El Mafioso Y Hanna

El Mafioso Y Hanna

Despido.

Narra Hanna.

Hola, me llamo Hanna Bianco, tengo 20 Años, mido 1.70, soy de piel blanca, cabello castaño claro, ojos verdes, y con un buen físico. Vivo con mi mamá y estudio diseño de modas, bueno no he podido ir mucho, ya que he empezado a trabajar, tengo dos empleos, uno es de día en una cafetería y el otro es de noche en un antro muy famoso de mesera, en este siempre hay uno que otro baboso que se quiere pasar de listo, puesto que algunas chicas se van con los clientes por "trabajos especiales" y piensan que también soy igual gracias a Dios y a mi difunto padrastro que era policía y me enseñó a defenderme...

Acabo de llegar a la cafetería, saludo a mi mejor amiga Tania, ella trabaja conmigo aquí y en el antro, nos conocemos hace mucho tiempo...

Hoy la cafetería ha estado full, estos días hemos estado concurridos... Estoy sirviendo una mesa y suena mi teléfono, me aparto para contestar y es el doctor que ve a mi mamá, dice que según los últimos estudios que le hizo está muy grave y hay que hacerle otros más para estar seguros...

Doy un suspiro y quiero llorar ya no sé qué hacer, mi madre es lo único que tengo y no quiero que me abandone... mi amiga Tania me dice que no me preocupe que todo va a estar bien, pero yo sé que ella está muy mal y ella también lo sabe está resignada y eso me parte el alma...

Ya casi acaba mi turno y me acerco a la mesa de unos señores con trajes muy caros se ven muy guapos, me acerco y les pregunto.

— Buenos días, en qué los puedo ayudar.— digo y uno de ellos me mira y dice

— Nos podrías traer tres cafés cargados— asiento con la cabeza y voy a retirarme cuando el mismo chico dice.

—Pensándolo bien también me gustaría tenerte a ti, ¿me darías tu número, hermosa?— Dice el chico, me sonrojo y le contesto.

— Lo siento no tengo teléfono con permiso... — me retiro roja de la vergüenza y luego de unos minutos les llevo su pedido, lo dejo en la mesa y me retiro.

El joven se levanta y se acerca a mí para decirme.

— No crees que podemos salir y te pueda invitar algo— lo miro con una ceja levantada y le pregunto.

— Cómo... ¿Un café? Gracias aquí tomo bastante y si me permite ya se acabó mi turno adiós...— digo y salgo de allí para buscar mi bolso y marcharme de ahí...

Salgo y me voy caminando a mi casa, necesito pensar y bajar un poco la aceleración que causó ese hombre en mi cuerpo, cómo puede ser tan imprudente, no entiende las indirectas, más bien muy directas... pienso mientras camino, y sin darme cuenta ya estoy en mi casa, paso a ver cómo está mi mamá, y está dormida, voy a mi cuarto, me ducho, me cambio y me voy al antro a trabajar...

Ya estoy en el antro, me acabo de cambiar para ir a atender las mesas, voy saludando a las chicas y me dirijo a la barra... allí el encargado me dice que atienda una de las mesas del V.I.P. Luego de que me diga cuál, subo con el pedido que hicieron, whisky, Champán, y unas copas.

Al subir observo a tres hombres, cada uno con una de las meseras al lado, les dejo las bebidas y bajo... antes de llegar a la parte de abajo siento que me toman por el brazo un joven y me voltea, al hacerlo no lo puedo creer, es el mismo idiota de la cafetería, entonces me dice.

— ¿trabajas aquí?— pregunta sorprendido.

—Qué, no es obvio— le contesto tajante y trato de irme de nuevo.

— Estás muy sexy, no quiero que trabajes aquí vamos, sígueme— Dice mientras me jala del brazo hasta meterme en una oficina...

Al estar adentro me suelto de su agarre y digo.

—Qué cree que hace señor, permiso— y trato de salir, el me acorrala a la puerta con ambas manos a los costados de mí y me dice ...

— ¿Está bien, cuánto por una noche conmigo, pon tu precio ahora...—

Lo empujo con fuerza y le estampó una cachetada.

—¿Cómo se atreve imbécil? A mí me respeta.— él me mira y me dice agarrando mi mano.

— No lo vuelvas a hacer me oyes.

Y todos saben lo que hacen las meseras aquí, así que… dime tu precio.— Me le acerco amenazante y le contesto.

— No se equivoque conmigo, puedo necesitar el dinero, pero no me voy a vender idiota, ahora voy a ir a trabajar antes de que me despidan...— dije molesta.

Él se acerca a mí de nuevo y viendo mis labios me dice.

— Estás despedida—

— ¡Qué! —Contesto.

Hace una llamada y aparece el encargado. El encargado le pregunta que en qué puede ayudarle, a lo que el sujeto responde.

— Dele la liquidación a la joven, está despedida...—

—¿Qué!, por qué?— el encargado aboga por mí diciendo.

— Señor si me permite informarle es buena trabajadora y ha atraído mucha clientela, ellos vienen solo para verla...—

La cara del tipo se pone roja y aprieta los puños.

— Siendo así, páguele de inmediato y que se vaya ahora, ¿entiende?...—

Volteo a ver al encargado y le digo.

— Tranquilo, gracias por la oportunidad. —Él me dice con cara de tristeza.

— Pero y tu mamá, está muy enferma como pagarás el tratamiento...—

Veo con rabia al tipo y le contesto al encargado.

— No se preocupe, ahora mismo salgo a ver cómo consigo esa plata, haré lo que sea para que mi mamá esté bien, ahora ¿vamos a su oficina?... no es tan tarde y puedo ir a preguntar a otro de los bares que están cerca de aquí...—

El encargado sale y yo detrás de él, pero el sujeto me vuelve a jalar hacia adentro.

— Qué dices, irás a otro bar a buscar trabajo.— lo miro con odio y contesto.

— Eso a usted que le importa, conseguiré ese dinero como sea y ahora suélteme...— digo furiosa.

—Te estoy diciendo que pases la noche conmigo y te doy lo que quieras... — Dice el muy cretino arrogante.

—Déjeme en paz.—le grito y salgo de allí, llego con el encargado, tomo mi dinero y me voy...

Empiezo a caminar, buscando uno de los bares cerca, y siento que alguien me observa, camino más rápido y hablo con el encargado del bar, él me pregunta mi nombre y al escucharlo me contesta que no, y que no pierda mi tiempo buscando, porque ningún antro o bar de la zona, me va a dar trabajo...

—¿Y eso por qué? — le pregunto.

El tipo ve a un punto detrás de mí y volteo.

— Oh no es posible maldición— digo molesta. —¿otra vez tú?, ¿pero a quién maté en el pasado para tener este karma? — Es el idiota ese y me mira divertido, se acerca y descaradamente me dice.

— Haremos algo, ve con tu mamá, está tranquila, yo pagaré todo, pero luego de eso serás mía, ¿entiendes?._

— Estás loco, déjame en paz...—

— Hay niña, no puedo y no vayas a la cafetería también te despidieron...— Suena mi celular y es mi jefe el de la cafetería, cuelgo y le grito

_¡Hiciste que me despidieran, pero que te sucede idiota!— salgo corriendo, tomo un taxi y llego a mi casa…

Mi madre está tomando un vaso de agua y me pregunta.

— Que pasó mi niña, por qué estás aquí tan temprano, te hicieron algo.— pregunta preocupada.

—No madre, solo quise venir a verte, tranquila— le contesto a mi mamá mientras la ayudo a subir a su habitación... voy a la mía y me echo a llorar, ahora sí que no sé qué voy a hacer de tanto pensar quedo profundamente dormida....

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Comments

Adelida Esther Mejia Rodrigues

Adelida Esther Mejia Rodrigues

Miserable no es capaz de conquistarla tiene que ser tan ruin

2024-05-11

0

Elvia Cedillo

Elvia Cedillo

que coraje

2024-04-26

0

Lesly Argumelo

Lesly Argumelo

me gusta

2024-03-06

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