DEJARTE FUE MI ERROR

Miranda continuaba enfocada en su especialización y en el desarrollo de su bebé…  Por sentirse sola y por eso amor perdido que no terminaba de superar. Normalmente la imagen de la sonrisa que Richard dedicaba aparecía en su mente afligiendo su corazón roto, pero así mismo también recordaba la sonrisa de felicidad que él tenia cuando salió de la iglesia tomado de la mano de la mujer que escogió como su esposa, y eso bastaba para devolverla a la  realidad, y exigirse dejar de lamentarse por algo inexistente en su vida.

Para tratar de evitar la tristeza que, aunque no quisiera inevitablemente la alcanzaba, pensaba en su hijo, en lo que significaba para ella llevarlo en su vientre y sentirlo crecer cada día. Su emoción fue inmensa al sentir sus primeros movimientos y allí si se permitió llorar, pero de felicidad… Miranda también encaraba su situación, recordando una frase que había leído en algún momento; “Si no puedes reír varias veces de una sola cosa… ¿Por qué llorar por lo mismo una y otra vez?

Tenía lógica para ella, sabia que tuvo un motivo para llorar, pues jamás ni en sus peores sueños, imaginó enamorarse y menos ser rechazada y abandonada… más ahora tenía otra poderosa razón para ganarle a la tristeza y reír, las veces que quisiera, y en ella encontrar la felicidad que creyó perdida.

Cuando llegó el momento del nacimiento de su hijo, Miranda estaba dominada por el miedo, algo normal para una primeriza y más aun cuando la criatura decidía salir antes de la fecha pautada y lejos de los cuidados médicos… pero agradeció inmensamente al cielo que el alumbramiento se dio en el orfanato, donde las hermanas con mucha templanza y cariño la ayudaron a calmarse y la acompañaron en todo el arduo proceso de traer a su hijo al mundo.

Miranda trajo al mundo el ser que cambiaria su vida para siempre, Jonathan llegó a la vida de su madre a cultivar un nuevo sueño que involucraba una nueva etapa de su camino.

A pesar de ser inexperta, Miranda supo defenderse y responder con las responsabilidades que implicaba velar por un bebé. Se dedicó con amor absoluto a su hijo con el propósito de generarle seguridad, principalmente emocional. Siempre contó con el apoyo de las hermanas. Su hijo estaba rodeado de mucho amor, tanto el de su madre como el de las hermanas y niños del orfanato, donde se lo cuidaban cuando Miranda debía ir a cumplir con su trabajo.

Cuando se cumplió su tiempo de post parto, y debía dejar a su bebé para incorporarse al trabajo, fue un momento difícil para ella, pues dejar a su hijo después de estar dedicada exclusivamente a él, era doloroso para ella.

. – Ve con confianza Miranda – Le decía la madre superiora – ¡Tú sabes que aquí estará bien cuidado!

. – Sí lo sé madre, es solo que… - Ella no pudo evitar derramar lágrimas de tristeza, porque indisputablemente le costaba separarse de su hijo.

. – Lo sé hija… - La consoló la hermana tomando al niño de los brazos de su madre.

. – Te amo mi bebé, mamá volverá por ti ¿Sí? – Le decía Miranda mientras su criatura la observaba con sus ojitos hermosos, y se lo entregaba a la hermana – ¡Siento que lo estoy abandonando! – expresó llorando.

. – ¡Eso sí que no niña! – la reprendió la hermana – Tu eres una excelente madre y en menos de lo que te imagines lo tendrás en tus brazos nuevamente…

. – Gracias madre, no sé qué haría sin ustedes, estoy segura que no podría dejárselo a nadie más – Le dijo aferrándose a la madre y a su hijo – Chao amor mío, te amo hijito, no quisiera dejarte, pero mami debe ir a trabajar y… - No pudo terminar porque fue interrumpida por la risa de las hermanas.

. – Jajaja ya vete hija, que jhon te entiende ¿Verdad cariño? – le preguntó la madre al niño que sonriente se movió en sus brazos – Ves, él sabe que volverás, así que adiós, que el que mucho se despide poco se quiere ir…

Así fue como Miranda dejando a su hijo en las mejores manos retomó su trabajo y continuo con su proyecto… convirtiéndose en cazadora de socios que quisieran formar parte de su sueño.

. - ¿Tienes idea de lo que cuesta iniciar una clínica? Tendrías que invertir miles de dólares ¿Acaso los tienes? Porque de no ser así estas soñando mucho…

Esas eran palabras de uno de los escépticos, en una de las reuniones que organizaba Miranda para dar a conocer su propuesta. Pero ella no se rendía ante los que no le daban crédito, al contrario, eso le daba más motivos para demostrar lo equivocados que estaban…

. – Por supuesto, además claro que comenzando no será una infraestructura tan grande como esta – Decía dirigiéndose a todos – Yo tengo una casa que he ido modificando, y esta ideal para comenzar…

. – ¿Una casa? – pregunto de forma despectiva, lo que Miranda le confirmo – Aja, pero y

los permisos, las…

A Miranda le irritaba toparse con gente tan pesimista y cuando le iba a responder,

alguien del grupo se le adelantó…

. – Disculpe Doctor – lo cortó con fastidio una Doctora que estaba interesada en el proyecto – Pero si no va a sumar, por favor tampoco reste, aquí todos sabemos cuales son las normativas y requisitos que se exigen para poder obtener la habilitación, y trabajaremos en función de conseguirlos…

. – ¡Por supuesto, todo se hará bajo las regulaciones del departamento de salud!

¿Acaso este piensa que iniciaré una clínica clandestina? Pensó Miranda molesta…

. – Si, pero … - insistía el hombre en poner trabas.

. -  Ay no, hasta luego señor… - Soltó exasperada la Doctora, quien era especialista en traumatología que estaba bastante contagiada con el proyecto presentado por Miranda, que era muy ambicioso para alguien tan joven – Me estresa el pesimismo y si hay alguien más al estilo del señor, bien pueda, allí está la puerta – Terminó señalando hacia la salida.

Miranda ante la reacción de la Doctora Nayleth, le sonrió en agradecimiento por ayudarla a frenar a ese incrédulo hombre sin proyección, gesto que no pasó desapercibido para el hombre en cuestión, quien molesto se levantó y se fue…

. -   Uy no, discúlpame colega, pero ya me tenia aburrida… - Los demás asistentes asintieron en acuerdo con lo dicho.

. – No te disculpes, estaba así – señaló sus dedos – De decirle lo mismo, pero gracias por adelantarte, y bueno pasemos la página y continuemos…

Miranda siguió encontrando en su camino detractores, pero también ganando afectos, y eso le daba esperanzas, porque al final no hacia falta el que se iba, sino el que se quedaba.

En consecuencia, Miranda logró animar definitivamente, a varios buenos Doctores para un total de seis especialidades, ginecólogos, traumatólogos, internistas, cardiólogos, neurocirujanos y pediatras, con eso comenzarían. Ella estaba sumamente feliz y comenzó con la ayuda de todos a gestionar los tramites legales, al mismo tiempo que contrataban, un abogado, contador, administrador y demás personal.

Más la felicidad de Miranda se vio opacada por las insinuaciones del Doctor apático que de manera negligente la acusó en la dirección general de la clínica, alegando quería perjudicar el centro medico al convencer a varios colegas de irse y querer hacerle competencia con su clínica, cosa que estaba más lejos de la verdad.

Todo eso llevó a que Miranda se viera obligada a renunciar, pero como lo que no te mata te fortalece, ella supo sacarle provecho a eso, pues así quedó con el tiempo necesario para gestionar los tramites que hacían falta, como para su hijito.

Un año después justo cuando recibía su titulo y su bebé cumplía 1 año… comenzó a funcionar su clínica, “La clínica Metropolitana Santa María” así que ese año miranda tuvo motivos para celebrar…