Nueve Lazos De Magia

Cuando Donovan al fin consiguió la custodia de Marisol, con ayuda de Ezequiel, quien era un genio informático, le implanto un rastreador a la niña por encima de la rodilla, a la mitad del muslo, la razón por la que habían elegido dicho lugar era porque no era incómodo para Marisol a la hora de cambiarlo, además de que no era un lugar muy común para poner rastreadores, por lo que era muy difícil que alguien lo descubriera.

- ¿Le pusiste a tu hermana un rastreador? – pregunta Tana sin creer lo que Donovan hizo.

- Eres un genio – dice Beth quien toma el aparato en sus manos – ¿cómo funciona? – pregunta la joven quien al tomarlo se da cuenta de que no recibe ninguna señal.

- Un amigo y yo lo diseñamos para que reciba la señal del localizador de que hay en Marisol, pero debido a que una salida de señal constante puede llamar la atención rápidamente, el rastreador en Marisol manda una señal cada cierto periodo de tiempo por unos cuantos segundos, de esa manera es casi imposible que se note, ayer por la noche, mientras dormíamos mando la primera señal, y marco que estaba cerca de Moru – diese Donovan, quien toma el aparato de las manos de Beth y tras manipularlo un poco les enseña la ubicación que había recibió.

- Según nuestra investigación, Kino tiene una base allí, por lo que eso, sumado al rastreador de Donovan, nos da la ubicación exacta – dice Alejandro, ya que nota que la señal que Donovan recibió no es tan precisa y abarca una extensión muy grande.

- En ese caso hay que empezar a prepararnos, juntaremos a los mejores, así como el equipo necesario para entrar – dice Beth.

- Si no es pedir demasiado, yo quiero participar en el rescate – pide Tana.

- Yo también quiero hacerlo – les pide Donovan.

- Y así será, Tana, tú poses los nueve dones, eso te hace una aliada valiosa, y Donovan, en el poco tiempo que llevas aquí, has demostrado ser muy capaz, así que no duden en que ayudarán en esta misión, por lo que deberán entrenar, tener todo el operativo listo nos llevará 3 semanas, así que tiene ese tiempo para prepararse, Beth, tú los ayudarás a prepararse.

- A la orden – dice Beth, quien ya piensa en maneras para mejorar las habilidades de Donovan y Tana.

Los tres salieron de aquella pequeña sala de juntas y se dirigieron hasta los elevadores.

- Vayan a desayunar y a ponerse ropa más cómoda, si no tienen nada adecuado que ponerse, háganmelo saber, tenemos ropa de todas las tallas y es seguro que algo les servirá – les dice Beth a Tana y a Donovan.

- Si pudieras prestarnos algo de ropa te lo agradeceríamos, no llevamos mucho con nosotros y lo que vez es la última prenda de ropa limpia que nos queda y no es lo mejor para hacer ejercicio – dice Tana con una sonrisa algo avergonzada.

- En ese caso adelántense, yo les llevaré la ropa en un rato, y es más, guarden toda su ropa sucia en una bolsa, aquí contamos con un servicio de lavandería – dice Beth con una sonrisa tranquilizadora, y es que la pelinegra notó la incomodidad en Tana y lo último que quería era hacerla sentir mal.

- Si no es muy entrometido de mi parte, ¿me podrías decir cómo financian todo esto? – pregunta Donovan, y es que esa era una duda que le había surgido desde el día de ayer.

- Los defensores nos propusimos una misión muy ambiciosa, y no tardamos en descubrir que para llevarla a cabo necesitamos recursos, por lo que los defensores se propusieron generar esa riqueza, fue así como nació Kompanya, y aunque al principio no fue fácil, en estos momentos Kompanya es una empresa muy importante y que genera las ganancias suficientes como para mantener todos esto – les explica Beth

Kompanya fue la empresa que fundaron los Defensores, y la hicieron crecer hasta lo que era ahora, una de las empresas más ricas del mundo, los Defensores, para evitar que Dief atentara contra ellos se cuidaron para no levantar sospechas, siendo el rostro público zorros que tenían características que eran comunes tanto en zorros como en humanos, así que era imposible para sus enemigos descubrir su verdadera naturaleza, y esta táctica era algo que seguían haciendo en la actualidad, aunque ya era más difícil que Dief los atacara, ya que al ser una empresa tan reconocida al nivel mundial, un ataque de Dief hacia ellos llamaría demasiado la atención y pondría a aquella malvada organización en riesgo, y era que la táctica de los Defensores era usar a los humanos como escudo, al mezclarse entre ellos era más difícil para sus enemigos atacarlos, sobre todo porque estos intentaban mantener un perfil bajo.

Era por esta razón que a Alejandro le sorprendió que Dief hubiera atacado el pueblo de su amigo, al fin y al cabo era un lugar al que llegaba una respetable cantidad de turistas, lo que no lo hacía un blanco habitual para Dief, quienes buscaban lugares más aislados para no llamar tanto la atención, y el hecho de que se hayan arriesgado así solo podía significar dos cosas, la primera era que Dief pecaba de confiado, y es que llamar la atención de la sociedad no era nada bueno, ya que cuando las personas se veían afectadas representaban una fuerza a tener en cuenta, ya que la humanidad destacaba por su perseverancia, y la segunda era que estaban desesperados, y eso los había llevado actuar fuera de lo establecido, sea cual sea la opción, debían de usar la situación a su favor.

Donovan y Tana llegaron a su apartamento asignado, en donde encontraron la cocina y la despensa muy bien surtidas, por lo que no les costó mucho preparar un desayuno rápido, el cual devoraron en menos de 15 minutos, y es que el día de ayer estaban tan cansados que se saltaron más de una comida por dormir, y durante su viaje no se habían alimentado muy bien que digamos, así que este desayuno fue por mucho la mejor comida que habían tenido en días.

Acababan de terminar, cuando Beth tocó la puerta y les entregó la ropa que les prometió, la cual consistía en un pantalón deportivo y una playera negra para Donovan, y un pantalán deportivo y una camiseta roja para Tana.

- Bajaré a dejar su ropa, mientras tanto alístense y espérenme aquí, volveré pronto para llevarlos a donde entrenaremos – les dice Beth, quien no pierde tiempo en realizar lo que les ha dicho.

Por su parte, Donovan y Tana se dirigen a su habitación, y es que el apartamento consistía de dos habitaciones, un baño, una sala-comedor y una pequeña cocina, y el día que llegaron cada uno había elegido una de las habitaciones.

Como sincronizados, Donovan y Tana terminaron de cambiarse y Beth llegó a recogerlos al mismo tiempo, por lo que los tres volvieron a bajar, solo que esta vez para ir al gimnasio que había en el edificio.