Katy West Miller es rechazada por toda su familia, siendo la mala de la historia, cuando su hermana y su familia esconden sus trapos sucios dentro del gran imperio West MIller, ¡Hasta que un hombre llega a su salvacion a recuperar todo lo que se le fue arrebatado!
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CAPITULO 15
Después de que papa se fue de mi habitación me permití regresar a mi lectura. El sol en definitiva no habia salido por lo que habia agradecido infinitamente a la naturaleza por que por hoy la luz solar no habia hecho aparicion porque siempre corría el riesgo de que los dolores regresaran; mucho mas con la platica entre mi padre y yo; que aun me mantenía algo desconcertada pero sabia que su presencia era mas por Marcus que por mi bienestar.
¿Pero saben algo? Me sentía muy bien porque habia puesto limites con el para que dejaran de meterse en mi vida. Por algo habia que empezar.
Pasaron rápidamente dos horas. Con mi libro, el cual era uno de mis favoritos, en mi regazo; lo cerré y lo deje a un lado y me levante porque mis piernas estaban un poco entumecidas pero no me di cuenta hasta que de verdad sentí el hormigueo. Cogí mi celular revisando que Marcus al menos me informara si estaba en casa porque el al igual que yo estos días eran bastantes apretados, pero no habia nada sino hasta el ultimo mensaje sobre su salud.
No iba a presionar ni nada por el estilo porque yo no era así; al contrario. Marcus era un hombre que primero vería por prioridades ajenas que por si mismo, por lo que si le dolía algo lo dejaba pasar pero si era alguien importante pondría en prioridad a esa persona as que el, y lo sabia porque en estas semanas juntos me lo habia demostrado. El podía saltarse las comidas diciendo que estaba bien, pero yo siempre tenia que estar comida, mucho mas cuando estábamos juntos.
Ese era Marcus Lee como pareja.
Como no sabia aun que hacer ante el, en estos momentos, preferí rápidamente tomar una ducha. En una hora mas tenia que tomar mi medicamento y junto con el tomaría la cena que Anastasia me habia dicho que dejaba ya preparada para solo cantearla; por lo que tome mi ropa, toalla y mmi bocina especial para escuchar música y camine hasta mi baño. Justo en estos momentos necesitaba algo relajante y cálido para sentirme realmente como nueva.
El dormir por mas tiempo y no pensar en el trabajo me ayudo a despejar mucho mi dolor de cabeza, era justo lo que necesitaba y deseaba mas días como estos.
Abrí la llave mi ducha y como siempre coloque mi playlist y deje que el agua me fluyera por todo mi cuerpo mientras las voces de NCT DREAM me dejaban llevar.
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Coloque mis cremas sobre mi rosto. La rutina de rostro era importante para mi; mucho mas por que con cualquier disgusto, llanto mi rostro se hinchaba; por lo que los productos que estaba colocando eran perfectos para mantener mi rostro libre de hinchazón.
Con la toalla sobre mi cabeza y mi teléfono en mano salí del baño. Cerré la puerta del baño y camine, revisando mis notificaciones, pero fue cuando quite la vista de mi teléfono que salió un grito de mi garganta de la impresión que me lleve.
Una espalda ancha, que yo conocía muy bien estaba de espaldas mías, con un brazo sosteniendo la cortina mientras observaba hacia la ventana y no solo eso sino que aun tan noche portaba su traje de trabajo, en este caso con una camisa y pantalón negro me hizo saber que era Marcus.
Marcus Lee estaba en mi habitación… en mi refugio, ¿Pero como?
Camine y parecía no sentir que estaba espaladas suya porque no se movía. En mi mesa de trabajo habia una bolsa de café, que parecía de un restaurante, junto con su saco del mismo color de su pantalón. Yo estaba descalza por lo que mis pasos eran nulos al oído, hasta que me detuve unos cinco pasos a espaldas suyas.
—No voy a preguntar como entraste aquí, porque no sabría la respuesta— cruce mis brazos sobre mi pecho y por fin volteo hacia mi, soltando la cortina. Su característica sonrisa salió de su rostro y de inmediato llego hasta mi; rodeando mi cintura.
Sus brazos eran anchos lo suficiente para que pasara de lado que estaba abrazando a alguien como yo, por mi tamaño, pero estos me rodeaba con la fuerza suficiente para sentirme cálida. Su acción me tomo muy de sorpresa por que no habíamos hecho esto antes, pero su calor era tan delicioso, cómodo por lo que reaccione y lo rodee también; olvidando que tenia aun en mi cabeza la toalla que quitaba el exceso de agua de mi melena.
—Lo importante es que estoy aquí, ¿No? — Marcus solo se alejo un poco para bajar su rostro y observarme. Debería parecerle gracioso mi look nocturno. Mucho mas con una pijama blanca que me arrastraba del pantalón y una playera de botones que igual me quedaba enorme; a eso sumándole mi toalla. — ¿Ya te sientes mejor? Me preocupe mucho cuando no respondiste ninguno de mis mensajes ni llamadas.
Marcus era mucho mas alto que yo, por lo que estaba a la altura del inicio de su hombro, aun en su pecho por lo que cuando hablaba mi voz chocaba con este.
—Lo se y lo siento por no contestar antes. — ambos seguíamos abrazados sin movernos—el dolor me estaba matando y la verdad solo queria dormir.
—Esta bien— me separo de su pecho y dejo un beso en mi frente— pero, ¿De verdad ya estas mejor?
Asentí muy firme. De verdad que lo estaba, mucho mas ahora lo estaba con la ducha queme habia dado. —Pero en serio— levante mi rostro y lo vi observándome fijamente— ¿Cómo llegaste hasta aquí? Papaya esta en casa.
—No fue difícil Katy. Recuerda que llevo años conociendo a Oliver, ¿O es que has olvidado los cocteles que ha hecho en esta casa?
No los olvidaba. Papa habia hecho demasiados eventos en casa; muchos mas eran galas benéficas y pocas sobre la empresa. Pero lo recordaba porque odiaba cuando mama me obligaba a vestirme como ella queria y eso incluía mucho maquillaje en el rostro, lo cual odiaba por completo. Con eso vagamente recordaba en varias ocasiones la presencia de Oliver en estas, por el que el también conocía muy bien esta casa.
—Si papa te escuchara…— me separe de sus brazos y lo invite a sentarse en mi cama. Quite la toalla que tenia sobre mi melena, la extendí rápidamente en el baño y regrese a mi cuarto. Marcus estaba observando mi guarida desde su lugar por lo que fui a mi tocador, me senté en el y empecé a cepillarme el pelo.
Por el reflejo del espejo lo observa mientras cepillaba el lado derecho de mi cabello
—Oliver se dará una idea además, no le seria extraño que encuentre a la pareja de su hija— Marcus termino de recorrer mi cuarto con su mirada y ahora me veía cepillarme mi cabello.
—¿No seria eso extraño? — Marcus se levanto de la cama y se coloco detrás de mi: Yo sentada y el detrás de mi, con sus firmes manos sobre mis manos. Estiro una de sus manos sobre mi hombro. Entendí al instante que le pasara mi cepillo, lo cual acepte sin dudarlo y este tomo el delicado cepillo dorado que antes yo tenia, repitiendo mis acciones solo que mas delicado al pasar el mismo por las hebras mojadas— Con lo del reportaje y lo de hace un rato, creo que el verte aquí, en mi habitación, le daría un infarto.
—¿Vino a verte? — el espejo de mi tocador era lo suficiente alto para observarlo por el mismo. Detuvo solo por un momento, pero siguió con su trabajo.
—Si— en lo que Marcus terminaba de cepillar mi pelo húmedo, me coloque mi crema hidratante sobre mis manos y cuello. Este me observaba de ratos, esperando una respuesta. — Vino a ver como estaba. Elena le habia dicho que me habia ido de la oficina desde la mañana, por lo que hace un rato vino a verme, bueno a hablar conmigo.
Marcus aun no terminaba de cepillar mi cabello, pero no lo presione porque mientras lo hacia, sus dedos tocaban mi cabeza además de que su toque era delicado, estaba disfrutándolo mucho así que prisas no habia.
—¿Sobre que? — Marcus me volvió a ver mientras terminaba de colocar mi crema sobre mi cuello.
—Ósea, si me pregunto por como me sentía pero de inmediato cambio el tema, ¿Sabes? Me comento sobre el articulo, lo cual era obvio porque no habia hablado de eso con el.
—¿Y como viste que reacciono?
—La verdad creo que el esperaba que le dijera si a todo, ¿Sabes? — Marcus termino con un lado y siguió con el otro— Me pregunto sobre el porque tu cuando solo nos habia relacionado con lo laboral—Marcus me vio por el espejo y frunció su ceño, pero siguió con su tarea. — Le comente que lo nuestro habia sucedió de manera inesperada y que lo tenia que respetar.
Marcus negó con la cabeza, aun enfocado, pero seguí— también me dijo sobre mama y Kate, pero no lo deje decir mas, porque tiene que aceptar mis decisiones y que de verdad no estaba en contra de ellos, pero que lo tenían que aceptar.
Marcus acomodo mi pelo delicadamente sobre mis hombros y aun detrás de mi dejo el cepillo sobre mi tocador. Lo observaba a través del espejo; su rostro estaba neutro sin decir nada, pero su acción fue lo que me sorprendió y me hizo vibrar.
Sus brazos se pasaron sobre mis hombros, hasta que este me dejo encerrada. Sus brazos me daban un agarre suave y muy cálido, por lo que coloque mis manos sobre las suyas que estaban entrelazadas entre si.
No habia mas intensiones entre nosotros. Lo único que queríamos era disfrutar de nuestra unión.
—Es típico de Oliver— fruncí el ceño, pero lo deje seguir mientras acariciaba sus manos con las mías. — El busca que todo salgo exactamente como el lo planea en los negocios, per no pensé que en su familia lo hiciera.
—Lo se; pero ¿Por qué aferrarse a cambiarme de opinión? — Marcus me soltó y me giro sobre mi pequeño taburete beige hasta que lo tuve casi de frente por que de verdad así el de pie y yo aun sentada, la diferencia de estatura era muy notoria. Marcus tomo mis manos y las llevo hasta su cintura. Queria que lo abrazara y acepte porque eso nos hacia sentir cómodos.
Lo tenia entre mis brazos mientras Marcus acariciaba mi rostro, con la punta de sus dedos sin quitarnos la vista.
—Es normal Katy. Eres su hija menor, es común que se preocupe por ti nena.
—Pero no se, no lo siento como preocupación. Al contario; saco lo de mama y Kate al aire, como si quisiera ponerme de su lado.
Realmente me sentía así. Papa aun así justifica a ambas a punta y espada sin saber la realidad.
—Oliver solo quiere lo mejor para su familia. Debe de ser difícil que existan conflictos entre ustedes— Me aferre a Marcus, recargando mi rostro sobre su abdomen cerrando mis ojos mientras Marcus acariciaba mi cabeza.
—Pero siempre estoy yo como la culpable y de verdad que no se trata de mi. — al contrario; mi hermana era el centro de todo sin embargo; no era el momento de hablar de ello por que esto que aun tenia entre mi poder podía aguantar.
—Eso lo se Katy pero es comprensible que tu padre busque lo mejor para ustedes. —Marcus me separo solo un poco, tomando mi rostro entre sus manos— pero tu solo sabes como es que ambas te hacen sentir y tienes todo el derecho de estar en la posición que estas.
—Tu de verdad, ¿me crees? Porque mi familia ve solo lo malo en mi.
Marcus asintió— Lo hago y no du do de ti. Me has demostrado ser una mujer fuerte, independientemente que ha logrado bastante y lo mejor; es mi chica.
Aun entre mis dudas, el estaba aquí, creyendo en mi… Alguien que no es mi sangre pero que si ve lo que valgo y lo que soy.
Sonrei, cerrando mis ojos, volviendo a reposar mi rostro sobre su pecho.
—¿Mas relajada? — aun seguía con sus caricias en mi cabeza, separándome de nuevo levante mi rostro viendo como sonreía mostrando sus pequeños y pocos visibles hoyuelos.
—Si— me levante hasta que estuvimos a la altura normal— muchas gracias por venir y por preocuparte; de verdad.
—No es nada nena— dejo un pequeño beso en mi frente— pero bueno, no quiero de verdad romper este momento, pero quiero suponer que no has comido nada, ¿Verdad?
¡Mierda! Se suponía que iba a bajar a cenar después de la ducha, pero al final la presencia de un hombre robusto y atractivo habia inundado mi habitación.
—Lo sabia— Marcus camino hasta mi escritorio, donde llego hasta la bolsa café que habia visto en cuanto lo vi. De ahí saco unas charolas de plástico y unas sodas. — ¿Le complacería aceptar una deliciosa cena conmigo? —Marcus acomodo todo sobre mi pequeño escritorio.
No pude negar sonreír y caminar hasta donde estaba, abriéndome la silla donde me habia pasado mucho tiempo trabajando tome asiento. El se sentó en la otra silla que habia para después acercarnos las charolas y comenzar a cenar.
No importaba el lugar, para ninguno de los dos, porque siempre disfrutábamos mas de los momentos mas sencillos que algo que fuera acorde a nuestro nivel, como es que lo denominan, y eso era lo mejor para nosotros… Fuera en casa, parque; mientras estuviera el a mi lado todo estaba bien.
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—Hola Elena buenos días— ella ya me esperaba como siempre. Hoy habia llegado un poco mas temprano porque no habia terminado el trabajo de ayer, mas con lo pendiente y lo que se dejara venir… Me esperaba una bola muy grande.
—Buenos días señorita, ¿Ya se siente mejor?
—Si Elena muchas gracias. Necesitaba descansar— camine con prisa hasta que llegue a mi escritorio. Dejando todo me senté y prendí la pantalla de mi computadora. — ¿Qué me dejas para hoy?
Elena sonrió muy gustosa dejando unos folders sobre mi escritorio— Ayer llegaron sus aprobaciones señorita. En cuanto usted lo desee se pueden poner en marcha.
Sonrei porque esto era lo que esperaba hacer. Para remodelar, cambiar de color y diseño en los hoteles mis ideas y sugerencias pasaban por un filtro muy municiono. Si; yo hacia las modificaciones pero estas tenían que ser aprobadas todavía per en hora buena; los cambios que solicite fueron aceptados—¡Perfecto! Entonces puedo llamar a los proveedores. Elena un favor. Hay que mandar un correo al arquitecto John para que se presente en Nueva York lomas pronto posible y empecemos por ahí, de favor— Elena asintió, anotándolo en su Tablet mientras yo deje las carpetas a un lado de lo demás—¿Algo mas que haya pasado ayer
—¡Oh si! Elena saco una nota en color rosa y me la entrego. — Ayer la señorita Kate la llamo a esta línea, pero le comente su situación. Desconozco si le marco no pero de todas manera me pidió que le entregara la hoja. Es una dirección. Me comento que hoy en la mañana regresaba de Chicago y que deseaba hablar con usted.—¿ No tedio razón?
—No; solo me pidió que le pasara la nota y ahí mismo me puso la hora de encuentro.
Diablos… ¿Por qué a la persona que menos quiero ver es laque aparece?
Pude soportar en su departamento, pero mas tiempo con ella ya no, por que cada vez quela veía solo recordaba sus palabras y las escenas que logre ver.
—Es todo señorita Katy. Si me permite me paso a retirar. Que tenga un buen día.
Elena salió de mi oficina y yo solo tenia una cosa en mi cabeza. ¿Para que quiera verme Kate? No habíamos dejado nada pendiente por lo que su cita me sacaba de trance.
Respire aun observando la nota que estaba entre mis manos, sabiendo que esto podria terminar peor de lo que ya se encontraba porque una comida ni nada de lo que haga va a dañar todo lo malo que estaba haciendo.
—¡Maldita sea Kate, ¿Qué mas quieres de mi?...
La novela es buena pero para escribir asi quitela.