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Sangre De Luz

Sangre De Luz

Status: En proceso
Genre:Yaoi / Vampiro / Romance paranormal
Popularitas:313
Nilai: 5
nombre de autor: juana silvestre garcia Sánchez

En la isla de Hematera, dividida entre humanos y vampiros, el destino de dos hermanos gemelos, Fabián y Francisco, ha estado marcado desde antes de su nacimiento. Fabián sacrificó la mitad de su alma para volver a nacer y proteger a Francisco, aun si eso significaba vivir apenas veinte años. Sin embargo, su vida se ve trastocada cuando el amor, la traición y la sangre lo arrastran a un mundo donde ángeles, demonios y vampiros luchan en silencio por el dominio y la redención.

Convertido en vampiro contra su voluntad, Fabián deberá enfrentar la verdad sobre su corazón de ángel

Entre guerras celestiales y heridas que no cicatrizan, la esperanza se enciende en la oscuridad: la unión de sangre y espíritu de

NovelToon tiene autorización de juana silvestre garcia Sánchez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Ángel vampiro

Las lágrimas caían sin control del rostro de Kael, su corazón latiendo a toda velocidad, como si quisiera escaparse de su pecho, mirando como Albus se defendía como podía de las almas que lo arañaban y golpeaban sin control

la desesperación le apretaba el pecho como una serpiente, no sentía nada más que esa angustia inundando cada centímetro de su ser mientras que su temperatura subía, fiebre de 38 y cada segundo subía más

Levantó la mirada, dorada como una estrella mientras un par de alas amarillas rompieron su playera al salir de su espalda y una aureola roja apareció en su cabeza con un grito agudo que venía desde lo más profundo de su ser, como el llamado de un águila renovada

Se lanzó a proteger a Albus con su propio cuerpo, sus alas fuertes golpeaban las almas para alejarlas de él, su poder de vampiro se mezclaba con sus dones de ángel de luz generando un eclipse de poderes único en su tipo, su determinación era mucho más grande que cualquier herida que pudiera recibir de las almas, Fabián le ayudaba mientras los demás se alejaban del lugar a uno más seguro, cuando las almas se alejaron Kael levantó a Albus del suelo y lo abrazó con fuerza

Albus lo miraba con admiración y orgullo, era fuerte, tan poderoso como creía que sería– gracias… hijo… por no abandonarme– le dijo con la voz cansada, acariciando su cara como forma de agradecimiento

Fabián– corre… llevalo a un lugar seguro

Kael levantó a Albus en brazos para levantar vuelo con sus alas amarillas a donde estuviera el lugar seguro para todos, Fabián buscaba a su hermano al sentir su latido, la tensión de escuchar a su hermano y a los demás al mismo tiempo para no perderlos de vista

El ángel peleaba con gran maestría a pesar de sus limitaciones, los ojos de sus alas haciendo un terrible esfuerzo por ver y proteger al mismo tiempo, Caín llegó en llamada con Abel quien le decía qué hacer– ayudalo… no dejes que lo maten

Caín corría mientras que el ángel comenzó a sangrar de la columna y los gritos salían de su garganta como aullidos de dolor incontenible, su cuerpo exhausto por el esfuerzo

Caín– ¡está colapsando!... no puedo defenderlo de las virtudes

El ángel notó que los ojos de sus alas ya no veían nada y como última opocion se quitó las vendas de los ojos que enseguida comenzaron a doler ante la luz, los forzó a abrirse, sangrando en el proceso para atacar

Fabián y Francisco se acercaron pero no podían hacer más que mirar, su poder no competía con ángeles y mucho menos con las virtudes del cielo que atacaban al ángel sin piedad o consideración

Desde la oscuridad, los 7 pecados capitales salieron con los ojos brillando en rojo, pero no atacaron al ángel si no a las virtudes defendiendo al ángel por súplicas de Abel quien había bajado al infierno a suplicar piedad para Amariel quien sufría de hipersensibilidad a la luz por pasar tanto tiempo en la oscuridad, solo hablaba latín y había olvidado como hablar por lo que solo gritaba de vez en cuando para demostrar su dolor además de no poder llorar más

En el suelo Amariel se dio cuenta de que los ojos que buscaba eran los de Sergio que corría de la mano de David, él ángel desesperado por el dolor que sentía se lanzó sobre él tratando de buscarle los ojos

David se levantó intentando quitar al ángel de encima de su hermano, pero sus intentos eran inútiles, sus alas eran demasiado fuertes para acercarse, impotente lloraba aún tratando de atacar al ángel que extraía uno de los ojos de Sergio con una pluma afilada

Los gritos desesperados de David pidiendo piedad por su hermano hicieron que amariel se detuviera, eran hermanos, se defendían, parecían quererse ¿que era eso?, nunca lo vivió

Un golpe de Franciso lo hizo caer de lado con las manos llenas de sangre, David abrazaba a Sergio mientras él se sujetaba la herida en su ojo, ese calor que emanaba de los hermanos era algo que nunca había visto, se frotó los ojos para limpiar la sangre y enfocar la vista

La imagen de Francisco y Fabián defendiendo a David con Sergio en los brazos fué demasiado para él, la imagen de sus hermanos mirándolo desde arriba con ese desprecio cortante, ese rechazo era una tormenta de ácido sobre su corazón, sus pupilas temblaban al recordar ser pequeño, mirar hacia arriba, el rostro de sus hermanos que ni siquiera lo miraban

Rodeaba la cintura de su hermano mayor con sus pequeños brazos buscando una simple mirada, ellos avanzaban haciendo que cayera al suelo, dejando su alma rota detrás sin girar sus ojos a él, ¿por qué? ¿que había de malo en él? ¿realmente era tan malo?

Miro sus manos llenas de sangre, era verdad, era tan malo como decían sus hermanos, por eso no podía ver la luz, cayó de rodillas, las lágrimas cayendo de su cara, cansado, con las alas a ras de suelo, levantó la cabeza al cielo, miraba a las virtudes peleando contra los pecados

Con un hilo de voz, frágil y lleno de pesar dijo– Moriendum est mihi– cerró los ojos con pesar esperando que lo atacaran

Fabián y Francisco se rehusaban a atacar, no querían lastimarlo, Amariel abrió los ojos, la dulzura y la piedad en los ojos de los hermanos lo hicieron sonreir, no necesitaba ver más

Cerró los ojos para dejarlos descansar antes de levantarse y usar los ojos de sus alas una vez más, atacó a las virtudes con una luz cargada de dolor y desesperación, pero también con un toque de esperanza

Cuando pecados y virtudes estuvieron separados Amariel se arrodilló en el suelo para decir con la voz apagada– Dēdō me

Solo los pecados y las virtudes entendieron eso, una virtud se acercó a él con la espada lista, los pecados se alejaron sin querer intervenir, Amariel cerraba los ojos resignado a lo que fuera a pasar

Fabián se puso enfrente alejando la espada de la virtud del ángel, Francisco se puso delante seguido de Erick, Albus y Kael quien no dejaban acercar a nadie, Amariel estaba paralizado al verlos defenderlo como si fuera algo inaudito

La virtud con molestia dijo– se rindió… debe morir…

Fabián decidido dijo– ¡no!... no me importa si se rindió ante ustedes… merece vivir tanto como cualquiera

Todos seguían en guardia como una muralla fuerte delante de Amariel, de pronto escucharon un susurro que decía– Parce mihi

Fabián sin quitar la mirada de las virtudes dijo– ¿que?

Albus– dijo… ten piedad de mí… o perdóname… lo siento estoy oxidado

Fabián– dile que lo protegeremos… que ya no está solo

Albus le dijo en latín la frase al ángel lo que pareció tranquilizarlo, luchaba por mantenerse en pie hasta caer en el pasto cansado y dolorido, pero su respiración dolía menos y su cuerpo poco a poco se relajaba

Albus con precisión quirúrgica arrancó las alas del ángel procurando que no sintiera más dolor y liberando su cuerpo de ese dolor extra, lo levantó para cubrirlo de los ataques de las virtudes

Fabián, Francisco y David seguían defendiendo a Amariel junto a los pecados, los ataques venían de ambos lados, cada uno fríamente calculado, la noche cada vez más cerca de terminar

Una de las virtudes atacó a Francisco con una daga que le clavó el brazo a un árbol grande, Fabián corrió a él para liberarle el brazo, las virtudes seguirán atacando, cada uno se concentraba en avanzar a donde habían llevado al ángel Amariel

Los primeros rayos de sol se veían en el horizonte, Francisco intentaba quitarse la daga del brazo sin querer arrancarlo más parecía imposible,su desesperación era cada vez mayor, Fabián sujetó la daga del mango y tiró de ella, pero no se movía

El sol comenzó a salir y Fabián al no poder sacar la daga se puso delante con las alas extendidas para cubrirlo de la luz mortal del amanecer

Francisco– ¡no!... ¡no lo hagas!

Gritaba con desesperación, mientras los rayos del sol tocaban a su hermano, cerró los ojos tratando de empujar a Fabián lejos del peligro sin poder moverlo de lugar, parecía decidido a quedarse y protegerlo a pesar de todo

Francisco– escondete… ¡Quítate de la luz! ¡Fabián!

Fabián sintió la cálida luz en su espalda, por alguna razón no sentía dolor, el calor era incluso agradable, lo envolvía como un abrazo suave, levantó la mirada al cielo, se deslumbró, pero no lo quemaba, era tan hermoso como lo recordaba, escuchó a su hermano quejarse por que lo rozaba el sol y lo cubrió más con sus alas

Francisco– ¿cómo es que no te quema?... hermano ¿que hiciste?

Fabián con la misma duda dijo– no lo sé… no esperaba nada de esto

Las virtudes estaban en shock al ver que Fabián no había sido quemado por las luz, antes de que pudieran atacar, la voz de Miguel se escuchó desde el cielo diciendo– ¡Basta!... regresen… todos ustedes… ya no hay nada que hacer ahí

Las virtudes se miraron entre ellas con sorpresa y duda, más su naturaleza disciplinada y obediente hizo que a pesar de no entender, regresaron al cielo, al ver la retirada de las virtudes, los pecados también se fueron

Fabián con mucha fuerza logró arrancar la daga del árbol y cargar a su hermano a un lugar seguro mientras pensaba ¿cómo pudo resistir el sol? él no era un vampiro con esas características, pero sabía quién sí

Los onigiri de Sergio sabían muy fuerte, demasiado para ser sangre de laboratorio, pero si no era sangre artificial ¿que era?, seguía corriendo mientras recordaba el sabor, fuerte, a sangre concentrada y limpia, textura firme, elástica, fibrosa en algunas partes

De pronto, todo tomó sentido, comer el corazón de los vampiros inmunes al sol otorgaba resistencia al mismo de forma permanente pero para ello había que arrancar el órgano mientras el sujeto aún estuviera vivo lo que lo sometía a una tortura cruel e inhumana, además de constante pues sus efectos eran anhelados por todos los seres nocturnos

Un ruido lo hizo distraerse de su carrera, eran pasos cerca de ellos, Emanuel estaba parado cerca de ellos, la piel blanca, los ojos negros y el cabello azúl claro, pero era él

La voz de Fabián temblaba al decir– padre… eres…

Emanuel se acercó a ellos, su mano pálida se posó sobre la cabeza de Francisco que se recuperaba de las quemaduras en su cuerpo, suaves pero dolorosas

Fabián– papá… por favor, no hagas nada, la culpa es mía… no te de…

Emanuel le cubrió suavemente la boca antes de sonreír, no habló su expresión lo decía todo, quería verlos no quería venganza solo volver, de alguna manera, le acariciaba la cara a Fabián, como si fuera una un saludo y una despedida a la vez

Mientras tanto, Chi había llegado a la casa del clan Lirio de Humo donde logró meterse ya que no había nadie, Lucio y Liam habían ido a ver al clan Sangre de Luz, busco en el cuarto de lavado como si ya tuviera la casa medida a la perfección, sacó la bolsa con la ropa de Emanuel llena de ceniza

Abrió la ropa con la daga negra que usó Albus para la resurrección de los vampiros y la dejó en el suelo, puso encima el tazón rojo antes de descubrirse el pecho pensando lo difícil que sería

Chi estaba exhausto de correr hasta el clan Lirio de Humo pero estaba decidido, cortó su pecho con la mano temblorosa, aguantando los gritos que luchaban por salir de su garganta, tomó unos segundos antes de hundir la daga en su corazón, sacarla y darle la vuelta para volverla a hundir

Su vista comenzó a nublarse pero antes de perder el conocimiento tal como hizo con Albus inyectó un dosis alta de adrenalina en su cuello, su respiración agitada, llena de dolor dejó caer la sangre en el plato rojo antes de decir el conjuro que se aprendió de memoria– Ceniza ardiente…

Hizo una pausa para recordar y continuar– de la luna roja… sangre inocente…

Su cuerpo temblaba y sabía que la dosis de adrenalina no duraría mucho más por lo que siguió–... fúnebre aurora… regresa a mi tus suaves pasos, regresa a mi, murmullo helado… Despierta… por favor Despierta… ¡despierta!

El corazón de Chi se evaporó en un humo rojo abriéndose como una rosa tal como el de Albus mientras que las cenizas de Emanuel impregnadas en la ropa se levantaban como la sombra de un fantasma que regresaba a la realidad

El alma de Emanuel desaparecía de delante de Fabián y Francisco como si nunca hubiera estado ahí dejando que huyeran a un lugar seguro y normalmente nublado, al llegar

Fabián– ¿Están bien?... ¿dónde está el ángel?

David– Amariel, insistió en que quería guiar a las almas de regreso al río de la sangre, no nos quiso escuchar y se fué

Fabián– debieron detenerlo ¿qué pasa si se lastima?

David tratando de calmarlo dijo– no te preocupes… dijo que volvería en cuanto las almas estuvieran donde pertenecen

Fabián dejó a Francisco en el sillón de la sala antes de notar a Sergio que salía de la cocina con la comida para los heridos y sintió como las lágrimas nublaban sus ojos

Sergio– aquí hay algo de comer para todos, ¿todo estuvo bien?

Fabián se acercó a él y lo abrazó para decirle– aún tienes la herida en el ojo… estás cansado y con todo eso cocinaste la comida… gracias Sergio… gracias por todo lo que has hecho

Sergio sonrió suavemente antes de responder– estabas protegiendo a todos, quería darte una mano… un poco de ayuda

Fabián– me salvaste la vida a mi y a mi hermano… gracias, eternamente gracias

Sergio soltó una risita agradable, le parecía tierno, todo lo que hacía normalmente sólo era reconocido por su hermano pero ser reconocido de esa manera le daba una sensación de orgullo que creía que no sentiría nunca

Fabián lo puso delante de él para decirle– escucha… agradezco mucho lo que has hecho… tu sacrificio… pero no lo hagas más, no vuelvas a hacer eso, es demasiado

Sergio– no te preocupes por eso… solo era necesario una vez pero no lo haré más

Después de curar a los heridos Lucio llegó con Liam, pero Francisco y Fabián ya estaban dormidos debido al cansancio, los demás trataban de descansar en sus cuartos y en el sillón esperando que regresara el ángel

Lucio se acercó a Albus y le preguntó– ¿dónde está el ángel de los 10 ojos?

Albus tenía a Kael dormido sobre su regazo al decir– fué a entregar a las almas al río de sangre…no debe tardar

Lucio suspiro de alivio mientras que Liam se dirigía al cuarto de Fabián para ver cómo estaban sus hermanos, el cuarto estaba oscuro, todos estaban cansados, recuperando sus fuerzas de la batalla

Albus esperaba que el ángel regresara mientras Kael ayudaba a David a lavar los platos después de que Sergio haya cocinado,él descansaba la herida de su ojo que fué hecha por la pluma del ángel y tardaba mucho en sanar

Lucio tuvo que regresar a su propio reino para valorar daños a pesar de no quererlo reconocer, ser rey le estaba afectando más ahora tenía que irse antes de tiempo y se estresa fácilmente

El ángel regresó a la casa muy tarde, pensando que después de haberse ido ya no le abriría la puerta, pero al llegar la encontró abierta, Albus lo estaba esperando sentado en el sillón de la sala

En latín Amariel dijo, tímido, pidiendo perdón de antemano- ¿puedo entrar?

Albus le respondió igualmente en latín– adelante… cambia tu ropa

La ropa era una playera color blanco, pantalones cómodos y un par de tenis nuevos, pero sobre toda la ropa había algo diferente, una sudadera negra que al ser extendida revelaba bordados de las iniciales de las personas que la habían usado antes, una V, de Victor, una A de Albus y una K de Kael

Amariel– ¿es para mi? – su incredulidad era evidente, no podía creer que le dieran un regalo por ninguna razón

Albus con esa calma que lo caracterizaba siempre dijo– cambiate en el baño… y deja de fingir que no sabes hablar otros idiomas… ya no eres una amenaza por tu conocimiento Amariel

Al darse cuenta de que lo descubrieron dijo en español– gracias… necesitaba un lugar en donde pudiera sentirme a salvo… y perdón, por haber hecho tanto daño

Albus– hablas como si hubieras matado a alguien… yo hice mucho más daño que tú y aún así tuve una oportunidad

Amariel suspiró antes de entrar al baño y quitarse la ropa, su espalda sin alas con esas pequeñas cicatrices, no le pesaban, se sentía libre de esa carga que nunca le ayudó a sentirse mejor

Se puso la ropa que le habían dado y la sudadera arriba de todo, su imagen era tan diferente a lo que había visto en todos esos años, ya no se veía como un ángel, ya no tenía que verse como uno, tocaba su propio cuerpo para reconocerse a sí mismo, sus ojos oscuros no le daban esa vergüenza de antes, se sentía bien

Salió del baño con la ropa puesta y Albus le dijo– bien… te queda justa eso es bueno… ¿qué te pasa?... ¿por qué sonríes?, es bueno pero ¿por qué?

Amariel sonrió un poco más antes de responder– nada… no importa ahora… ¿Qué será de mí?

Albus– sabes mucho… conseguir un trabajo no será complicado para tí, pero ahora lo primero es que descanses y hacerte estudios en los ojos, no sabemos aún si de verdad no tienes una cura

Amariel no sabía cómo reaccionar ante eso y solo dijo– ¿son de verdad capaces de querer curarme, a pesar de lo que hice?

Albus con calma y sabiendo bien de lo que hablaba dijo– me cuarón a mi… no te preocupes por eso

Como Amariel no necesitaba dormir, salió al jardín a balancearse en el columpio como había deseado antes, sabía que los vampiros estaban cansados y dormirían todo el día por lo que podía distraerse todo ese rato

Lucio llegó al clan Lirio de humo sintiendo una extraña sensación de tranquilidad, de pronto un suave aroma a muffins de moras con betún de queso crema le llegó a la nariz, puso a Liam detrás de él para protegerlo pero realmente no se sentía alerta

De pronto Liam comenzó a llorar y señalar al frente, de la cocina, la figura viva de Emanuel salió con esa suave sonrisa que los llenaba de calma

Emanuel– hola… mis chicos

Liam se lanzó a sus brazos para darle la bienvenida, ninguno de los 2 lo podía creer, llevaba la ropa con la que había muerto, misma que Lucio tenía guardada en un lugar seguro

Lucio– ¿cómo es posible– dijo con la voz temblorosa sin saber si creerlo o no

Emanuel sonriendo dijo– tampoco lo creí… pero Chi hizo algo… y ahora estoy aquí

Lucio lo abrazó, tocaba su cara, su cabello y sus brazos solo para confirmar que fuera real, las lágrimas cayendo de su cara sin control, después de creer que lo había perdido para siempre, estaba frente a él tal y como lo recordaba

Emanuel– no lloren por mi… estoy aquí ahora

Liam– pero ¿como padre?

Ambos estaban felices pero con muchas dudas, hasta que Chi salió de la sala donde estaba durmiendo y dijo– Albus… usó un hechizo de magia vampírica para regresar a la vida a los que había matado… aprendí el ritual y lo hice con él… nunca quise quitarle la vida… jamás fué esa mi intention

Emanuel– regresa al sillón… estás exhausto

Lucio– tengo que decirle a Fabián ahora…

Emanuel lo detiene suavemente diciendo– no le digas todavía… quiero ir a verlo mañana, pero ahora está descansando y no quiero que se altere

Liam- padre… pero Fabián sufrió mucho cuando… tienes que ir pronto, no esperes a mañana, ve hoy… vamos contigo

Lucio– Liam tiene razón… hay que ir hoy… vamos, hay que llevarnos a Chi también

Mientras tanto, Héctor llegaba a la casa que era el castillo de Sangre de Luz, alterado después de enterarse que Fabián se había expuesto al sol, cruzando la puerta dijo tratando de parecer calmado– ¿el rey está bien?...

Albus señaló a la puerta de la habitación donde Fabián estaba de pie y sin poder evitarlo lo abrazó, no estaba conciente de nada, solo quería asegurarse de que estuviera bien

Fabián algo sorprendido solo pudo corresponder al abrazo con suavidad antes de decir– ¿está todo bien?

Héctor– tú… ¿estás bien?... supe que te tocó el sol…¿te quemaste?

Fabián sonrió antes de responder– no… estoy bien… gracias por preocuparte tanto por mi seguridad

Héctor se tranquilizó antes de volver a estremecerse al notar a Francisco mirándolo desde el cuarto con la ceja arqueada y esa expresión de complicidad, como si entendiera todo y no dijera nada, enseguida se apartó de Fabián y volvió a su postura orgullosa

Héctor– me alegra mucho… me alegra mucho que esté bien… majestad

Fabián se quedó con los brazos abiertos sin entender el por qué el repentino cambio de actitud, pero dejó caer sus manos a los lados antes de decir– gracias… aunque… no me sucedió nada

Francisco con un tono juguetón dijo– Héctor… ¿sabes?, en el centro hay un restaurante de té de burbujas, deberías invitar a Fabián

Héctor se sonrojó profundamente al decir– si… ah… podría llevarlos un día

Francisco insistiendo respondió– ¿yo?... ¿yo para que quiero ir?... no… deberías ir con mi hermano… después de todo, es quien te interesa

Héctor no sabía cómo esconder la cara mientras que Fabián los miraba con esos ojos inocentes que realmente no estaban entendiendo nada, finalmente se rió antes de decir– jaja… no los entiendo pero son adorables

Francisco siguiendo la corriente dijo– claro que sí… Héctor es adorable ¿o no?

Héctor tragó saliva con dificultad antes de decir–... debo irme… gracias

Antes de que saliera de la casa Francisco le dijo con ese tono de complicidad juguetona que tenía– entonces… Héctor… ¿a que hora pasas por mi hermanito?

Le regresó la mirada con nervios y las manos temblando, apenas en un susurro dijo– ¿pasar?... ¿para qué?...

Francisco– para el té… ¿no venías a eso?... siempre encuentras una forma de venir a verlo, traes su correo, sus paquetes, te asesoras directamente con él… incluso vas por Victor a la escuela

Héctor estaba por desmayarse de la vergüenza cuando Fabián dijo– Francisco… por favor… es sólo cortesía, Héctor es solo un gran amigo para mi

Héctor asintió pero en el fondo pensaba ¿por qué me duele esa frase?, ¿qué me pasa realmente? ¿por que esperaba otra respuesta?, salió de su trance al escuchar a Fabián decir– no te burles de él Francisco… es un gran chico, además yo soy el rey, sería yo quien debería invitarlo

Héctor– no… no es necesario… puedo… puedo pagar un té… yo

Francisco pasó el brazo sobre los hombros de Héctor para decirle– está bien… no te alteres… no estás listo, espera que se calmen las cosas y mientras ve a descansar

Fabián pensaba ¿que cosas debían calmarse?, ya no había guerra y no tenían la presión de defenderse de nada por el momento, no había nada que esperar pero quizá Héctor necesitaba dinero o espacio y no quería molestar

Héctor– si… yo… debo irme

Corrió lejos de la casa y se metió a la suya, hiperventilando, con el corazón a toda velocidad tal como si hubiera corrido un maratón siendo humano, se dejó caer lentamente al suelo diciendo en susurros solo para él– ¿que hice?... es mi rey… esto es absurdo… no puedo, esto no puede ser lo que creo que es… solo lo admiro, es mi salvador y mi rey… es por eso que me siento así

Se fué al baño a mojarse la cara cuando en el espejo negro del baño, el único que reflejaba a los vampiros, hecho de un conjuro vampirico que no reflejaba la luz, vio su propio rostro sonrojado hasta las orejas

Fabián miraba a la dirección por donde Héctor se había ido con preocupación y confusión en el rostro, ¿que había pasado?, ¿por que de pronto le soltó el abrazo? nunca le había disgustado ¿hizo algo malo o fuera de lugar?

Finalmente dijo en voz alta– ¿estará bien?... no quería incomodar o lastimarlo… ¿debería hablar con él?

Francisco no pudo contener la risa aún cubriéndose la boca y dijo– no…no Fabián… te aseguro que Héctor está bien…solo necesita un descanso… ¡jajajaja!

Fabián– no te rías Francisco… pude haberlo asustado

Desde fuera de la casa Sergio recogía fresas negras para un mochi de crema con fresas que desde hace tiempo quería hacer, todo parecía tranquilo, la brisa suave entre las hojas, Victor jugando en el jardín junto con Amariel y Erick, mientras que Francisco había ido a entrenar con el pecado de la Lujuria Asmodeo, Fabián entrenaba con Albus, los poderes que no había podido despertar todavía

Albus tenía poderes que parecían imposibles pero que a pesar de que sí intentó enseñarlos a Kael, no pudo aprenderlos debido a que sus razas eran diferentes a diferencia de Fabián que si pudo aprenderlos, enseñándole a controlar su sombra hasta que pudo crear un ser totalmente independiente, elevar su transformación a lo más alto y controlar sus órganos a voluntad para cambiarlos, regenerarlos y expulsarlos si era necesario

Fabián peleaba con él solo para practicar, se memorizaba los puntos de poder hasta que en un golpe sintió la piel dura como una piedra lo que lo hizo retroceder

Albus– no te asustes Fabián… mira

Se levantó la playera para mostrar una mancha en su estómago que parecía un moretón y Fabián dijo asustado– ¡¿te lastimé?!... ¡Lo lamento mucho!

Albus– no… no te asustes… esta mancha no es un moretón… es una concentración de sangre, cuando hago esto es para proteger mis órganos, así es como funciona

Fabián suspiró aliviado de que fuera eso y dijo–... que alivio… pero ¿cómo es que lo haces?

Albus– concentras tu sangre en la piel más superficial para formar un escudo de sangre duro como una roca… yo lo puedo tener en todo el cuerpo, pero tú debes practicar… comienza con algo pequeño, las palmas de tus manos o una parte de tu rostro

Fabián se acarició la barbilla antes de decir– ¿se puede romper?

Albus– necesitas una fuerza casi divina… pero, si… es posible solo que a ti… te falta odio

Fabián parpadeo 3 veces sorprendido antes de decir– yo no tengo odio… sabes que nunca te guardé rencor realmente… mucho menos coraje

Albus soltó una risa seca como si aquello le pareciera un chiste de niños–... ternurita… sigamos

Francisco entró al salón donde Asmodeo en el lugar donde los demonios se acariciaban y jugaban entre ellos con amor y dulzura, desde el trono se escuchó– Francisco… pasa, por fin podemos entrenar

Francisco miraba a su alrededor con curiosidad y un poco de incomodidad hasta llegar al frente del trono dijo– ¿que se supone que me enseñarás aquí?... ya se hacer esto… no como hubiera querido… pero ya sé hacerlo

Asmodeo se detuvo por un momento antes de decir– una pena… pero no te preocupes, no pasará nada que no quieras… siéntate un rato, disfruta

Francisco se sentó en postura de loto sobre el cojín mientras un demonio masculino lleno de cicatrices se acercaba lentamente, sonreía, estaba tranquilo y se arrodillo al frente de él

Asmodeo miró al demonio que apoyaba la cabeza en la de Francisco como si buscara consuelo más que otra cosa, Francisco lo recibió como lo hubiera hecho con su hermano, abrazando y acariciando su cabello como siempre lo hizo

Desde el trono se dió cuenta que ese demonio que representaba sus más profundos deseos, buscaba el consuelo, cariño y calma mucho más que cualquier cosa, estaba marcado más no herido, parecía que podían darse cariño como si no hubieran sido heridos antes

Asmodeo– eres muy centrado… no te dispersas…

Francisco aún con el demonio en los brazos dijo– asmodeo… ¿Mi hermano tenía deseos ocultos?... a veces pienso que no siente nada… más allá del amor fraternal y el cariño puro e inocente

Asmodeo no podía decir mucho sobre el entrenamiento de Fabián por leyes de los maestros pero dijo– … no… tu hermano puede parecer inocente o hasta ingenuo… pero la llama de la pasión arde dentro de él como un volcán… no siempre orientado al deseo pero si, hay pasión en tu hermano

Francisco sonrió pensando si Fabián era muy inocente para darse cuenta que había amor a su alrededor o solo era muy cuidadoso al esconderlo para no herir o asustar a los demás

Asmodeo notó el silencio de Francisco antes de decir– no te preocupes… Francisco, tu hermano está bien… sus demonios están sanos y dispuestos a amar y ser amados

Francisco suspiró de alivio antes de decir– me alegra mucho… quiero que sea feliz siempre… que nunca se sienta forzado a nada… por cierto… ¿Es verdad que lo intentaste depravar?

Asmodeo con un tic en el ojo derecho dijo–... ya les dije que no hice nada… su entrenamiento fue exactamente como el tuyo… ninguna variación… ¡¿quién te dijo eso?!

Francisco se levantó despacio con esa mirada juguetona de siempre antes de decir– nadie… ni siquiera mi hermano me habló de eso… solo quería que me dieras la información y me lo inventé

Asmodeo se quedó congelado mientras el demonio de Francisco se reía suavemente, avergonzado y con la cara roja respondió– ya te puedes ir… pasaste… no digas que te dije

Francisco afirmó con la cabeza antes de salir del lugar, regresando a casa donde vió a su hermano abrazado a un hombre, se acercó sin reconocerlo al principio, pero algo en él le parecía extrañamente familiar

El hombre se giró lentamente, Francisco reconociendolo al instante, era Emanuel, sus lágrimas cayeron de su cara como una cascada de sangre, sus defensas cayendo, rompiéndose como un cristal, cada fibra de su ser regresando a la última vez que lo vio, con ese cariño infantil que nunca se fue después de tanto tiempo, al fin podía verlo, su padre no dijo nada, abrió los brazos para que se acercara

Francisco se lanzó a él aferrándose a su pecho como si fuera un salvavidas en medio del océano, Emanuel le correspondió con dulzura después de tantos años sin verlo le secó las lágrimas y le dijo– ¿por qué lloras?... ¿hum?... no te preocupes… ya estoy aquí

Francisco entre sollozos dijo– creí… que no volvería a verte… nunca… te extrañé mucho

Emanuel– Chi me devolvió la vida que me quitó… y veo que Fabián y tú… han hecho muchas cosas desde mi partida

Francisco tenía urgencia de explicarse ante todo diciendo– no tomamos a la ligera tu muerte… ¡lo juro!... pero Fabián es… tiene un corazón de ángel… literal y figurativamente, pero no queríamos…

Emanuel apretó las mejillas de Francisco suavemente mientras sonreía antes de decir– no te disculpes por eso… Fabián me explicó todo… me parece bien y me alegro que tú lo ayudes en lugar de juzgarlo… mi solecito

Francisco se rió, feliz de escuchar el apodo olvidado hace mucho tiempo y dijo– pero… ¿dónde estuviste?... ¿Recuerdas algo?

Emanuel– estaba con otra persona… un hombre llamado Saúl… aquí

Señaló el pecho de Fabián con seguridad, como si esa hubiera sido su casa todo ese tiempo, pero Francisco no entendía por lo que preguntó– ¿dónde?... ¿La medalla de Fabián?

Emanuel– veo que no saben… Saúl y yo… aunque no supe quien era realmente, solo sé que conocía a Lucio… vivimos en el corazón de Fabián, ahí dentro hay un lugar… literalmente donde se puede existir siendo almas, nunca llegue al infierno o al inframundo

Fabián se puso la mano sobre el pecho en shock por lo que dijo su padre, y Emanuel levantó su playera un poco para señalar la marca de nacimiento en forma de corazón largo

Emanuel– esto… no lo vemos ahora porque estamos vivos… pero es una puerta directa a su corazón… es cálido hay una luna gigantesca, ninguna luz lastima, los sonidos son calmantes y un arbusto de moras nos alimenta aún si no lo necesitamos, dulces, frescas como si el sabor fuera real

Francisco miraba de cerca el pecho de su hermano– ¿tienes un ecosistema ahí dentro?

Fabián un poco asustado gritó– ¡ah!... ¡tengo un bosque!

Emanuel se rió con ternura, bajó la playera de Fabián para decir–... no te preocupes, no es tan literal como crees… ahora cuéntame… Francisco ¿cómo te fué en tu entrenamiento?

Desde lejos Albus miraba la escena, no podía creer que pudiera ver eso, estaba resignado a ser asesinado por Fabián o por Lucio, incluso que todos los vampiros lo atacaran y descuartizaran sin piedad alguna, pero estaba ahí, Kael abrazando su cintura, en un lugar tranquilo al que llamar hogar, uno que estaba dispuesto a defender

Amar así era mucho mejor, se sentía más genuino, más vivo y mucho más real, la paz que sentía era algo que pensaba, era solo una ilusión ahora tangible en su vida, Kael lo miraba hacía arriba, se daba cuenta de la paz que sentía y sonrió

Durante el siguiente mes, que los pecados le dieron a Francisco de vacaciones, todo parecía normal, Sergio logró abrir su restaurante de comida japonesa y variada, David seguía trabajando como redactor real, Erick como consejero, Amariel pidió trabajo como mesero en el restaurante de Sergio llamado “Kumo”

Fabián se encargaba del reino a la vez que criaba a Victor, sin embargo Héctor parecía un poco evasivo, como si no pudiera sostenerle la mirada, con su hijo era dulce y cariñoso, juguetón como siempre, pero con él no, algo raro había pasado, sentía que estaba despreciando cada detalle o muestra de afecto, lo que solo lo llevaba a pensar ¿que hizo mal?

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♥Kat-Kit♥
Tu estilo de escritura es genial, me ha enganchado desde el primer capítulo 🤩👏
juana silvestre garcia Sánchez: muchas gracias 🥰 significa mucho
total 1 replies
eli♤♡♡
¡No te detengas, por favor!
juana silvestre garcia Sánchez: Gracias 🩷
total 1 replies
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