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«Una Amante Por Contrato»

«Una Amante Por Contrato»

Status: Terminada
Genre:Completas / Amor prohibido / Dominación / Traiciones y engaños / Romance entre patrón y sirvienta / Esclava / Sirvienta / Venderse para pagar una deuda / BDSM / Romance de oficina / La mimada del jefe / Mujer despreciada / Casada con el millonario
Popularitas:1.9M
Nilai: 4.6
nombre de autor: Ana de la Rosa

Un deseo por lo prohibido

Viviendo en un matrimonio lleno de maltratos y abusos, donde su esposo dilapidó la fortuna familia, llevándolos a una crisis muy grave, no tuvo de otra más que hacerse cargo de la familia hasta el extremo de pedírsele lo imposible.

Teniendo que buscar la manera de ayudar a su esposo, un contrato de sumisión puede ser su salvación. En el cual, a cambio de sus "servicios", donde debía de entregársele por completo, deberá hacer algo que su moral y ética le prohíben, todo para conseguir el dinero que tanto necesita...

¿Será que ese contrato es su perdición?

¿O le dará la libertad que tanto ha anhelado?

NovelToon tiene autorización de Ana de la Rosa para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 14

— Bien, a partir de este momento no puede pronunciar palabras. Si sientes necesidad de hacerlo, hágamelo saber con un gesto.— aclaró Yeikol

Él, la condujo a la cama. Muriel estaba tan nerviosa, que su mente divagaba por un laberinto de terror y suspenso. Quería perder el conocimiento, y recuperar su cordura cuando ya todo hubiese pasado.

Como no podía hablar, le apretó la mano a Yeikol, con fuerza.

— ¿Qué deseas?

— ¿Me regalaría un trago de eso que tomó?— definitivamente, no estaba en sus cabales.

Era la primera vez que sentía la necesidad de probar alcohol. Yeikol le dedicó una mirada fría. Obviamente, no le molestaba que tomara alcohol, pero sí que lo hacía por él.

— Pensé que era religiosa.— comentó Yeikol

— Deje la religión. Usted me motivó hacerlo.

Yeikol en ese momento recordó las palabras de Alfred. Siempre le dijo que ella era diferente y no le hizo caso. “¿Acaso esta mujer de verdad cree que soy un monstruo?”, se preguntó el hombre, un poco molesto.

Le sirvió el trago de whisky y se lo entregó. Ella se lo tomó de un solo sorbo e hizo un gesto de desagrado, pues la verdad, no le gustó el sabor. “Dios, siento que me quema la garganta”

Yeikol se quitó la camisa. Muriel miró el torso desnudo del hombre y volteó el rostro, apenada.

Yeikol buscó un antifaz, se lo mostró y le preguntó. — ¿Crees que así estaría más cómoda? — ella asintió con la cabeza.

Él le colocó el antifaz y la acomodó en medio de la cama. Sujetó cada una de sus extremidades a los barrotes, de una manera que no se podía mover. Buscó una tijera, y empezó a cortarle la falda desde el ruedo. Suavemente, iba cortando la tela, haciéndola jadear, por el metal frío recorriendo su piel.

Yeikol puso el objeto cortante a un lado, se subió a encima de ella y con ambas manos tiró de la blusa, rompiendo todos los botones, dejándola en ropa interior.

“¿Cómo voy a llegar a mi casa? Acaba de rasgar mi ropa”, pensó una asustada y avergonzada.

Él se quitó de encima de ella y la observó por varios segundos. Tenía puesto una braga conservadora y un sostén sin copa, ambos de color marrón. “Qué mujer tan anticuada”.

Después procedió a cortar lo demás. Se sentó a su lado, sostuvo el objeto cortante y lo fue rozando por su piel hasta llegar al sostén. De un solo piquete cortó la tela. Dejando su delicada piel al desnudo.

Fue imposible para él no reaccionar, ante tanta belleza. Ya que sus pechos eran increíblemente deslumbrantes. Su textura firme, lo llevaron a querer tocar y así lo hizo. Delicadamente, tocó y masajeó esas áreas prohibidas, pero por las que había pagado. Su tacto agradable cambio a uno salvaje, provocando en ella un gemido doloroso.

Muriel, al sentirse perdida, expuesta totalmente ante él, no pudo evitar llorar. Por suerte, el antifaz negro absorbió las lágrimas.

Yeikol terminó de cortar la ropa interior.

Después de mirarla fijamente, completamente desnuda, quedó cautivado. Ella era perfecta. “Joder, nunca imaginé que fuera tan hermosa”, pensó él. La observó y la detalló por varios minutos.

Muriel se asustó, no lo escuchaba, pero podía sentir sus sombríos ojos recorriéndola. Esa sensación de ser observada, provocó en ella un manojo de nervios, angustia, desesperación, y una vergüenza infinita. De pronto, se escuchó el sonido de unos objetos.

Él le quitó el antifaz. Pudo notar que había llorado y eso le molestó enormemente. Se frotó las sienes y le dijo; — Muriel, por esta ocasión voy a pasar por alto sus lágrimas, pero por favor, no hagas que me arrepientas. No le voy a hacer daño.

Buscó una bandeja con diferentes tipos de juguetes eróticos, grandes, pequeños, y de distintas formas. Se lo mostró y le preguntó, “¿Cuál quieres?”.

Muriel no sabía cuál elegir, puesto a que nunca había utilizado nada de ellos. Pero buscando simpleza, eligió uno de los más pequeños. — El de color rosa y plateado.

Yeikol volvió a guardar los demás. De una mesa, agarró unas pinzas de color rosa, que era el conjunto del objeto elegido.

— Muriel, le recuerdo que tienes prohibido pronunciar palabras. No importa lo que estés sintiendo.— dijo acercándose a ella.

Ella asintió con la cabeza. “No voy a sentir más que asco y repulsión. Usted es el hombre más enfermo que he conocido, y yo una infiel”

Yeikol la miró exhaustivamente, ella volteó el rostro, evitando contacto visual. Estaba roja de la vergüenza. Jamás supuso estar frente a su jefe completamente desnuda, con las piernas abiertas, dándole acceso a toda su cavidad.

Él se desnudó, y con intenciones de saciar sus más sórdidos deseos, se apoderó de su labio inferior, dándole una mordida trituradora, aunque no la besó. Después, fue dejando mordidas agridulces por todo su cuerpo.

Le colocó las pinzas en las zonas sensibles y prendió el juguete sexual, justamente en su entrepierna.

Muriel empezó a experimentar placeres que nunca había sentido antes. Pero también podía sentir dolor y eso excitaba al hombre.

Yeikol, después de tocar y ultrajar el cuerpo de la mujer, a su antojo, la desató de todos los barrotes.

Muriel, aún temblorosa, asustada, y agitada, lo miró sorprendida y con timidez. “Dios mío, ¿Qué fue todo eso?”, se presentó asimilando la sensación de placer que experimentó.

Ella, al observar detenidamente la virilidad de Yeikol, abrió los ojos como platos. “Seguro esto será muy doloroso”, se dijo para sí misma, al verlo colocarse el preservativo.

Él le susurró al oído.— Déjese llevar.— Le puso un sujetador con las manos en la espalda. La tumbó en la cama, quedando en una posición agradable para él y con una maravillosa vista.

Si bien, para él era excitante esa posición, para ella era un suplicio. Ya que su esposo la lastimaba cada vez que lo hacían de esa manera. Se preparó mentalmente para soportar en silencio.

Yeikol le propinó una fuerte nalgada, dejando la mano marcada en la zona del toque. Con ambas manos le acariciaba la piel.

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Candelaria Cantillo
Está Súper emocionante con Milena no tiene problema ella le va a dar el divorcio y con el desgraciado del Noah no más con ofrecer le una buena cantidad de dinero enseguida acepta
Candelaria Cantillo
Jajajaja Muriel el solito se enteró que estás embarazada
Candelaria Cantillo
Yo té felicito por está hermosa historia 😊muy diferente a las que eh Leído y también quiero una mini historia con Milena ☺️❤️
Candelaria Cantillo
Ufff que se traerá está mujer debe estar que se la lleva el diablo por dentro pero espero por favor Escritora que a Muriel y a su bebé no les pase nada
Candelaria Cantillo
y la Milena que dejé tanto dramatismo porque si ella hubiera querido su bebé no lo hubiera puesto en riesgo
Candelaria Cantillo
No estoy dé acuerdo con Muriel de decir que el no va a saber nunca de su hijo
Magdalena Petrazzini
Felicitaciones escritora, es muy linda tu historia y fue un placer leerla, y te digo si me encantaría que Milenia encuentre el verdadero amor y pueda tener un hijo.
Te deseo muchos éxitos en tu próxima novela😘🌹❤️🫶🤗⭐⭐⭐⭐⭐👏👏👏👏👏👏👏👏
Magdalena Petrazzini
Excelente
Candelaria Cantillo
Ella no se cuido si le dolía el vientre de lógica tenía que acudir al médico pero prefirió irse a trabajar como si a ella le hiciera falta dinero siendo esposa de un millonario y ella también es adinerada
Adriana Caturelli
muy buena tú novela,felicitaciones así me gustan una
uy buena narración.
Candelaria Cantillo
Éste capítulo me dejó con una tristeza 😭😭😭😭😭😭😭😭😭 me siento mal a las 12 y 22 minutos a m todo por esta pareja de enamorados y también por mí querida Escritora
Candelaria Cantillo
Ollé pareciera que Milena anduviera persiguiendo a Muriel
Marlene Ramírez Cortés
Excelente
Marlene Ramírez Cortés
Bueno
Leonor Franco Juarez
sí me gusta pero la historia de la familia de mafiosos n tuvo un final
Maine Hueraman
Excelente
Candelaria Cantillo
Ollé se me hizo raro que el no la aiga acompañado a su primera cita de control si es su primer hijo y el desea ser padre
Candelaria Cantillo
Será que Milena no está embarazada está historia está súper emocionante gracias a la escritora por compartirla
Candelaria Cantillo
Yo no entiendo que está buscando está Milena y que está tramando con querer tener una buena relación dé amistad con Muriel si ella sabe qué ella es La amante del marido
Maritza Valens Duque
Normal
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