Una Rosa Sin Color

Desperté con dolor en todo mi cuerpo, en especial mi pierna, sentía punzadas en ella, no estoy seguro si es por los disparos que recibí o tal vez sufrí alguna fractura.

Espero que sea la primera.

—¿así se siente estar vivo?—murmure mientras me sentaba en la cama.

—lo se, es horrible—escuche una risita.

—¿quien...

—hola Minwon—se sentó al borde de la cama—de verdad me sorprendes.

—creí que huiste como una rata.

—te vigilé desde lejos, fue bastante impactante el hecho de que te lanzaras al agua, no creí que harías algo tan drástico.

—tuve que hacerlo—mire a mi alrededor—¿dónde estoy?

—en...una cabaña, está alejada de la ciudad—desvio la mirada—estas...estarás temporalmente aqui—me dió una palmada en el hombro—hasta que te recuperes.

—¿la policía...

—la verdad no sé nada sobre ella, estaba ocupado—suspiró—tuve que organizar todo para trasladarte aquí, no tuve cabeza para otra cosa.

La policía debe saber que desaparecí, van a buscarme incluso debajo de la piedras, al ser la pareja oficial de un Delta, no van a dejar pasar esto.

tarde o temprano van a encontrarme.

—al menos escape, gracias.

—si...al menos—murmuró—estuviste dormido una semana.

—maldita sea, todo salió mal desde el principio, ¿que paso con SeoHoon?

La pregunta lo puso rígido, aparto su mirada mientras mordía su labio, eso solo lo hace cuando paso algo grave.

Algo anda mal.

—el...—pauso un momento—... estuvo buscandote.

—¿pasa algo?—enarque una ceja—dimelo.

—causo muchos destrozos, pero nada de lo que tengas que preocuparte.

—¿tiene que ver con Cristian?.

—con mi hijo en realidad, pero no te preocupes, ya está...solucionado.

—maldito Delta—quise levantarme pero el dolor en mi cuerpo no me dejaba.

Escuché unos toques en la puerta, Michael se levantó rápidamente pero volvió a sentarse mirándome con nerviosismo.

—¿por qué estás nervioso?—rei—¿es Cristian?

—Minwon—me agarro de los hombros—lo siento, pero tienes que entender que tengo una familia, yo...lo siento

—¿Que pasa?—lo mire confundido.

En ese momento se abrió la puerta de la habitación, entro un hombre al que reconocía perfectamente a pesar de estar tapado por una capucha.

—crei que no despertarias.

La persona de la que trataba deshacerme estaba frente a mi, sonriendo con burla, mirándome con desprecio, mientras Michael solo se limito a levantarse manteniendo la mirada baja.

—¿me traicionaste?—le pregunte a Michael sin dejar de ver a SeoHoon.

—lo siento—me respondió en voz baja.

—¡¿por qué?!—Ignore el dolor en mi cuerpo y me levanté tomándolo por el cuello de su camisa—¡¿por qué?!

—¡tenía que hacerlo!

—¡cállate!—le dí una bofetada—¡eres un traidor!—dos alfas se acercaron a mi agarrándome de los brazos—¡maldito!

—sedenlo—ordeno SeoHoon con una sonrisa estúpida en su cara.

—¡traidor!—senti una aguja atravesar mi piel—¡te mataré!—forsejee sintiéndome cada vez más debil.

—¡no tenía opción, el dijo que...

—¡suficiente!—grito SeoHoon.

Mi cuerpo empezó a debilitarse, las punzadas en mi pierna se volvieron mas intensas, mi cabeza daba vueltas, no podía escuchar nada aparte de murmullos.

—yo...te mataré—empece a ver todo borroso—te...mataré.

Me desmaye no sin antes ver cómo Michael recibía un sobre de parte de SeoHoon, este me miraba como una cosa insignificante.

Te odio Michael.