ALMA SIN PIEDAD

......En Oslo.....

Alma estaba aterrizando, solo le había tomado un par de horas llegar allí, aún era de madrugada, estaba llegando a su antiguo mundo, estaba decidida en hacer pagar a sus enemigos, cada lágrima, cada sufrimiento que la hicieron experimentar, no tendría piedad ni misericordia, en su mente estaban varía personas, por quien empieza primero, era su pregunta, su ex suegro sería el primero, ara él tenía algo maravilloso, le haría pagar las humillaciones que por ser mujer, él quería que ella fuese la mascota sé su hijo, y se encargó en varias ocasiones de drogarla para que seducir a ese maldito, ella siempre era tachada de perra, víbora, hasta el punto que se entregó a otro hombre que por capricho del destino se convirtió en su amor, pero aun así ella quería hacerlo pagar, ella tenía un departamento, en el centro de la ciudad, nadie tenía conocimiento de su existencia, allí tenía guardaba joyas, dinero y todo lo que necesitaba para pasar una temporada, al llegar allí, todo estaba polvoriento, ella se encargó de dejarlo impecable, tenía que ocupar su mente, no quería pensar en Bastian, era doloroso separarse de él, pero no era justo arrastrarlo a una guerra, que solo a ella le compete pelear.

Se empapó de todos los sucesos ocurridos en sí ausencia, una impostora ocupaba su lugar, salía en todas las revistas de farándula y negocio, era la pareja perfecta del gran empresario, habían tenido un hijo, estaba próximo a cumplir los dos años, ella solo miraba las imágenes, la familia perfecta, y a su hijo le quitaron el derecho de nacer, la sangre le hernia, sus manos querían estrangular a esos dos.

Al día siguiente tenía todo listo para dar los primeros pasos de su plan, concreto una cita de negocios con su suegro, él pensaba que un gran inversionista quería inyectar capital a si empresa y sin dudar accedió a su encuentro, él anciano estaba encantado con el encuentro, le enviaron una foto de la mujer voluptuosa y sexy con la que será su encuentro, y como todo viejo zorro, se perfumó y vistió con su mejor atuendo para la cita, no se podía negar que para su edad casi 60, aún era muy atractivo, era intachable en su vida sentimental, siempre era acompañado por si esposa a todos los eventos, pero en esta ocasión no la llevaría, no quería que su esposa, sintiera enojo por su nuevo inversionista.

Al día siguiente Alma estaba lista para el encuentro, la reunión era en un lujoso Hotel, en una Suite, era el encuentro la suite tenía una habitación extra allí estaba ella con un grupo de técnicos todo estaba siendo grabado en la habitación presidencial, la hora acordada ya estaba El jefe de la Familia Benson, Brandon Benson al ingresar lo primero que hizo fue servirse una copa de whisky, la CEO no había llegado, es la esperaba en el sofá, en su computadora seguía revisando el proyecto, le parecía un negocio donde las ganancias eran muy altas y él sacará el mejor provecho, después de minutos la mujer llegó acompañada de unos escoltas fornidos, ella le hizo una señal para qué la esperan a fuera, esto lo complació las imágenes que le envío su relacionista, no le hacían honor.

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La reunión de negocios, transcurrió los términos fueron fijados un contrato firmado, las transacciones ejecutadas.

- Brandon, puedo llamarlo así, creo que ya estamos en confianza.

- Por supuesto, somos socios, y también podemos ser amigos, no le parece Victoria.

Ella se levanta de forma muy sensual, y camina hasta el bar, sirve dos tragos y le entrega uno a Brandon, él lo toma de solo un sorbo, ella no toma el suyo, y lo coloca en la mesa, se sienta a su lado con coqueteos le habla.

- Brandon, creo que no hemos cerrado el negocio como se debe.

- ¿Y que propone?

Ella se acerca a él, coloca una mano en su pecho, haciendo círculos, lo besa en los labios y él se enciende y la sujeta por la cintura atrayéndola hacia él, estaban perdidos en las emociones, Brandon se sonrío mareado, pero pensó que por las emociones, ella era una mujer muy ardiente y no quería pasar por un anciano en decadencia.

Toma un poco de aire y se abre la corbata, necesitaba respirar, su cuerpo estaba encendido, sentía que se quemaba, del otro lado en una pantalla Alma observaba todo, ella sabía lo que se sentía, quemarse viva y solo el calor de otro cuerpo te daba alivio.

- Brandon que le ocurre ¿necesita agua?

- Me siento bien, solo que eres candela pura, tomaré algo para relajándome un poco, debes de entender que soy casado y no es común que tenga estos encuentros, con alguien que no es mi esposa

- No se preocupe, esto solo es entre nosotros, sesé guardarien los secretos.

Al terminar de decir eso, se quita el vestido, y una lencería transparente quedó a la luz, sus grandes pechos lo cautivaron y su amigo despertó, los efectos de la droga estaban haciendo su trabajo, pero se asustó cuando miro entre sus piernas, un gran bulto estaba asomado, el libro varias veces, se colocó de pie, y quería salir corriendo, pero su cuerpo parecía que tenía vida propia.

- Brandon ven aquí. Le dijo ella.

- NO... QUE NO PASA. El respondió con un grito, estaba asustado lo que ella llevaba entre las piernas era más grande que su propio amigo, él sabía que estaba perdido, así que intento persuadirla. - Creo que esto es un malentendido, ya me voy disculpa.

- A mí no me dejas iniciada. Su voy varonil salió y su mano acariciaba la cabeza de su hombría, quería hacer parar al bastado, ya le habían dado mucho dinero por el trabajo.

Brandon sonrío como otra ráfaga de lujuria se apoderó de él, y todo rastro de conciencia desapareció de él, su instinto animal lo invadió y Victoria aprovecho su estado para tomarlo por su trase(ro), dándole cada estocada, sus gritos de dolor, zumbando, el lugar estaba insonorizado, nadie afuera podía escuchar, el hombre perdió todo juicio y se entregó con todo lo que tenía, Alma había salido antes de la acción, no quería ver la escena desagradable del viejo decrépito, salió de allí, hasta un bar conocido para ella, en esta ocasión ella llevaba un vestuario para pasar desapercibida, estaba en el Casino, que una vez fue suyo, era igual como lo recordaba, solo que ya las chicas eran más desinhibida con los clientes, parecía más un prostíbulo que un Casino, de repente un borracho se acerca a ella con una copa en la mano.

- Muñeca... ¿Eres nueva aquí? Acompáñame a un privado.

- No me toque, no trabajo aquí, soy una cliente más.

- Pero estás solita, quieres tomar algo conmigo.

- Largo idiota. Le dice ella con algo de mal humor, el tipo se molestó por su actitud difícil y la tomo del brazo para llevarla con él, tenía mucha fuerza y ella no podía sacarse, hasta él alguien le dio un puñetazo a tipo, dejándolo tendido en el piso, fue tan fuerte el golpe que el tipo no se levantó hasta después de un tiempo.

Alma mira de dónde provino ese ataque, sus ojos se iluminaron al ver a su superhombre, él la lleva hasta un rincón, no quería que nadie se alertara de su presencia.

- Alma, estás en peligro, que pasaría si no llego a tiempo. Le dice el enojado, pero ella lo veía muy sexy con esa expresión, quería arrojarse a sus brazos y hacerle el amor en ese mismo instante, su interior lo llamaba a gritos, pero reprimió sus deseos.