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MI ESPOSO ES UN CEO

MI ESPOSO ES UN CEO

Status: En proceso
Genre:CEO / Arrogante / Amor-odio / Cambio de Imagen / Casada con el millonario / Jefe en problemas
Popularitas:78.8k
Nilai: 5
nombre de autor: Mar

Camilo Quintero es un hombre arrogante, que no tiene reparos en hacer sentir mal a los demás. No cree en el amor y se niega rotundamente a casarse. Sin embargo, su vida da un giro inesperado cuando su abuelo lo destituye del cargo de CEO, le quita todas las tarjetas de crédito, su dinero y le da un año para que consiga un trabajo digno y cambie su forma de ser.

En medio de su nueva realidad, Camilo conoce a Lucía Fernández, una joven humilde, sencilla y amorosa, todo lo contrario a él. Por circunstancias del destino, terminan conviviendo juntos y, poco a poco, se enamoran. Sin embargo, la familia de Lucía no lo acepta, convencida de que su hija merece a alguien mejor y no a un “bueno para nada” como Camilo.

NovelToon tiene autorización de Mar para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPITULO 16

Mientras Camilo y Lucía vivían su sueño en París, compartiendo paseos por el Sena, cafés al atardecer en Montmartre y besos frente a la Torre Eiffel, al otro lado del mundo, en una oficina iluminada por el reflejo de una lámpara, Víctor hervía de furia.

—¡No puede ser que no hayas podido averiguar dónde está Camilo! —exclamó, golpeando con el puño cerrado el escritorio de caoba—. ¿Por qué el abuelo se está encargando de la empresa? ¡Ese viejo no sabe cómo se maneja nada en el siglo XXI!

El investigador, un hombre alto y delgado, con gafas redondas y una expresión permanentemente cansada, respiró profundo antes de responder.

—Lo lamento, señor Víctor. Pero todo rastro de su medio hermano ha desaparecido. Lo último que sabemos es que tomó un vuelo a París hace unos días. Desde entonces, ni tarjetas, ni llamadas, ni registros. Es como si se lo hubiera tragado la tierra.

Víctor se pasó la mano por el rostro con exasperación. La mandíbula apretada, el ceño fruncido. No soportaba no tener el control. No soportaba que Camilo, siempre tan idealista, siempre tan... perfecto, se saliera con la suya una vez más.

—Pero hay algo —continuó el investigador, colocando una carpeta negra sobre la mesa—. Pude acceder a una copia del testamento de su padre. En especial, a las cláusulas que dictan cómo se repartirá la herencia.

—¿Qué es esto? —preguntó Víctor, tomando la carpeta con manos temblorosas, una mezcla de ansiedad, esperanza y rabia contenida.

—Ahí está la información que necesita para quedarse con la parte de la herencia que le corresponde... si cumple los requisitos —dijo el investigador, con un dejo de desdén. No le agradaba ese hombre que siempre exigía sin agradecer.

Víctor abrió la carpeta. Sus ojos se deslizaron con rapidez sobre el texto mecanografiado, buscando lo esencial. Su rostro se transformó. De la confusión a la incredulidad. De la incredulidad a la ira.

—¡Esto es absurdo! —gruñó—. ¡No puedo creer que mi padre haya puesto esta... esta estupidez como condición!

—¿Cuál es el problema? —preguntó el investigador, aunque ya lo sabía.

—Primero, que uno de sus hijos se case. Segundo, que el primero en tener un hijo —un hijo legítimo, por supuesto— será quien herede el 70% de todo. ¡¿Qué clase de juego macabro es este?!

El investigador se encogió de hombros, intentando mantener la profesionalidad.

—Si ninguno cumple, la herencia pasa a manos de un fideicomiso que beneficiará a causas sociales. Su padre fue muy claro. Quería asegurarse de que sus hijos formaran familias, que maduraran...

—¡¿Madurar?! —repitió Víctor, echándose hacia atrás en la silla—. ¿Acaso no soy yo el que ha trabajado en la empresa desde los 20? ¿No he sido yo el que ha cerrado contratos con medio mundo mientras Camilo viajaba por Asia a "descubrir su esencia"? Y creo su propia empresa.

—No está en mí juzgar, señor Víctor —dijo el investigador, pero su tono indicaba lo contrario.

Víctor se levantó y comenzó a caminar de un lado a otro de la oficina.

—Muy bien... si esas son las reglas, entonces jugaré. Me casaré la próxima semana. Encuéntrame una candidata. Alguien que acepte, alguien... obediente. No me importa si es por dinero o por estatus, ¡pero necesito asegurar esa herencia! Y otra cosa que Camila no se entere de mis planes.

—¿Y Camilo? —preguntó el investigador.

—Encuéntralo. Quiero saber qué está tramando. Y si está con alguien ... —su voz se volvió hielo—, asegúrese de que meterse en medio podría ser peligroso.

París la ciudad del amor.

Camilo y Lucía caminaban tomados de la mano por la Rue de Rivoli. La lluvia fina les mojaba el cabello, pero no les importaba. El mundo les sonreía, y ellos le devolvían la sonrisa. Después de años de incertidumbre, rupturas, secretos familiares y mentiras, por fin Camilo se sentía libre, feliz y en paz y todo gracias a estar junto a Lucia.

—¿Te imaginas quedarnos aquí? —dijo Lucía, con los ojos brillando de ilusión—. Abrir una galería, quizás. O una cafetería con cuadros tuyos en las paredes.

Camilo rió suavemente.

—Contigo a mi lado, cualquier lugar es un hogar.

Una semana después, Víctor estaba en un salón blanco lleno de flores falsas y velas aromáticas. A su lado, una joven de apenas veintitrés años —Zulay — sonreía nerviosamente, vestida con un elegante traje de novia que había elegido ella.

—No puedo creer que esto esté pasando —susurró ella—. Hace apenas tres días te conocí.

—Y hace tres días te dije que cambiaría tu vida , todo esto es un contrato —respondió Víctor, ajustándose el traje. Ni siquiera la miró.

El juez comenzó a hablar, y los votos fueron pronunciados. No hubo emoción, ni amor, ni lágrimas sinceras. Solo un contrato. Un paso más hacia el poder.

Tras la ceremonia, Zulay fue conducida a la mansión de Víctor, sin embargo él regresó directamente a su oficina.

—¿Alguna noticia de Camilo? —preguntó apenas cruzó la puerta.

—Sí —respondió el investigador, levantando la vista de su teléfono—. Está en París , en su luna de miel. con Lucía Fernández.

—¡Maldita sea! —gruñó Víctor, lanzando un golpe con el puño cerrado sobre el escritorio—. ¡Se casó primero que yo! Eso significa que si tiene un hijo antes que yo... ¡él se quedará con el setenta por ciento de la herencia!

Caminaba de un lado a otro por la oficina con las manos entrelazadas tras la nuca, furioso, frustrado, como un animal enjaulado.

—Así es, jefe —respondió el investigador con voz grave, impasible como siempre, observándolo en silencio.

—¿Dónde está Vanessa? —preguntó Víctor, sin voltear, con la mirada fija en el horizonte que se veía a través del ventanal de su oficina. El sol comenzaba a caer, tiñendo el cielo de un naranja apagado que no lograba apaciguar la tormenta en su interior.

—Está en el apartamento, con el pequeño Ricardo —informó el investigador, abriendo un pequeño cuaderno donde anotaba cada movimiento.

Víctor asintió lentamente, pero sus ojos seguían ausentes, perdidos en un mar de pensamientos confusos. Se cruzó de brazos y se quedó inmóvil durante unos segundos.

—No quiero que Vanessa sepa que me casé con Zulay... —dijo finalmente, en un tono más bajo, casi murmurando para sí mismo—. Ella es la madre de mi hijo, sí... pero empiezo a sospechar que está conmigo solo por interés. Tal vez cree que, al ser el heredero mayor de mi padre, lo tendrá todo asegurado...

El investigador lo miró con atención, pero no dijo nada. Sabía que cuando Víctor hablaba así, necesitaba soltar su verdad sin interrupciones.

—A veces me pregunto si alguna vez me quiso de verdad... —añadió él, con un suspiro cargado de amargura—. Todo parece un juego de poder, una guerra silenciosa por dinero, herencias y posición. Pero mi hijo no es parte de ese juego. No quiero que lo arrastren a eso.

—¿Está pensando en pelear por la custodia total del niño? —preguntó el investigador con seriedad, como si ya hubiera previsto esa posibilidad.

Víctor se giró lentamente hacia él. Sus ojos oscuros brillaban con una mezcla de determinación y rabia contenida.

—Cuando todo esto termine, sí. Quiero la custodia completa de Ricardo. No quiero que crezca en medio de mentiras, ni que sea utilizado como moneda de cambio. Mi hijo es lo único real en esta farsa... y no pienso perderlo.

—Si eso es lo que desea, me pondré a trabajar desde hoy mismo —dijo el investigador, haciendo una leve inclinación con la cabeza.

Víctor asintió. No había más que decir.

El investigador se dirigió a la puerta, pero antes de salir, se detuvo un segundo y giró levemente el rostro hacia él.

—¿Está seguro de que Zulay es la mujer indicada para acompañarlo en esto?

Víctor no respondió de inmediato. Se quedó en silencio, observando cómo las luces de la ciudad comenzaban a encenderse una a una, mientras su mente luchaba entre la ambición, el miedo y un deseo profundo de proteger lo poco que aún consideraba suyo.

—Zulay es parte del plan —murmuró finalmente, con voz seca—. Solo eso.

El investigador asintió sin cuestionar más y salió cerrando la puerta tras de sí, dejando a Víctor solo en la inmensa oficina, rodeado de sombras y decisiones que pronto cambiarían su vida para siempre...

Continuara...

1
Alba Rosa Jimenez Puyosa
muy buena novela todos se tardaron poco a poco ya se van a encontrar es otra que Camilo va a hacer Alianza en los negocios con Lucía
𝓐𝓷𝓰𝓲𝓮 𝓭𝓮 𝓢𝓾𝓪𝔃𝓪 🦋
Jajajaja en pocas palabras tiene cara de zombie 🧟‍♀️
Maria Elena Martinez Lazaro
Lo sospeche desde un principio que la persona que le había terminado a Octavio era Hanna
Y@d3
3 semanas mi inútil bello para que te encuentres con Lucia y sepas que vas hacer papá 🥳🥳🥳😍
Y@d3
cllaaaarooooi que puedes ir cuando quieras... podrías irte lo más pronto posible gracias
Y@d3
jajajaja jajaja ay no la abuela Angie de verdad que es única 😅 😂😂... bueno abuela UD cómo no es nada inútil, pero un poquito salía digo sincera psss váyase o llame a sus amigos Bernardo y Anastasia y dígale que serán abuelos para que ayuden a decirle a Camilo ñ. él se tiene que enterar. o Hanna UD llame al padre de su criatura él merece saber que será papá.
Marcela Lopez
genial
Marcela Lopez
la abuela es tenas mapache atropellado 🤣🤣
mariela
Eran muchos y ahora llegarán dos bebés Angie siempre con sus ocurrencias pero vaya sorpresa que se llevarán cuando aparezca Alirio Montenegro para saber la verdad del porque Lucrecia desapareció y no dijo nada sobre su embarazo y Hanna tendrá que decirle a Lucia el nombre del padre de su hijo y seguirán las sorpresas.
🇻🇪 Liss
uy cuidado y si cuñada se le antoja tener algo con usted
Patricia Salazar
Es sólo un abrazo 🤦‍♀️ no hay que ser mal pensada 🤷‍♀️ Mili sabe que Lucía puede ser su hermana 😊 en su debido tiempo, todo la verdad se sabrá .
Gracias Mar por la maratón 😘😘😘
Patricia Salazar
Ohhh Camilo, que hiciste 🙈 es verdad lo que dicen 🤷‍♀️ cuándo uno está adolorido, en el momento 😞 no ve, las estupideces que cometemos 😭😭😭
Patricia Salazar
Yo creo que todo tenía que pasar 🤷‍♀️ ya encontramos al padre de Lucía y primer amor de Lucrecia 😊 Dios obra de maneras misteriosas 🙏 ahora queda esperar que
se encuentren de nuevo, seguro que la madre hizo algo, en la desaparición de Lucrecia 🤔
Suleima Dominguez Guzman
gracias Mar por cada capítulo es única me encanta
Lety
Fue más inteligente el chofer😂😂😂😂🤭🤭🤭🤭
Lety
😂😂😂😂😂😂se paso Camilo
Maria Solorzano
Está abuela como me hace reír 🤣🤣🤣🤣
Maria Solorzano
🤣🤣🤣🤣
Maria Solorzano
Que todos se perdonen y se amen sin rencores 😍❤️👍👌
✨✨Esmeralda Guzman✨✨
jajajaja buena solución 😂😸😸😸
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