La Humana Despreciada Y El Rey Mago

De nuevo, el nudo en mi garganta. Otra encrucijada que amenaza con desatar la tormenta que llevo dentro. ¿Cómo les digo? ¿Cómo les explico a mis padres que la hija que creyeron muerta, la que lloraron amargamente, la que fue arrancada de su lado sin siquiera un cuerpo que velar, no está muerta? Que iGnar no solo nos la arrebató una vez, sino que nos engañó, nos hizo creer en su fin. Todos estos años, ella ha vivido prisionera, sufriendo horrores inimaginables a manos de ese monstruo. La revelación se siente como una bomba a punto de estallar.

Mis pasos me llevan al jardín, ese remanso de paz que mis padres crearon en honor a mi hermana, el lugar donde la sienten cerca entre la naturaleza que tanto ama. Hoy, sin embargo, mi corazón late con una mezcla de esperanza y dolor. Ella no está muerta, pero su alma y su espíritu han sido destrozados. Es nuestro deber, como familia, ayudarla a sanar.

__Hijo mío, ven, comparte una merienda con nosotros__. Me dijo mi madre, y una media sonrisa se dibujó en sus labios, una que imité al instante. Aunque el duelo por mi hermana aún la envuelve, se esfuerza en ocultarlo para no añadir más peso a mis hombros.

__Mamá, papá, tenemos que hablar__. Voy directo al grano, sabiendo que no hay forma de amortiguar el golpe de lo que estoy a punto de confesar.

__iGnar está cautivó en territorio vampirico por secuestrar a la reina__. La verdad estalló entre nosotros. Al instante, la rigidez invadió los cuerpos de mis padres; los nudillos de mi padre se blanquearon al cerrar los puños, y el brillo de las lágrimas se hizo evidente en los ojos de mi madre, una prueba innegable del impacto devastador de mis palabras.

__¿Te dijo dónde está el cuerpo de tu hermana para darle sepultura como se debe?__. Preguntó mi madre, luchando por contener un sollozo. A pesar de su esfuerzo, algunas lágrimas traicioneras escaparon de sus ojos.

__No__. Respondí, mi voz tiembla, ahogada por una verdad que aún me cuesta aceptar.

__Encontré algo mucho mejor, algo imposible de creer... pero es la verdad__. Mis padres me miran, con la incomprensión grabada en sus rostros, sin entender mis palabras. Para ellos, lo único que importa es recuperar los restos de su hija, darle una sepultura. ¿Cómo decirles que la he visto, que la he abrazado, que su hija está viva?.

La verdad se me clavó como un puñal de doble filo__Zoe está viva. No murió como nos hizo creer ese monstruo. Todos estos años la tuvo cautiva, sometida a horrores inimaginables. La Zoe que conocimos se ha esfumado; ahora es una sombra, rota, herida, sin pizca de esperanza__. La revelación no solo me destrozó, sino que también golpeó a mis padres. Sus ojos, llenos de una incredulidad desgarradora, no pueden asimilarlo. Las palabras se les atragantan, librando una batalla interna para procesar lo que acabó de decirles, aún sin poder entenderlo ni creerlo.

__Nos necesita. Está en su habitación, anhelando ese abrazo de la infancia que le permita empezar a olvidar, a sanar todo lo que ha vivido__. Volví a hablar, la voz firme a pesar del nudo en mi garganta.

__Zoe está viva y los espera__. Mis padres absorbieron la magnitud de mis palabras, el impacto haciéndolos ponerse de pie, con los ojos anegados. Mi madre fue la primera en intentar la carrera hacia ella, pero sus piernas, como de gelatina, se rindieron. Cayó, pero el desespero le dio la fuerza para levantarse de inmediato, con la misma urgencia. Sin embargo, el alivio y la emoción de saber que su hija está con vida son tan abrumadores que la volvieron a derribar. Mi padre, también tembloroso por las lágrimas y la emoción se apresuró a socorrerla, intentando cargarla, pero el esfuerzo fue inútil, su fuerza también lo abandonó producto del impacto de todas las emociones que están luchando en su interior.

Ayudo a mi madre a levantarse, ofreciéndole mi brazo como soporte para que no vuelva a caer. Mientras lo hago, volví a hablar__Zoe nos necesita más que nunca. Nuestra princesa está herida y requiere el amor y apoyo de su familia para empezar a sanar esas heridas en su corazón. Aunque no las causamos, las curaremos, porque ella merece ser feliz, libre de los malos recuerdos que ese desgraciado le causó__. Apenas mi madre aceptó mi brazo, me volví su ancla. Sus pasos fueron rápidos, una carrera desesperada hasta la habitación de Zoe, con mi padre siguiéndonos de cerca. Al llegar, la puerta se abrió revelando a Zoe acurrucada en una esquina de su habitación, con su pijama, el cabello mojado y los ojos llenos de lágrimas.

La escena que se desplegó ante mis ojos me partió el alma. Al ver a mis padres, Zoe extendió los brazos, tal como lo hacía de niña cuando anhelaba ser cargada. Entre sollozos, su voz se quebró__Su princesa ha sido lastimada, papi, mami. Los necesito... necesito su cariño, sus abrazos y sus mimos para volver a ser la princesa que un día fui y que me fue arrebatada a la fuerza__. Esas palabras, cargadas de un dolor tan puro, hicieron que el llanto contenido de mis padres estallara en un lamento desgarrador. Sus lágrimas, antes silenciosas, ahora vienen acompañadas de un gemido que me atravesó hasta lo más hondo, haciendo imposible que yo también contuviera las mías.

Mi madre, sin dudarlo, corrió hacia Zoe. Mi padre la siguió de cerca, y en un instante, ambos se arrodillaron a cada lado de mi hermana, estrechándola con una delicadeza que delata su debilidad, fruto de la falta de comida y agua. Ver a mi familia, juntos, abrazados y llorando con una intensidad que borraría cualquier mañana, me desgarró el alma. No pude soportarlo más. La imagen de la sonrisa de mi alma gemela irrumpió en mi mente, un ancla en medio del caos. Me teletransporté al hotel, la necesidad de ella quemándome por dentro. Aunque nuestra cita sea en tres días, la necesito, necesito desahogarme, o voy a terminar explotando. Aterricé en mi oficina y mi secretario, al sentir mi presencia, intentó entrar, pero lo detuve.

__Tráeme a Nayana__. Le ordené, la voz ronca__Mi reina. Con cualquier excusa. La necesito__. Mi secretario asintió y salió a cumplir mi orden, mientras yo dejé caer mi cuerpo sobre la silla al sentir que en cualquier momento mi cuerpo colapsaría por todo lo vivido en tan pocas horas.

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Feliz tarde 🪄 👑 🪄.