Princesa Asesina

Cuando la perla entró en el cuerpo de Alia pudo sentir como una corriente de energía poderosa arrasaba con su cuerpo.

Apretando los puños gimió de dolor sin embargo la perla no se fusionó con su cuerpo si no que solo se guardó en su corazón.

– esto es…. – sintiendo promoción en su cuerpo Alia lo supo, la energía de la perla le estaba ayudando a avanzar al siguiente nivel de su jade antiguo.

Sin cruzar las piernas cerró los ojos, entrando en un estado mental vislumbrando el jade que tintinea como miles de chispas pequeñas.

– ¡jade antiguo, el jade antiguo avanzado al nivel 3! “Ahora tengo el nivel tres, eso es bueno puedo ayudar en la batalla” – lo pensó mientras abría lentamente sus ojos.

Su sonrisa cálida como el sol se posó sobre el rostro de su gran tío antes de que contara su alegría su corazón se derrumbó en miles de pedazos.

– ¡Gran tío! – gritó, tratando de estirar sus manos quiso atrapar a su tío quien cayó al suelo.

Descendiendo al suelo, Alia corrió agitando a su gran tío mientras que las lágrimas recorrieron sus mejillas.

Antes de que Alia pudiera hablar pudo sentir que una fuerza poderosa se avecinaba.

Levantando la vista Alia lo recordó, quería poder darse una bofetada el tercer príncipe se precipitó hacia ellos con su espada, todo pasó tan rápido que se le había olvidado ese gran demonio.

– ¡no te dejaré! – rugiendo ferozmente, quitó de su cintura el colgante de jade.

Alia lanzó el jade directo hacia el tercer príncipe que se avecinaba como el dios de la muerte.

La poderosa espada color tinta que impregna un poder aterrador con rayos tocó con la punta afilada el jade blanco lechoso ordinario.

Un estruendo resonó cuando ambos se encontraron.

– ¡Qué jade tan extraño! – lo pensó el tercer príncipe sin inmutarse ni salir disparado por ambas fuerzas de poder es casi invencible que le parecía un poco interesante tal ataque.

Observando la figura esbelta hermosa como una hada del cielo mover sus dedos como si controlara el jade el tercer príncipe se sorprendió más sintiendo curiosidad utilizó más de su poder de nivel para contraatacar.

– ¡qué fuerza abrumadora! – susurró Alia controlando el jade antiguo para resistir la poderosa fuerza del tercer príncipe.

Cuando las miradas de ambos se cruzaron Alia lo entendió.

– ¡Despreciable! ¡gran demonio! Está jugando conmigo, no me considera su rival solo quiere ver cuán poderoso es mi jade antiguo – pensando en esto Alia quería matar a ese tercer príncipe con solo sus puños.

Usando sus manos forzó más el colgante de jade para resistir al poderoso ataque, está tan molesta que casi se distrae ¿qué hubiera pasado? Su gran tío y ella habrían muerto bajo la espada de ese gran demonio despiadado.

Mordiéndose el labio con fuerza, Alia estaba decida hacer la vencedora.

– ¡Pequeña Ali! ¡Vete! – 

La voz que proviene detrás de la espada de Alia la dejó helada, girando levemente la cabeza se encontró con una escena dolorosa.

– ¡Gran tío! ¿Qué te sucede? – habló Alia.

La figura antes fuerte como un soldado poderoso se convirtió en un hombre débil, pálido con su cuerpo casi desvanecido estirando su mano parecía querer tocar los mechones de cabello azabache de Alia.

– ¡no sucede nada! Pequeña Ali, he llegado el final de mi destino “Como lo había dicho no puedo acompañarte más, yo había muerto hace 18 años el día en el que naciste fui revivido no entendía por qué el señor antiguo me decía que mi destino tenía un propósito ahora lo entiendo” – lo dijo mientras las lágrimas cayeron.

Negando con la cabeza Alia volvió su mirada al frente manteniendo el escudo con grabados del jade tallado.

– ¡no hables más tío! ¡Te lo pido! Ali buscará una forma de salvarte, lucharé cuando termine de luchar con el tercer príncipe buscaremos ayuda ¡vivirás! – confesó entre sollozos.

El gran tío usando todo su poder sacó de su cuerpo un núcleo vital con un movimiento su puño.

“¡Pum!”

Se rompió en miles de pedazos desapareciendo.

– ¡tío nooo! – rugió tristemente aguantando las ganas de abrazar a su tío.

Soportando el poder del tercer príncipe, Alia lloró amargamente.

¡Sabía que su tío se había ido! No hacía falta mirar nuevamente hacia atrás para saber esa verdad.

Ahora lo único que le quedaba era luchar hasta que uno de los dos muera.

Sus ojos enrocejidos por la ira y la tristeza le hicieron perder la razón.

Y antes de que pudiera restaurarse una poderosa fuerza la succionó.

Perdiendo la fuerza en su escudo su colgante se cayó.

Sin poder gritar o quejarse ya había sido atrapada por la palma poderosa del tercer príncipe, tocando el brazo largo trató de soltarse sin embargo todo fue en vano.

– ¡entrégamela! – ordenó fríamente el tercer príncipe.

Negando con la cabeza Alia no sabía cómo entregársela, esto la hizo enfureció tanto que lo maldijo entre sus pensamientos.

– ¡este hombre malvado! ¡Me esta estragulando hasta la muerte! ¿Cómo podría explicárselo? ¿Quién quiere esa perla? Si no fuera por ese objeto mi tío no habría muerto ¡lo odio! Este odio es irreconocible ¡quiero que muera! – enterrando sus uñas en el brazo espero verlo sufrír de dolor.

Para su mala sorpresa, el tercer príncipe era ajeno a ese dolor, no le importaba lo que hiciera para él solo era una hormiga que podía matar bajo su palma.