NUEVOS HORIZONTES

Todo ese día estuvieron en alerta sin poder abandonar las carretas, comieron lo que pudieron, todo frío o crudo.

Hasta ese día, Elizabeth comenzó a darse cuenta de que pesaba sobre ella una responsabilidad enorme.

Se sentía responsable, primero de Petra, era una chica muy sensible, a pesar de su edad, era muy soñadora y por momentos se salía de la realidad. Esa realidad que había llevado a Elizabeth a llevar ya varias muescas en la culata de su Rifle, no olvidaba que ella había dejado sin dedos de la mano a Bruce, el hermano de Paula y del que ya nadie se acordaba.

Después, la muerte de Johan y asumir la responsabilidad de Magda, de tener que cuidar su embarazo y con lo que hoy sucedió, sintió un gran peso en sus hombros.

Esa responsabilidad que la llevó a enfermarse, combinado con el desahogo, de por fin haber echado fuera, su tragedia familiar.

Ahí se dio cuenta Liz, que no era tan fuerte como ella creía y que necesitaba sentir más apoyo por parte de Petra.

No le dolía la inmadurez de su hermana.

Liz quiere a Petra, le duele todo lo que le pasa. Sentía una sensación de dolor cada que sentía cuando Petra estaba en peligro y ella estaba dispuesta a ofrendar su propia vida por ella.

Le llamó la atención que una vez que abrazó por primera vez a su hermana, sintió algo muy raro, una especie como de calambre que le recorrió todo el cuerpo.

No le había puesto atención a ese detalle. De como ellas dos se sintieron atraídas desde el primer momento en que se vieron y ya nunca se separaron, de como Petra la buscó en Saint Louis y dio con ella, y que sintió una felicidad real y genuina de haberla visto llegar definitivamente a su vida. Liz comenzó a darse cuenta de que lo que siente por Paula, nunca lo ha sentido por ningún hombre. Nunca ha tenido novio, o algún amigo con quién platicar, con quién compartir, de la misma manera con que comparte con Petra.

Le gustaba decirle las cosas mirándola a los ojos. Le gustaba cuando Petra le tomaba de las manos y sentía su calor recorriendo su cuerpo y era algo excitante. O cuando duermen juntas y acaricia el cabello de su hermana y las manos le cosquillean y siente deseos de prolongar esas caricias a otras partes del hermoso cuerpo de Petra y comenzar a besarla, pero se tiene que contener, no sabe cuál será la reacción de Petra, y que podría hacer perderla para siempre. Tenía que ser extremadamente discreta, ya que una relación amorosa entre mujeres no es bien visto por la gente. Es algo que provocaría que las expulsaran de la caravana.

Entonces al pensar eso. Es decir, en una relación amorosa con Petra?. Acaso estaba enamorada de ella?.

Elizabeth comenzó a caer en la realidad. Estaba completamente enamorada de Petra. Pero, cómo decírselo?.

Si le declaraba su amor a Petra, cómo lo tomaría Magda?. Y si a Petra le gusta Clark?.

Una declaración así, sería la separación definitiva de ella, y cada quien tendría que seguir su camino.

Aparte de todo, si en la caravana se enteran, serían separadas del convoy.

Y el futuro estaría lleno de incertidumbre, no solo para ellas, ya Magda y su Bebé son parte de la familia. Y que pasaría con ellos.

Muchas dudas, muchas preguntas y ninguna respuesta.

Elizabeth estaba en una verdadera encrucijada. Y no sabía como salir de ella. Por el momento, el silencio será su mejor aliado. Ya se verá que pasará en el futuro. Dejar que las cosas fluyan por sí mismas.