El Despertar De La Pasión

Aurora entraba al hospital en una camilla, iba inconsciente. El golpe había Sido muy fuerte.

Los medicos y los enfermeros iban corriendo junto a la camilla mientras hablaban.

- Tiene un pulmón perforado, debemos llevarla al quirófano. Y al parecer también una tiene una pierna rota y se dió un fuerte golpe en la cabeza.

- Hay que drenarla - indicaba el otro doctor.

Mientras todo esto ocurre, Ricardo está desesperado, ya que no logra localizar a Aurora. Su teléfono ahora está apagado.

- Aurora mi amor, ¿dónde estás? Necesito aclararte las cosas.

Ya no sabía a quién llamar, James ya estaba al tanto de la desaparición de Aurora. Y la estaba buscando también.

Ya habían pasado un par de días. Y aún nada de noticias sobre Aurora. El Sr. Fernando y la Sra. Estela fueron a ver a su hijo. Ya que les habían informado que Ricardo estaba desesperado al no saber nada de Aurora. No comía ni dormía.

- Hijo, por Dios. Mira como estás. - le dijo la Sra. Estela al ver a Ricardo como se encontraba.

- Madre, ¿Qué hacen aquí? - les dijo Ricardo abriendo la puerta de su casa.

Sus padres pasan a la casa, y se sientan en la sala.

- Hijo, cuéntanos que es lo que está pasando. Llevas días sin ir a la editorial. Te llamamos y no, nos respondes. - le dijo su padre, con expresión de preocupación.

Ricardo, les contó todo lo que había pasado y que desde ese día que Aurora salió de la editorial no ha sabido nada de ella.

Ya hablo con la policía y la declaró persona desaparecida.

Ha hecho de todo, la ha buscado hasta debajo de las piedras. Pero nada.

- Hijo y ¿has buscado en hospitales? - pregunto su madre.

- Si madre. Pero no hay registro en ningún hospital. Y no creo que se haya ido de Nueva York, todas sus cosas están aquí en la casa. Si cartera con sus documentos los dejo en la oficina ese día.

- Todo esto es muy extraño - comento el Sr. Fernando. - Tu hermano Esteban me está presionando para tomar tu lugar en la editorial.

- Papá, por favor. No tengo cabeza ahorita.

- Lo sé hijo. Trataré de apoyarte lo más que pueda.

Mientras tanto Aurora se encontraba en cuidados intensivos, ya tenía 5 días en coma.

Hablando con los médicos estaba Julián, haciéndose pasar por el esposo de Aurora, a la cual les había dicho que se llamaba Mónica.

Por eso cuando Ricardo fue a buscarla por los hospitales no la encontró, porque su registro era falso.

- Doctor, ¿cuándo despertará mi esposa? - preguntaba Julián con cara de angustia.

- Sr. Duarte, su esposa sufrió un severo golpe en la cabeza que ocasiono una gran hemorragia intracerebral. No sabemos cuándo despertará del coma, pero es muy probable que sufra de amnesia disociativa.

- ¿Amnesia disociativa? - preguntaba Julián. Con expresión de confusión

- Este tipo de amnesia provoca que el paciente no pueda recordar información sobre sí mismo, sobre diversos acontecimientos y personas de su vida.

Julián se quedó pensativo frente a la puerta de Cuidados Intensivos.

- Tal vez está es mi oportunidad para tener a Aurora junto a mí. - Pensaba Julián, mientras caminaba por la sala de espera.

Sumergido en sus pensamientos, se le pasaron las horas a Julián en la sala de espera. Ya eran alrededor de las 6 AM cuando se le acercó el doctor.

- Sr. Duarte

James salió del limbo en el que paso toda la noche. Levantó la cabeza para mirar al Doctor.

- Sr. Duarte, su esposa ya despertó, está aún muy delicada, pero la pasamos a una habitación. Si quiere, por favor, me acompaña.

- Claro doctor. - dijo y se levantó, para caminar detrás del doctor.

Al llegar a la habitación, Aurora se veía muy lastimada, tenía la pierna derecha enyesada, la Cabeza vendada, está conectada a varios aparatos. En el costado tenía conectado una máquina para drenar el líquido de los pulmones.

Julián entró y se acercó a la cama, tomo su mano, y le dijo

- Amor, despierta, te estoy esperando. Ahora estaremos juntos y nadie nos volverá a separar.

Mientras Ricardo estaba en la estación de policía hablando con James.

- James, ya han pasado 5 días y no hay noticias de Aurora, me voy a volver loco.

- Ricardo estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos. Ya sabemos que no huyo, o se fue por su propia voluntad, ya que no se llevó nada. La hipótesis que tenemos es que pudo haber sido secuestrada por el acosador.

Ricardo frustrado y aterrado golpeó el escritorio de James. Este se levantó y le dijo.

- Sé que es difícil para ti, pero tienes que calmarte. Así no resuelves nada.

En ese momento Ricardo se desmoronó y cayó sentado en la silla con sus manos en la cara.

- James, estoy aterrado lo que le pueda estar haciendo ese loco a mi esposa.- dijo mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas.

- Créeme amigo, cuando te digo que estamos haciendo todo lo humanamente posible para encontrarla.

James estaba siguiendo una pista, pero debía ir con cautela y no darle falsas esperanzas a Ricardo.

Sonó el teléfono, y James contesto

- Detective Arango. Sí, entiendo, voy para allá. - colgó el teléfono y le dijo a Ricardo - Amigo, ve a casa, date un baño, come algo y trata de dormir. Sé que pronto tendremos noticias, ahora, te dejo. Debo salir a hablar con alguien.

Se dio la vuelta y salió de la oficina. Ricardo se levantó con esfuerzo y pensó que debería tomar el consejo de su amigo. Debería descansar y comer algo para tener energía y seguir buscando a Aurora.

Salió de la estación y subió a su auto en dirección a su casa. Dónde pasados 30 minutos estaba entrando al garage a dejar el auto para luego dirigirse a su habitación, a tomar un baño.

Luego de 15 min bajo a la cocina, comió algo ligero y subió a tratar de dormir. Tomo la almohada de Aurora y la abrazo, tenía el dulce aroma de su esposa. Y sin darse cuenta se quedó dormido.