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La Protegida Del Abuelo

La Protegida Del Abuelo

Status: En proceso
Genre:Malentendidos / Traiciones y engaños / Familias enemistadas / Amor eterno / Matrimonio arreglado
Popularitas:64.3k
Nilai: 5
nombre de autor: Meche

Leoncio Almonte tenía apenas trece años cuando una fiebre alta lo condenó a vivir en la oscuridad. Desde entonces, el joven heredero aprendió a caminar entre las sombras, acompañado únicamente por la fortaleza de su abuelo, quien jamás dejó que la ceguera apagara su destino. Sin embargo, sería en esa oscuridad donde Leoncio descubriría la luz más pura: la ternura de Gara, la joven enfermera que visitaba la casa una vez a la semana.

El abuelo Almonte, sabio y protector, vio en ella más que una cuidadora; vio el corazón noble que podía entregarle a su nieto lo que la fortuna jamás lograría: amor sincero. Con su bendición, Leoncio y Gara se unieron en matrimonio, iniciando un romance tierno y esperanzador, donde cada gesto y palabra pintaban de colores el mundo apagado de Leoncio.

Pero la felicidad tuvo un precio. Tras la muerte del abuelo, la familia Almonte vio en Gara una amenaza para sus intereses. Acusada de un crimen que no cometió —la muerte del anciano y el robo de sus joyas—

NovelToon tiene autorización de Meche para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

París a ciegas, amor a pleno.

Las caricias de sus manos.

Leoncio estaba sumido en un sueño profundo cuando un escalofrío recorrió todo su cuerpo. No era frío de invierno, tampoco el aire que se colaba por alguna rendija de la ventana del hotel en París. Era distinto, un cosquilleo que lo sacó lentamente de su letargo.

Movió su mano con torpeza, tanteando las sábanas, y recordó aquella película que, siendo más joven, había visto a escondidas, donde la protagonista jugaba con la piel de su amado de una forma atrevida y juguetona.

—Gara… —murmuró él, adivinando que la responsable era su esposa—. Por favor…

Su voz tenía un ruego suave, una mezcla de desconcierto y deseo. Pero ella no se detuvo. Al contrario, al darse cuenta de que él estaba despierto, subió delicadamente sobre su cuerpo, haciéndolo sentir cada curva, cada movimiento.

Leoncio, aunque ciego, reaccionó de inmediato. Sus manos encontraron la cintura de Gara y, con un giro algo torpe pero decidido, la colocó debajo de él.

—¡Ay! —rió ella, sorprendida—. No pensé que reaccionarías tan rápido—

—Me vas a matar —respondió él entre jadeos, dejándose caer a su lado después de ese instante arrebatado—. No sé si tengo fuerzas para seguirte el ritmo—

Gara recostó la cabeza sobre su pecho, escuchando el latido acelerado de su corazón.

—Somos esposos, Leoncio —susurró con firmeza, como si fuera un juramento—. Y de ahora en adelante, cada vez que estemos solos… esto va a suceder, haremos el amor sin parar—

Leoncio sonrió, cansado y feliz a la vez. Pasó la mano por el cabello de su mujer, deseando más que nunca poder verla.

—Ojalá pudiera mirarte —dijo en voz baja—. Saber cómo es tu rostro en este momento… Debes estar hermosa—

Ella lo abrazó con ternura.

—¿Y quién dijo que no puedes verme? —replicó, guiando su mano hasta sus labios—. Bésame, y mírame a través de lo que sientes—

El silencio se llenó de esa complicidad única que tenían. Pasaron unos segundos así, hasta que él bromeó:

—Entonces, dime tú… ¿quieres salir a pasear, o prefieres que volvamos a hacer el amor?—

Gara estalló en una carcajada sincera.

—Vayamos a pasear… y luego regresamos a hacer el amor— si el la hubiera podido ver, si habría reído con la picardía en el rostro de Gara.

Leoncio intentó levantarse, pero se quedó inmóvil junto a la cama, inseguro.

—¿Puedes ayudarme? —preguntó con un dejo de tristeza—. Odio cuando debo abandonar mi zona de seguridad…

Gara se levantó de inmediato, tomó su mano y lo guió.

—Entonces vayamos a bañarnos juntos —dijo con picardía, lo tomo de la mano y lo ayudó a llegar, lo desnudo junto a ella y entraron a la ducha.

—Ni en un sueño lo hubiera creído — dijo el muy sincero.

Gara no había entendido bien —¿Qué dices?—

—Que jamás me habría imaginado con esposa y haber logrado hacer el amor— ella pudo ver cómo el se ruborizó con su inocencia, pero Gara solo dejó un beso en sus labios y abrió la ducha.

El baño fue un juego de ternura y risas. Ella lo enjabonó con delicadeza, describiéndole cada gesto.

—Ahora tu brazo… —decía suavemente, mientras recorría su piel.

—Me malcrías demasiado —susurró él, disfrutando de aquella atención.

—No —replicó ella—. Así se cuida al hombre que se ama—

Leoncio la escuchó y sintió en amor en sus huesos.

Cuando terminaron, lo ayudó a secarse y a vestirse. Leoncio no podía evitar sonreír.

—¿Sabes lo feliz que me hace esto? —preguntó, mientras ajustaba su camisa—. No solo por lo que haces, sino por cómo lo haces. Siento que soy importante para ti—

Gara lo abrazó por la espalda, apretando su pecho contra él.

—Eres lo más importante— lo dijo con toda la sinceridad del mundo.

Bajaron juntos a buscar un restaurante. La ciudad de la luz se desplegaba ante ellos, aunque Leoncio solo podía sentirla a través de sonidos, aromas y las descripciones de Gara.

Encontraron un lugar decorado con flores, donde el aroma del pan recién horneado llenaba el ambiente.

—El restaurante está lleno de flores blancas y lilas, Leoncio. —ella describía cada detalle como si pintara un cuadro—. Hay una fuente pequeña en la entrada, y las mesas están cubiertas con manteles color crema—

Él escuchaba con atención, como si cada palabra de Gara fuera un pincel dibujando en su mente.

—Suena hermoso —respondió—. Y con tu voz, puedo verlo mejor que nadie—

El camarero se acercó, recomendando un desayuno típico parisino. Croissants, mermeladas, café fuerte.

—Confío en ti —dijo Leoncio—. Pide lo que quieras, mientras prometas que me describirás cada bocado—

—Como usted ordene— dijo ella en tono de burla y risa.

Ella tomó su mano y la besó, fue un beso suave y sencillo, Leoncio sonrió a su gesto tan dulce.

Durante el desayuno rieron, compartieron historias y hasta pequeños silencios cómodos.

—¿Sabes? —dijo Gara en un momento—. Nunca pensé que describir un café y un croissant podría hacerme tan feliz—

—Y yo nunca pensé que podría enamorarme más solo por escucharte —contestó él.

Ella se sonrojó, Gara era fuego y dulzura al mismo tiempo, solo Leoncio podía ver y despertar ese sentimiento tan profundo de ella.

—Vayamos a caminar, de mi mano nada malo sucederá— le aseguro ella mientras lo ayuda a levantarse.

El aire fresco traía aromas de flores, de panaderías, de vida.

—A tu izquierda hay una tienda de libros antiguos —decía Gara—. Y más allá, un violinista toca en la esquina… ¿Lo escuchas?—

El sonido del violín llenó el aire, y Leoncio sonrió.

—Sí… Es como si París tocara para nosotros—

Caminaron tomados de la mano. Él se apoyaba en ella, confiando en cada indicación, en cada palabra.

—Debes estar cansado —dijo ella después de un rato—. Regresemos al hotel—

—No lo estoy, sigamos un poco más— dijo él mintiendo, sabía lo importante que era para ella estar ahí, lo escucho de sus labios, además su voz cambia cuando habla de París.

Gara pensó que lo guiaría de vuelta al hotel, igual no se daría cuenta, pensó ella, así que siguieron caminando, hasta que la voz de Leoncio se escuchó.

—Me has engañado— dijo apretando sus labios.

Gara sorprendida le pregunta: —¿De qué hablas?—

Leoncio buscó su rostro y lo tomo con ambas manos, —Soy ciego, no tanto, los olores me demuestran que ya hemos pasado por acá, significa que vamos de regreso—

Gara soltó una sonrisa pícara y dejó un beso en sus labios —Vale, me has cogido, solo también estoy cansada y quiero regresar al hotel—

Leoncio se acerco nuevamente y mordió su labio con suavidad —Entonces regresemos— Graciela paso la lengua por sus labios, le causó una sensación divida esa gesto de él.

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🌺 Diglass 🇵🇦🤗🌺
estas amenazando a Gara q la vas a matar la justicia va ser implacable
Liliana Torres
por fin cayó ese perro 🤣🤣🤣🤣
Maria Mongelos
Ojalá y se repudra en la cárcel
Jesus Castro Montero
Si Leoncio refundelo en la cárcel a tu tío Renato y hojala atrapen a sus compinches ahora sabrás que el quiso matar a tu esposa y que el con ti madre mataron al abuelo envenenandolo
mariela
Por ambicioso pasará el resto que le quede de vida a Renato en prisión pensó que podría asesinar a Leoncio y cuál fue su sorpresa 😮😮 encontrar a Gara viva y delante de la policía les gritó que los iba asesinar y a ella de nuevo así es Leoncio a denunciar a ese psicópata, asesino y vicioso de tío que tienes.
ana luisa
Que muera en la calce ese viejo es malo que lo mates los jovenes esos
Kim Nava
maldito ojalá no salga nunca 😡😡
🌺 Diglass 🇵🇦🤗🌺
que la justicia acabe con el .no le permita ver la luz del sol en su vida
🌺 Diglass 🇵🇦🤗🌺
que tristeza ,un tío que debió proteger a su sobrino fue acabar con la vida de el . la codicia lo volvió loco
Celinda Piña
ese asqueroso 😡 que se pudra en la cárcel
Celinda Piña
ese asqueroso 😡 que se pudra en la cárcel
Torres Nolasco
más capítulos
Ariadna Adelina Jiménez Pardo
Que paso quedó inconclusa la novela que tristeza en verdad que fiasco
Ariadna Adelina Jiménez Pardo
Otra vuelta ya está embarazada Gara
Ariadna Adelina Jiménez Pardo
Bueno tienen que aclarar muchas cosas aún entre ellos
Ariadna Adelina Jiménez Pardo
Jajajaja a retomar la vida diaria
Ariadna Adelina Jiménez Pardo
Aún su inocencia de antaño Leoncio es un hombre de solo un amor
Ariadna Adelina Jiménez Pardo
Tendrán que enfrentar a la malvada familia
Ariadna Adelina Jiménez Pardo
Ay Leoncio no dejas que ella hable y se explique para nada
Ariadna Adelina Jiménez Pardo
Así es para hablar de todo lo que pasó se debe estar sobrio así que el vino queda descartado totalmente
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