amigos no reporten tu desaparición a la policía", declaró el Sr. Lan con un tono severamente ebrio.

"¡Estás loco, completamente loco!" gritó Larisha.

"¿Estoy loco? Si tus vecinon no dirían nada a la policía, no será posible para mí casarme con una chica barata como tú. Solo necesito que des a luz a mis hijos, ¿entiendes?" preguntó el Sr. Lan.

"¡Vamos! ¡Déjame ir!" gritó Larisha.

El Sr. Lan luego agarró las piernas de Larisha y la atrajo hacia él.

"Señor, está borracho. No lo haga ahora, por favor, le suplico," dijo Larisha.

Aunque el Sr. Lan se sentía tentado por las curvas de Larisha, ignoró sus palabras y continuó tocándola, procesándola como si fuera harina.

Después de soltar a Larisha, el Sr. Lan la abrazó por detrás y giró su rostro hacia él para besarla.

Con cada vez más intensidad, el Sr. Lan se excitó más al tocar a Larisha. Se deleitó con sus labios, descendió hacia su cuello y con brutalidad agarró sus pechos.

"Larisha, maldita sea, chica. Te torturaré y te haré gritar esta noche," dijo el Sr. Lan mientras seguía buscando a Larisha.

"¡Ah, señor! ¡No, por favor!" Los labios de Larisha se resistían, pero su cuerpo experimentaba sensaciones de placer nunca antes sentidas.

"¡Maldita chica, ¿por qué tu cuerpo me provoca tanto? Responde, ¿por qué reacciono así?" preguntó suavemente el Sr. Lan mientras continuaba tocando sus pechos.

"¡Por favor, señor! ¡Déjeme ir, está borracho!" imploraba Larisha.