Alana lleva una vida difícil, pero todo empeora cuando es usada como parte de una apuesta entre los jóvenes ricos.
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Cap. 14 Jimena está furiosa.
Alana, quien advirtió la presencia de Basilio y lo fulminó con la mirada, no podía creer que fuera tan descarado.
Las negociaciones comenzaron y la propuesta de la empresa Roman fue sobresaliente, así que que a pesar de que Alana había puesto un mundo de excusas ellos eran los evidentes ganadores, Alain observaba la situación y la tensión entre ello y por algún motivo le dio la impresión que Alana estaba domando a ese primo estupido que Dios le dio.
Al terminar se acercaron dos empresas que aplicaron a los proyectos pequeños y Malcon Ferren la invitó a cenar, ya que pasaban las seis de la tarde cuando todo concluyó.
Alana parpadeo varias veces y tragó en seco, no podía reaccionar y con una sonrisa amable tuvo que rechazar la oferta.
Basilio se llevaba el vaso de agua a la boca mientras Gael y Sean levantaba la ceja desconcertados, dentro de los planes estaba invitar a las tres empresas ganadoras a cenar para afianzar lazos, pero Alana estaba negando el plan en ese momento.
Basilio sonrió pero se llevó el vaso de agua a la boca para que no vean su sonrisa y Alana seguía petrificada y sin reaccionar.
Yo los acompañare señores y podremos conversar de nuestra cooperación _ dijo Gael haciendo una señal para dirigirlos al restaurante mientras le hacía una señal a Sean para que lleve a Alana a casa.
Cuando Gael se fue, Alana miró a Sean y con educación le pidió que la esperara en el auto ya que el Sr. Roman la acompañaría en un momento para allá.
Cuando Sean se alejó un poco desconfiado Alana estaba a punto de gritarle a Basilio pero se contuvo por la imagen que debía dar.
Basilio, suelta mi mano por favor. _ Alana sintió que Basilio la tomó de la mano y entrelazo sus dedos con los de ella por debajo de la mesa cuando los inversionistas se acercaron y Alana no podía soltarse de su agarre.
Eres mi mujer Alana, ¿por que deberia hacerlo? _ Basilio estaba probando los límites de Alana todo el tiempo y ella parecía ampliar la frontera solo para él.
Basilio basta, ya tuviste lo que querías, llevarme a la cama y humillarme mostrando lo estúpida que soy, puedes irte y regocijarse con tu triunfo _ Alana sintió que se le llenaban los ojos de lágrimas pero no podía cambiar los hechos.
¿Crees que lo hice por eso?, entiendo que pienses asi pero te voy a demostrar que tu eres para mi y yo soy para ti, Alana Salavert, te he buscado por mucho tiempo, no voy a dejar que te escapes. _ después de decir eso, soltó su mano y se paró para ayudarle a ponerse de pie y la acompañó en silencio a su auto.
Antes de que lleguen al auto Basilio carraspeo para llamar la atención de Alana que no quería mirarlo para nada.
ejem… Alana, no te olvides de la solicitud de mi padre, mañana sale del hospital y le gustaría ver a los niños _ Basilio hablo con delicadeza, tenía un tono cariñoso con ella haciéndola estremecerse. (este demonio es bipolar) pensaba Alana.
Bien, lo coordinare con Sandra y ya sabes, no quiero que estés ahí o no los llevaré _ Alana se volteo y salió corriendo al auto, Basilio era peligroso para ella, tenía poder en sus emociones y eso no lo podía permitir.
Ya en el departamento de Jimena todos festejaron el éxito de los negocios Salavert, Gael y Sean se retiraron para dejar descansar a Alana que no se la veía de muy buen humor lo cual Jimena también noto.
Lana, ¿pasa algo? _ Jimena la conocía bien y la quería como la hermana que no tuvo, cuatro hermanos machos la mantuvieron en soledad.
¿eh? ummm… yo quiero contarte algo pero no quiero que te molestes _ Alana no podía ocultarle cosas a Jimena ya que era su gran amiga.
Dime, que pasa _ Jimena se estaba preocupando.
Jime… hoy Basilio se presentó en mi habitación del hotel y yo le pedí que se fuera pero… _ Alana estaba más nerviosa cada vez, se preguntaba si explicarle a su madre esto seria mas facil que decirle a Jimena.
Alana Salavert, espero que no me estes diciendo que te revolcaste con Basilio en el hotel _ Jimena cerraba los ojos esperando no recibir una respuesta afirmativa.
Jimena yo…, al final me deje llevar y si, eso paso _ Alana se mordió el labio inferior esperando la explocion que no tardó en llegar.
Alana, ¿por qué eres tan tonta?, ese maldito bastardo te trató como la mierda y te perjudicó de una forma indescriptible, y a los días de llegar al país él te lleva a la cama ¿solo con tronar los dedos?, el maldito ni siquiera tiene que luchar para tenerte, solo le hacen falta 10 segundos a solas contigo y se sale con la suya _ Jimena estaba agitada pero en el fondo la entendía un poco, estos días había descubierto que eso del control no era exactamente como uno se lo propone.
Jime… se que fui una tonta y de verdad que me arrepiento de no respetarme pero no se que me esta pasando, hasta el sábado yo no sentía nada hacia él, pero cuando se acerca y me descontrol yo... _ Alana puso las manos en la nuca tratando de entender.
Bien, tal vez es el rechazo y tu necesidad de ser aceptada por alguien que amabas o yo que sé pero ponle un fin Alana, no se que quiere contigo ahora, ¡cuidado! _ ya estaba hecho, Jimena también conocía el profundo amor de Alana por Basilio hace 5 años.
Ambas se abrazaron y se fueron a dormir, Alana no dejaba re pensar en el revolcon apasionado que le dio Basilio en el hotel, y lo terriblemente dominante y varonil que era en la cama, no es que haya estado con otros hombre pero en la universidad escuchaba a sus amistades de clase hablar de sus novios y ninguno se comparaba a lo que Basilio le habia hecho en la cama y la forma de imponerce en el sexo.
Jimena por otro lado estaba saliendo de la ducha pensando en otro problema más grande para ella que Alana.
Alguien tocó la puerta de su habitación y cuando abrió no podía creer lo veían sus ojos, quiso cerrarla pero la gran mano no la dejó cerrarla.
Sal de aquí o voy a gritar, te lo advierto _ Jimena frunció el ceño y estaba molesta pero asustada.
Grita lo que quieras hermosa canalla, me debes una falta del día de ayer y he venido a cobrarla _ el hombre alto y rubio entro al la habitacion con un empujón mientras miraba a Jimena que apenas le llegaba al pecho.
Sean, no te debo nada ya que fuiste tu el se propaso conmigo, y solo me defendí y te voy a vol… _ Jimena no pudo seguir cuando Sean la inmovilizó en la cama y la beso salvajemente.
24 horas antes
El día anterior Alana y los niños estaban viendo una película en la habitación y Jimena fue a la cocina a tomar agua encontrándose con Sean quien alistaba sus cosas para irse al hotel.
A Jimena no le agradaban esos hombres altos y musculosos, su preferencia eran los chicos tímidos e intelectuales así que trataba a Sean con indiferencia y un poco de mala actitud.
Sean lo había notado así que decidió aclararlo ya que era la mejor amiga de su jefa y le parecía muy interesante, era ruda, leal y tenía un cuerpazo que no había quedado desapercibido para él.
Srta Jimena, he hecho algo para molestarla?, siento que no soy de su agrado _ Sean seguía siendo educado y cortés, pero pronto dejaría de serlo.
Sean no es personal, los hombres como tú me parecen molestos siempre, mucho músculo y poco cerebro, se que Alana confía en ti, pero no quiere decir que me tengas que agradar, solo evitémonos.
Sean parpadeo un par de veces y se indignó en el acto, (¿mucho músculo y poco cerebro?) (pero quién se cree esta estúpida) Sean estaba indignado, él era la seguridad de Alana en los viajes por que era un sobresaliente militar pero estudiado en leyes y administración, no solo era un gran estratega si no que era muy preparado.
Creo que la Srta Jimena está siendo prejuiciosa y de mente estrecha al referirse a mi, pero la entiendo, hay mujeres que no tiene cualidades y necesitan poner excusas para justificar que no les atraen a ciertos hombres _ Sean no se dejaría menospreciar por esa ruda niña prejuiciosa.
¿Yo no tengo cualidades? si fuera así yo no tendría tantos admiradores a los cuales no les daría la oportunidad si fueran una montaña de músculos como tu _ Jimena se sintió dolida, como se atreve a hablarle así.
Pues esos pretendientes dudo mucho que te sigan pretendiendo después de que abres tu boca, estoy seguro que salen corriendo, lo único que tienes de interesante es que eres bonita y tiene un cuerpazo pero una personalidad desagradable, arrogante y torpe _ y eso fue todo, Jimena hervía de rabia.
Sean, fuera, no voy a dejar que me hables así, lárgate _ Jimena se fue a las manos y tomó de la solapa de Sean y lo jaloneo a la salida como una troglodita enfurecida.
Sean la sujeto de la mano y con un giro rápido la lanzó al sofá y se posicionó sobre ella inmovilizando.
Jimena trató de zafarse con las técnicas de sus hermanos pero no lo lograba hasta que Sean decidió darle una lección a la arrogante Jimena y atrapo sus labios con los suyos dándole el beso más caliente y pasional que había recibido en su vida.
Jimena estaba en blanco, Sean se había adueñado de ella por completo y toco partes de ella que aun no sabia que eran tan sensible, aunque se removía para safar, Sean era increíblemente fuerte y la dominó todo el tiempo que la lengua suya exploró y dominó la boca de Jimena haciéndola gemir suavito.
Le abrió las piernas y se adentro en medio mientras que sus manos apretaban su trasero, todo él estaba sobre ella y ella podía sentir sus enombre músculos tensos apretando como un gran bloque de concreto.
Jimena sintió calor cuando trataba de apartarlo porque sentía ese cuerpo trabajado y fuerte frotándose contra ella hasta que de repente él se apartó y la dejó tendida en el sofá jadeante y sonrojada.
Es a hombres como yo a los que no les gustan las mujeres escuetas como tu _ Sean se burló con una sonrisa de medio lado.
Jimena se paró como un rayo y le dio una bofetada a Sean y se fue a su habitación corriendo asustada.
Jimena dentro de su cuarto respiro profundo para calmarse, estaba confundida, se habia sentido tan exitada con Sean sobre ella que sentia la humedad en su ropa interior (como puede ser esto, ese idiota no me gusta) Jimena estaba furiosa.
este tipo de cosas no se perdonan por muy enamorada que este
seria premiar la maldad con una mujer inteligente hermosa y millonaria NO LA MERECE