Una Bella Chica (Eres Perfecta)

Bella se miraba en el espejo preguntándose sí lo que había elegido para esa noche estaba bien. no estaba muy convencida pues aún se estaba acostumbrando a vestir de aquella manera, siempre le había gustado vestirse con ropa que no le quedará tan ajustada y qué no mostrará tanto sus piernas, pero Ariana la había reprendido y le había dicho que se vestía como una vieja,. y ahora la mayoría de la ropa que tenía eran cortas y ajustadas al cuerpo. el vestido que había elegido era muy lindo tenía que aceptarlo y se veía bien pero había una pequeña vocecita en su interior que le gritaba que se lo quitará. El vestido era de color blanco, con escote de corazón y hombros descubiertos, ajustado al cuerpo y le llegaba a medio muslo, lo había combinado con unos tacones estilo sandalias de color plata, y accesorios del mismo color de los zapatos.

Dejó salir un suspiro y decidió preguntarle a una experta, tomó su celular de la cama y se tomó una foto de cuerpo completo luego se la envío a su amiga espero varios segundos a que ells respondiera pues estaba en línea.

Ariana

¡oh por Dios te ves tan sexy, hermosa y elegante! 😘👌🤌

Bella sonrió.

Bella.

Gracias.

Cómo lamento que no vallas a estar ahí.

Ariana

Yo también, pero todo sea por el bien de nuestro negocio.

Bella sonrió, a última hora a Ariana le tocó viajar para reunirse con unos clientes debido que había habido unos problemas con la grabación de un comercial.

Ariana

Vas a dejar a ese hombre totalmente loco por ti.

Aquello hizo que la chica se sonrojara

Ariana

Después me cuentas todo, bay.

Bella

Bay, cuídate.

Bella se miro en el espejo más segura de sí misma y sonrío, guardo el celular en su pequeño bolso de mano y en ese mismo momento sonó el timbre de la puerta, sonrío y camino hacia está, abrió la puerta Y al hacerlo puedo deslumbrar la figura de su magnífico novio detrás de esto esta, Robert la miro embobado. ¡ m***** se veía muy sexy con ese vestido!

- Hola. - saludo ella. - ¿ Cómo me veo? cuestiona sonriente.

Robert la miraba aún sorprendido. pasaron varios segundos antes de que reaccionara. - Te ves hermosa y ¡Dios! Tengo a la novia más sexy del mundo. - dijo lo que causó qué bella se sonroja.

- no es para tanto. - refutó ella pero él hizo un ademán con la mano.

- ¡Claro que sí! - dijo Y entonces le dio un beso en los labios.

- Gracias por las flores y los chocolates esta mañana. - dijo ella.

- No hay de que, además eso solo eran aperitivo mi verdadero regalo es este dijo metiéndose la mano en el saco y sacando una cajita cuadrada.

- ¿Qué es? No Te hubieras molestado. - dijo ella.

- ¿Cómo que no? ¿ Mi hermosa novia cumpleaños y yo no le voy a regalar nada. - dice para luego abrir la caja y dejar ver un hermoso collar.

- ¡ Dios Robert, está hermoso! De verdad no te hubiera molestado debió costar una fortuna. - dijo bella apenada por aquello.

- No tanto, además eso no importa, y lo mejor es que combina perfectamente con ese vestido, así que date la vuelta, te voy ayudar a quitar ese que tienes puesto y a colocar este, quiero vertelo puesto de seguro aumentarás la belleza el collar.

Bella asintió sonrojada y se dio la vuelta tomó su cabello y lo hizo a un lado, Robert con agilidad quitó el collar que ya tenía puesto y luego puso el nuevo, al terminar le dio un beso en el cuello y ella se estremeció por eso, ella dio la vuelta despacio, mientras tocaba el regalo, quiso llorar pues a diferencia de su papá nunca nadie antes le había regalado algo tan hermoso.

- Gracias. - dijo con la voz entrecortada.

- ¿ Qué pasa ? - le cuestionó esté preocupado por el tono de su voz..

- Es que solo papá me ha hecho regalos así. - confesó, el la abrazo y la beso en la frente, ella agradeció que su maquillaje fuera a prueba de agua, pues aquello le pareció tan hermoso y dulce que no pudo contener las lágrimas, se quedaron varios segundos así hasta que rompieron el abrazo.

- Bueno, ya vámonos que se nos está haciendo tarde y no quiero darles una mala impresión a mis suegros. - dijo sonriente lo que causó que v

Bella también sonriera.

- Okay. - dijo ella y lo tomo por sus brazo, luego salieron del apartamento.

En la casa de los padres de Bella, Melisa, sonreía a los invitados cuando vio a su esposo en el lumbrar de la puerta del salón. La casa de los Anderson era bastante grande, con varias habitaciones, un gran comedor y sobre todo un espléndido salón, todo esto se debía a qué cuando el padre de Bella, Arthur fue alcalde de la ciudad ellos debían de contar con un lugar espacioso y elegante para a albergar a muchos invitados debido a las constantes reuniones y cenas sobre política de ese entonces.

La mujer le sonrío con amabilidad a los invitados con quién había estado hablando y se acercó a su esposo sonriendo, quién caminaba hacia unos invitados.

- ya son las 8:30 y veía nada que aparece, ¿Has hablado con ella? - cuestionó entre dientes sin dejar de sonreír.

- No, no he hablado con ella, y tal vez no venga, después de todo ella no quería que organizaras esta reunión. - hablo el hombre.

- Ella no puede hacer eso, sería un desaire para nuestros amigos. - dijo la peliroja molesta.

- Amigos tuyos, te recuerde que está montón de hipócritas lo único que hacen es soltar comentarios hirientes y mal intencionados en contra de nuestra hija, no sé por qué siempre tienes que hacer estas estúpidas reuniones. - comentó el hombre molesto.

- Es el cumpleaños número 25 de nuestra hija no podemos dejarlo pasar así cómo así. - se defendió la mujer.

- Sí, cómo lo fue el número 16 y lo único que lograste fue que tu hija pasara el peor cumpleaños de su vida Gracias a todas las burlas y comentarios horribles de las hijas de tus amigas, las cuales nuevamente están aquí.

- Por favor eso fue algo que se salió de control pero no volverá a pasar, todos en esta sala somos adultos.

- Tus amiguitas y las hijas de estas son un montón de víboras que lo único que hacen es destilar veneno, Pero a ti eso no te importa porque al igual ellas vives criticando y menospreciando a nuestra hija. - dijo el hombre y miro a su esposa con molestia. -Solo te advierto una cosa Melisaa, si dejas que alguien diga algo o le falta el respeto a nuestra hija o incluso tú misma lo hagas con respecto a su físico juro que mañana mismo tendrás los papeles del divorcio. - la mujer abrió los ojos sorprendida por la advertencia de su marido, Arthur no espero a que ella le dijera nada y pasó por su lado.

Melissa aún no podía creer lo que su esposo le había dicho, aunque muchas veces se había mostrado molesto por pequeños consejos que ella le daba a Bella de vez en cuando nunca lo había visto de aquella manera. Además estaba exagerando, sí era cierto que ella constantemente instaba a Bella a bajar de peso, Pero eso lo hacía por su bien, Sí está bien, aceptaba que su hija sufría de una enfermedad que no le permitía bajar mucho de peso, pero si tan sólo ella se esforzara un poco más estaba segura que lo lograría. Ella quería mucho a su hija pero nunca había aceptado que está no fuera como ella, Melissa Siempre soño con tener una hija hermosa esbelta como ella siempre lo ha sido, incluirla en el mundo del modelaje al igual que ella, pero Bella desde niña fue regordete que a pesar de todos los esfuerzos que ella hacia para controlar su alimentación y que bajara de peso siempre fue muy difícil, la mujer dejo salir un suspiro y miro hacia su izquierda , donde su adorada sobrina charlaba con Laura la hija de una muy buena amiga, ella sonrió. Al menos tenía un consuelo su sobrina, Tiffany era todo lo que Bella no era. la chica vio a su tía y sonrío luego le dijo algo a su acompañante y camino hacia está.

- ¿ Qué pasa tía estás algo disgustada? - cuestionó la chica sonriente.

- Nada, querida sobrina, ya sabes a veces con las cosas que sale tu tío No te preocupes. - dijo esta restándole importancia a lo que había sucedido hace unos minutos con su esposo.

- Bueno, si tú lo dices tía querida. - comentó está sin borrar su sonrisa. -¿ Y Qué pasará con mi prima que no ha llegado? - pregunto.

- No se. - respondió la mujer mirando la hora en el reloj elegante del salón

8:40

¿Dios dónde se había metido esa chica?

- Tal vez no vendrá,ya sabes cómo es ella tía, con tal de no escuchar los consejos que les das tú y tus amigas es capaz de dejar a toda esta gente viendo un chispero.- dijo luciendo inocente, por supuesto aquellos "consejos“ no eran nada más que insultos y comentarios malintencionados por el peso de Bella.

- Bella no haría eso querida ya verás que en cualquier momento llega. - refutó la mujer y en ese mismo momento el timbre de la puerta de la casa sonó. - Ves, esa debe de ser ella.

Tiffany y Melisaa esperaron varios segundos a qué Bella apareciera en el umbral de la puerta y cuando está lo hizo no podían creer lo que veían.

Primero que todo Bella venía acompañada de un hombre, Melissa miraba la escena estupefacta, su hija estaba agarrada de la mano con un hombre sumamente atractivo, era alto y musculoso. ¿Quien era?

segundo la vestimenta de Bella, por lo general ella estaba acostumbrado vestir con ropa olgada y no adecuada para su edad, pero ahora venía vestida de una manera más atrevida y juvenil y debía de admitir que su hija se veía muy bien

Por su parte Tiffany tenía la boca abierta, Aquél hombre tan guapo era el mismo con el que vio a su prima en aquel restaurante, aquella vez el chico había hecho unos comentarios que a ella le parecieron absurdos, ya que por su mente no sé imaginaba que un hombre tan guapo podría gustar de la gorda de su prima, pero ahora estaban los dos en esa fiesta agarrados de la mano como si fueran pareja ¿ Eso no podía ser así? ¿ un hombre como ese definitivamente no sé fijaría en su prima?

Arturo miro a su hija y sonrío, camino hacia los recién llegados y con una sonrisa saludo primeramente a su hija dándole un abrazo y un beso en la mejilla.

-¿ cómo estás princesa? ¡feliz cumpleaños mi amor aunque ya te llamé esta mañana! tu regalo Te lo entrego luego.- comento el hombre.

- No te preocupes por eso papá.- respondió está sonriendo, luego miro a su pareja. - Papá te presento. Robert Henderson, mi novio. - dijo, el padre la miro sorprendido y luego miro al hombre al lado de su hija.

- es un gusto conocerlo señor Anderson su hija me ha hablado mucho de usted. - saludo Robert ofreciéndole su mano a su suegro.

- Así que tú eres el hombre que estaba pretendiendo a mi hija. - dijo el hombre estrechando la mano con el otro. - espero que sepas valorarla ella es una gran chica. -

- Lo se, ella es maravillosa. - dijo este mirando a bella.

Arthur miro atentamente la actitud de El hombre para con su hija y supo que este no era como el desgraciado que le rompió el corazón a su hija meses atrás, se sintió satisfecho al saber que su hija había encontrado a un hombre con buenos valores.