Susana caminaba esa mañana en la playa en la cual apenas apuntaba el alba, pero una silueta tirada le llamo la atención, al parecer era una mujer con largos cabellos negros, pero al acercarse, se dio cuenta que era una sirena con diversas heridas en el cuerpo, que apenas lograba respirar.
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Una advertencia
"Ese movimiento de olas, estoy en el velero de papá , se siente el aire fresco y a la misma vez cálido, el fuerte aroma a mar, el día está brillante, pero siento mis párpados cansados aún, entre abro los ojos, veo una niña de piel tan blanca, cabellos oscuros y enredados con algas marinas, que me observa con ojos tan oscuros que sus pupilas no logro distinguir...
Se me vuelven a cerrar los ojos, escucho que alguien se aventó al agua, vuelvo abrir los ojos y veo a mi padre en cubierta viniendo hacia mí..."
-Susana, mi princesa del Mar, ya es hora de despertar, acabó de pescar 🎣, te preparé un excelente almuerzo - dijo Darío Gali, el padre de Susana.
Susana se empezó a levantar y a sentarse asueñada, bostezando todavía.
-Papá, volvió a venir la niña de cabellos negros, tiene enredados en sus cabellos algas marinas, y cada día se me acerca más, como que ya no me tiene miedo- dijo Susana alegremente a su padre.
-¿Una niña?- dijo su padre sonriendo.
-Si papá, es como de mi edad, y sus ojos son negros profundos, no se ven sus pupilas - dijo Susana ya más despierta, acercándose a su padre que limpiaba los mariscos.
Su padre nuevamente sonrió, al escucharla.
-Papá, ¿Como llega hasta acá?
Si estamos tan lejos de tierra firme, pero siempre se va cuando te escucha llegar - dijo Susana mientras Darío Gali cocinaba.
-Quizás es una ninfa del Mar - dijo Darío Gali sonriendo a su princesa consentida.
-Una ninfa del Mar, ¿Eso es posible?- dijo Susana acercándose a la mesita, trayendo a esta los platos y vasos.
Su padre sirviendo la comida caliente, y Susana trayendo las bebidas.
Su relación con su padre era lo mejor que ella tenía.
-Las ninfas del Mar son las hermosas Sirenas, solo se aparecen a quienes les parecen interesantes. Y quizás a ella le gustas, por eso te cuida mientras duermes - dijo su padre Darío Gali.
¡Lo crees papá!- dijo Susana entusiasmada.
-La próxima vez, antes de dormirte prepara un regalo para ella, quizás un caramelo 🍬 le guste - dijo Darío Gali dando un ligero golpe en la nariz de su pequeña Susana.
¡Si, lo haré! ¡Quizás quiera ser mi amiga!- dijo Susana entusiasmada.
- Susana, hija por favor no lleves al niño a la isla, aún no es el tiempo - dijo de repente su padre.
-¿De que hablas papá?- dijo Susana.
-Viene una gran tormenta, necesito que despiertes y te lleves al niño, aún no es tiempo de regresar al Mar, ¡No vayas a la isla!
¡No lleves al niño a la isla!
¡El niño corre peligro! - dijo su padre Darío Gali, en ese momento el cielo se había oscurecido, las olas movían más el velero y el viento estaba más fuerte. Una gran tormenta se avecinaba.
-¡Susana, despierta ya hija!- decía su padre Darío Gali, sacudiendo a Susana.
-¡Despierta ya!- volvió a escuchar Susana.
-¡Despierta Mamá!- escucho está vez Susana.
Susana abrió los ojos, Darío estaba a su lado jalando su brazo, con los ojos desesperados, cristalizados como si quisiera llorar.
-¡Que sucede!- dijo Susana viendo a su alrededor.
-Señora Gali- dijo uno de los pilotos, tendremos que desviarnos, de la nada se formó una gran tormenta, por eso estamos atravesando por turbulencias, y uno de los motores esta fallando, por favor guarden la calma , estamos buscando una zona segura para aterrizar.
Susana abrazo a su hijo, tratando de tranquilizarse.
Justamente en su sueño se había formado una tormenta, y su padre le había advertido.
-¡No lleves al niño a la isla! ¡Corre peligro!!-
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Lars iba de camino hacia la isla también, cuando notó que una tormenta en el mar se había alzado de la nada, esa tormenta de esa magnitud solo podía ser una señal.
-¿Alguien sabe si ya llegaría Susana al lugar?- pregunto preocupado Lars.
No tenían respuesta aún a su pregunta.
Lars los miro esperando sus respuestas.
De repente Lucio recibió un mensaje.
La avioneta donde viajaba Susana y Darío 🛩️ había sufrido un accidente, lo último que supieron es que tenían que aterrizar de emergencia, el motor había dejado de funcionar y tenían que aterrizar de emergencia, pero en las últimas coordenadas que recibieron es que estaban atravesando una zona montañosa, después de eso no saben más.
Lars, sintió que su corazón se helaba.
Esa tormenta no era normal, y el que la avioneta se hubiera perdido en la montaña ⛰️ es que alguien estaba alejando a su hijo de él nuevamente.
-Hay que encontrarlos - dijo Lars a su general Lucio.
Con eso se dirigieron en su búsqueda.
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-Mamá... ¿Estás bien?- dijo el niño Dario, viendo que su madre estaba aturdida.
Susana miró a su alrededor, estaban dentro de la avioneta, pero desgraciadamente los pilotos habían fallecido.
-Mamá.. Tengo miedo - dijo Darío aún sentado en su silla 💺, el cinturón de seguridad había impedido que le pasara algo, solo ligeros golpes tenía, sin embargo Susana tenía en la frente una herida en la que la a Darío le había preocupado viéndola así.
Susana se tocó la frente y se vio que aún emanaba de ella ese líquido rojo.
-No te preocupes solo necesitamos buscar en la avioneta una caja de primeros auxilios, y alguna radio 📻 para ver si nos pueden encontrar.- dijo Susana tratando de tranquilizar a Darío.
Sin embargo Susana, se sintió con miedo, no sabía realmente está vez que hacer.
Jamás imagino en su vida experimentar esto.
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