María, una niña que no se sentía feliz con su vida, experimentó un cambio radical al salvar a su amiguita. Su vida dio un giro inesperado, dejándola atrás para convertirse en una intrépida aventurera. En su nuevo camino, conoció a amigos que la apoyaron y enemigos que le pusieron obstáculos. Su querido maestro también jugó un papel importante en su transformación. ¿Podrá Shiner alcanzar sus metas en esta nueva vida llena de desafíos?
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Ren
Shiner intentó ser puntual, pero el camino era largo y se demoró unos minutos. Al llegar, el señor Ren le dio un sermón, lo que le hizo recordar a su mamá y se perdió en sus recuerdos. Recordó cuando estaba comiendo helado y su mamá la regañó por mancharse. Soltó una pequeña risa. Ren la miró y Shiner recordó que estaba en un nuevo mundo. Se inclinó y se disculpó. Ren le dijo que estaba bien y le explicó que para estar en su equipo, primero debía demostrar de qué era capaz. Se fueron a una mazmorra. Cuando llegaron, Shiner vio que era oscura y se asustó, ya que desde pequeña le había tenido miedo a la oscuridad.
Shiner no sabía si decirles y decidió que lo enfrentaría. Entró y Ren le dijo que esa mazmorra era muy peligrosa, así que debía tener mucho cuidado al avanzar.
Lo primero que hizo Shiner fue iluminar toda la mazmorra. Al hacerlo, se sintió mejor y siguió en el camino. Encontraron muchos monstruos, pero mientras más avanzaban, eran más fuertes. Sin embargo, ni Kal, ni Yen, ni Ren la ayudaron. Después del cuarto piso, cuando iban a entrar al quinto, Shiner sintió un aura que la llamaba hacia ella. Cuando iba a ir, Ren la detuvo y con una cara seria le dijo que ya era suficiente y que volvieran al gremio para firmar la confirmación del equipo. Cuando se dieron la vuelta para volver, algo la agarró de la cintura y la jaló hacia dentro del quinto piso. Shiner no pudo actuar. Todos fueron tras ella y al entrar, se dieron cuenta de que era un Sharkbo, un monstruo muy peligroso que consume el maná de su presa y que engaña a su presa. Al ver que Shiner tenía un maná muy abundante, la escogió como su presa principal.
Kal se preocupó mucho, pero de un momento a otro, Shiner le dijo al Sharkbo que la bajara. Todos se sorprendieron al ver que le hizo caso y la bajó. Shiner, al estar en el piso, empezó a regañarlo diciéndole que no debía hacerle eso a las personas. Todos se empezaron a reír y lo único que hacía Shiner era verlos porque no entendía por qué se estaban riendo.
Después de tantas risas, salieron y volvieron al gremio. Al llegar, Shiner firmó la confirmación del equipo y finalmente se volvió parte del equipo del último hijo de la familia Demonio Dragón.
Todos salieron y Kal dijo:
—Kal: Tengo una idea, ¿qué tal si vamos a comer algo para darle la bienvenida a la nueva integrante del equipo?
Todos voltearon a ver al señor Ren esperando una respuesta. Después, Ren asintió con la cabeza y todos fueron a un restaurante. Allí se sentaron y empezaron a comer.
Mientras comían, Yen le preguntó a Shiner cómo fue que pudo liberarse del Sharkbo sin lastimarlo. Shiner dijo:
—Shiner: Solo le dije que el Sharkbo es un monstruo bueno, solo que nadie lo sabe tratar, por eso es tan agresivo.
Kal le dijo que era sorprendente y ella le dijo que no era para tanto. Siguieron celebrando.
