VALKIRIA

...ANDREY...

La boda es prácticamente un hecho, pero no puedo dejar de pensar en Valkiria, como una niña y no como mujer, no puedo evitar pensar que ella se merece cumplir todos sus sueños antes de casarse, pero ella aceptó la boda y me oculta, algo al igual que su familia, eso me hace sentir muy desconfiado, además eh tenido demasiado trabajo en la empresa y no eh podido hablar con Valkiria, siempre termino tan cansado que cuando llegó allá casa y la veo en el jardín simplemente la saludó y me voy a dormir, en su cumpleaños quería estar con ella, pero antes de salir de la empresa se me presento un problema, y como Agustín ya se había ido, tuve que resolverlo yo, y cuando por fin lo logre ya era tarde, al llegar a la mansión la vi en el jardín por lo que le deje su regalo en su habitación y me fui a descansar.

Trabaje demasiado y estaba muy cansado, mañana me cansaré con ella y compartiré mi habitación con esa pequeña, quizás así pueda descubrir lo que me ocultan, en la mañana me despertó mi loco amigo.

—Ya ponte de pie, hoy te casas y tenemos que ir a una de las habitaciones de abajo para que te arreglas para la boda —Agustín

—¿Porque tiene que ser abajo? ¿porque no me puedo arreglar en mi habitación? —pregunté medio dormido

—por que las empleadas comenzarán a limpiar y pasar las cosa de tu esposa aquí, así que vamos —Dice Agustín

—Bueno vamos —me puse de pie tome mi traje y algunas cosas y salimos de mi habitación, la cual compartiré desde esta noche con Valkiria

Sofía me llevo algo de desayunar, después de eso me di una ducha, lave mis dientes rasure mi barba, corte mi cabello y me coloqué mi traje hecho a la medida, arreglé mi corbata, coloqué mi calzado y ya estaba listo para la boda

—Pero que muchacho tan guapo —elogia Sofía entrando a la habitación

—Gracias mamá Sofía —respondi soltando un suspiro

—Muchacho, se que está boda se realiza más por obligación que por amor, pero quiero que intentes ser feliz con ella —Sofía

—¿Como? Mama Sofía ellas es una niña —hable pensativo

—Si es una niña, pero quizás eso sea lo que hace falta en tu vida, una niña que te haga recordar lo que es ser feliz, que te devuelva la sonrisa, que te enseñe nuevamente a como divertirte y te muestre lo que es un amor puro y sincero, porque, si le das la oportunidad estoy segura que esa hermosa niña te robara ese frío y terco corazón ,— Sofía mientras me abraza

—No se, mamá Sofía, a demás ella y su familia me ocultan algo y no se que es —comente

—Dales tiempo, si te lo ocultan es por algo, solamente confía en alguien más que en mi y en Agustín, en Valkiria puedes confiar si no te dice lo que pasa es porque no puede, ahora vamos que llegó el momento de su boda —Sofía poniéndose de pie

—Bueno, vamos —dije y juntos caminamos hasta el altar, donde espere pacientemente a Valkiria quien llegó junto a su padre mientras sonaba la marcha nupcial, no voy a negar que se ve hermosa la pequeña y su sonrisa ilumina todo el lugar

—Cuida la mucho —pidio Alek mientras me la entrega en el altar

—Lo haré, no se preocupe —respondi recibiendo a Valkiria, y si este matrimonio no lo escogí yo, pero al ella convertirse en mi esposa la cuidaré con mi vida, nadie podrá lastimarla

La ceremonia comenzó y el sacerdote nos declaró marido y mujer, llegó el momento del beso y le di un Casto beso en sus dulces labios, ella se sonrojo un poco se ve realmente hermosa, luego fue la ceremonia por el civil donde le di otro Casto beso ella volvió a sonrojarse, todos aplaudieron y luego nos felicitaron y comenzó la celebración de la boda, Valkiria y yo bailamos, después ella bailo con todos los hombres de la fiesta y yo con todas las mujeres hasta que volvimos a bailar juntos

—¿Como te sientes? —le pregunté

—Bien algo extraña pero bien —responde con su hermosa sonrisa

—Me alegra —seguimos bailando, cortamos el pastel en fin todo lo que se hace en una boda, ya muy tarde nos fuimos a descansar, yo la ayudó con la cola de su vestido para que pudiera subir las escaleras, al llegar a nuestra habitación, ella entra al baño a cambiarse y yo me quedé en la cama sentado esperando que ella salga para darme una ducha yo, presiento que está será una larga noche.