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El Alfa Quiere Redimirse

El Alfa Quiere Redimirse

Status: En proceso
Genre:Romance / CEO / Posesivo / Omegaverse / ABO / Fantasía LGBT
Popularitas:14.8k
Nilai: 5
nombre de autor: Alexa_san❣

—Divorciémonos.
La voz de Alessio Albrecht cortó el silencio como un bisturí, precisa y sin emociones. Ni siquiera se dignó a mirar al hombre que había sido su esposo durante ocho largos años. Frente a él, Enzo Volkov entrecerró los ojos, cruzándose de brazos con frialdad.
—¿Quieres separarte mi ahora?
Ocho años atrás, Alessio, quien no era el verdadero villano. Solo era un hombre que despertó atrapado en el cuerpo del antagonista de una novela BL escrita por su compañera de oficina. En ese mundo ficticio, su personaje era cruel, obsesivo y dispuesto a cualquier cosa para separar al protagonista de su verdadero amor.
Se enamoró de Enzo Volkov y lo obligo a comprometerse y contraer matrimonio con él. Finalmente, después de 8 años, su amor no fue correspondido, Y así, un día, harto del eco de su propia culpa y su amor no fue correspondido, solicitó el divorcio.
Un día sucedió un accidente. Un segundo de descuido. Un camión. Y entonces, la segunda oportunidad.

NovelToon tiene autorización de Alexa_san❣ para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

12

Alessio guardó silencio unos segundos tras escuchar la negativa de Enzo sobre ir al hospital. No le sorprendía. Recordaba perfectamente que Enzo odiaba los hospitales con cada fibra de su ser. Incluso con fiebre o un resfriado fuerte, prefería encerrarse en casa o seguir trabajando antes que ver una bata blanca.

Soltó un suspiro cansado, el frío aun rozando sus mejillas.

—Entonces… descansa un poco en mi casa —dijo finalmente, con una voz serena pero firme—. Y cuando te sientas mejor, puedes irte.

Enzo alzó la cabeza, su mirada algo desenfocada.

—¿En tu casa?

Alessio asintió sin pensarlo demasiado. Aunque por dentro dudaba si esa era una buena idea. Tal vez para Enzo, estar en su casa era incluso más incómodo que un hospital.  Llevó su mano libre a la nuca, frotándola con cierta vergüenza.

—Entiendo si no te gusta la idea…

Pero antes de que terminara la frase, Enzo murmuró con una claridad sorprendente.

—Me quedaré.

Alessio lo miró de reojo, conteniendo la sorpresa. Asintió simplemente y volvió a centrar su atención en ayudarlo a caminar hacia la entrada.

Todo se sentía irreal.

Enzo… en mi casa.

Antes de la regresión, eso nunca ocurrió. Podía haber estado en la de sus padres, o en eventos de la compañía, pero nunca en la suya, en esa casa que había construido y diseñado a su gusto… hasta casarse.

Esa misma casa que, tras el matrimonio, se transformó por completo.

El interior se volvió más vivo, más acogedor, más suyo… más de Enzo. Los tonos neutros dieron paso a colores cálidos. Cuadros vibrantes aparecieron en las paredes, elegidos por él. Los cojines, las alfombras, plantas en cada esquina, incluso el aroma en la casa, llevaban su huella.

Pero esa era otra vida.

Otra línea de tiempo.

Al entrar, las luces automáticas se encendieron con un tenue resplandor blanco cálido. Las paredes eran de un elegante blanco roto y negro mate, muebles en tonos níveos que contrastaban con una elegante mesa de mármol oscuro dominaba el centro de la sala como una pieza de arte funcional. Las puertas de vidrio ofrecían una vista abierta hacia el patio y la piscina, mientras que desde el sofá se podía ver el nivel superior. Un pasillo largo y elegante, con puertas de habitaciones que se alineaban como una galería silenciosa.

De día, el lugar se llenaba de luz natural por los grandes ventanales. Y en la noche, la iluminación se repartía

con sutileza entre lámparas colgantes y luces cálidas incrustadas en el gypsum del techo.

Y ahora, mientras lo ayudaba a entrar, sintiendo su peso apoyado contra él, no pudo evitar preguntarse…

¿Por qué siento que no importa cuánto retrocedí, sigo atrapado en el mismo ciclo con él?

Alessio entró junto con Enzo, guiándolo con cuidado hasta uno de los sofás de la sala. Apenas se sentaron, soltó un suspiro, más largo de lo normal, como si quisiera liberar el peso invisible que se acumulaba en su espalda desde hacía semanas.

—Te traeré algo de tomar.

Enzo asintió, acomodándose como pudo en el sofá. Estaba inusualmente tranquilo, lo cual solo aumentaba la inquietud de Alessio.

Con pasos seguros, Alessio se dirigió a la cocina.

La cocina era un reflejo del diseño sobrio y elegante que había elegido años atrás. Un espacio amplio, despejado y silencioso. Las líneas del gypsum en el techo acompañaban a las de la sala, y la iluminación suave provenía de luces led bien posicionadas que le daban un aire moderno y acogedor.

Los mesones de mármol oscuro brillaban bajo la luz, y los estantes y cajones de color negro relucían como si nadie los hubiera tocado en días. En el centro, el lavaplatos estaba perfectamente encajado en la pared del fondo, con una franja de iluminación propia. A la derecha, el microondas y el horno estaban empotrados, ordenados como en una vitrina de exhibición. A la izquierda, el refrigerador, rodeado por alacenas con acabados metálicos mate. Y al centro de todo, destacaba la isla de cocina, con la estufa perfectamente integrada en el mármol.

Alessio se movió con naturalidad. Abrió uno de los cajones cercanos al lavaplatos y sacó una pequeña olla. La llenó con un poco de agua y la puso a calentar con movimientos mecánicos. El silencio era tan absoluto que el primer burbujeo del agua se oyó claramente en todo el espacio.

Mientras esperaba, caminó hasta los estantes a un lado del refrigerador. Abrió uno de los compartimentos superiores. Dentro, había varias cajas de distintos tamaños, colores y texturas, obsequios de sus padres. Algunos sellados, otros con cintas decorativas todavía intactas.

Con cuidado, sacó una de las cajas. La tapa tenía un acabado satinado, negro con bordes dorados. La abrió y dentro encontró una colección de bolsitas de té Da Hong Pao o Big Red Robe, todas con empaques lujosos, delicadamente alineados, como si fueran joyas en un estuche.

Tomó una al azar.

—Perfecto para un loco que aparece a las dos de la mañana —murmuró con una sonrisa casi imperceptible.

Volvió a la olla, el agua ya comenzaba a humear. Sacó una taza, vertió el agua caliente y colocó la bolsita de té con cuidado, dejándola reposar mientras el aroma comenzaba a llenar el aire, suave y cálido.

Miró en dirección a la sala. Enzo seguía ahí, sentado, como si fuera parte de un sueño. Y él, seguía actuando como si fuera normal. Como si este reencuentro no estuviera rompiéndole la rutina y el pecho por dentro.

Alessio regresó a la sala con paso tranquilo, aunque por dentro su mente no paraba de moverse. Llevaba entre las manos la taza humeante de té, cuyo aroma se desplegaba en el aire con una mezcla envolvente, profundo, dulce, con sutiles toques de vainilla y ese distintivo perfume floral de las orquídeas.

—Tómalo, te hará sentir mejor —dijo con suavidad, acercándose a Enzo y ofreciéndole la taza con cuidado.

El delta, aún sentado en el sofá, alzó la mirada. Había estado observando en silencio el interior de la casa, como si tratara de encajar cada detalle con alguna imagen lejana en su mente. Aceptó la taza con ambas manos, agradecido.

—Gracias… —murmuró, y luego miró el líquido oscuro y fragante—. ¿Es té Big Red Robe?… Es mi favorito.

Alessio fingió sorpresa, apenas alzando una ceja.

—¿De verdad? —preguntó con un dejo de incredulidad en la voz.

Pero claro que lo sabía.

Sabía perfectamente que era su favorito. Lo había descubierto durante su matrimonio, antes de la regresión, prestando atención a cada uno de esos pequeños gestos que Enzo creía que nadie notaba, cómo lo olía antes de beberlo, cómo sonreía más con ese té que con cualquier otro. ¿Pero Enzo al menos sabía qué cosas le gustan a él?

—Gracias otra vez —murmuró Enzo, bajando la mirada, como si esas palabras le costaran más de lo normal.

Alessio se sorprendió por un segundo. No por la palabra en sí, sino porque viniera de él. En su vida pasada, Enzo era capaz de agradecer a todos… menos a él. Tal vez era por orgullo, tal vez por la tensión constante entre ambos. Pero nunca había escuchado un simple “gracias” dirigido hacia él, y menos con esa voz tranquila.

Soltó una pequeña risita, baja y sin burla, más bien aliviada. Algo en su pecho se aflojó un poco. Se permitió sonreír.

—No es nada —respondió con naturalidad, sentándose frente a él en el otro sofá—. ¿Te sientes mejor?

Enzo asintió con la cabeza, sus facciones ya no tan pálidas como antes, y sus hombros ya no parecían tan tensos como al principio. Bebía el té con calma.

Alessio lo observó por unos segundos más, en silencio. No pudo evitar abrir la boca y preguntar, aunque no estaba seguro de si debía hacerlo.

—¿Estás pasando por un mal momento?

El silencio se instaló entre ambos. Enzo no respondió al instante. Mantuvo la mirada baja, la taza aun entre sus manos.

Finalmente, su voz emergió, baja, como un susurro que parecía no querer salir.

—A menudo tengo pesadillas.

—¿Pesadillas? —repitió Alessio con voz baja, ladeando apenas la cabeza.

Enzo asintió con un simple movimiento, sin añadir más. El silencio volvió a instalarse entre ellos, cómodo solo por unos segundos, hasta que Alessio rompió la quietud con una leve sonrisa.

—Estás bien ahora… —dijo suavemente, como si esa afirmación pudiera ahuyentar lo que fuera que lo perseguía en sus sueños.

Entonces, la voz de Enzo lo llamó.

—Alessio.

—¿Sí? ¿Qué sucede?

El nombrado levantó la vista al instante. Por un segundo, no hubo respuesta.

—Lo que dijiste la última vez… que ya no me amas.

El rostro de Alessio se endureció por una milésima de segundo, pero lo disimuló al instante. Elevó una ceja y asintió con calma contenida.

—Sí. Lo hice.

Enzo no levantó la mirada. Seguía contemplando su taza, removiendo el té suavemente con movimientos circulares, como si su atención pudiera fijarse solo en ese líquido oscuro y humeante.

—¿De verdad ya no sientes nada por mí?

La pregunta fue lanzada al aire como una aguja. No tenía peso, pero se sintió como una lanza directa al pecho.

Alessio no respondió de inmediato. Bajó la mirada, sus dedos se crisparon sobre el borde del sofá, apretando la tela. Murmuró algo apenas audible, y por un instante, una emoción se deslizó por su rostro, como una sombra que no alcanzó a tomar forma.

No sabía si lamentaba más haberle abierto la puerta… o no haber cerrado su corazón antes de hacerlo.

1
Lluvia lunar
el trasmigro al cuerpo del hermano del prota y se enamoro de el otro prota asiendo que se separa del el hermano .
la pregunta es el es el de la novela cundo hizo que se separen o era el hermano original el que hizo que se separen ?
Elvira Vega
alguien mas piensa que Alessio no es el unico que tuvo una regrecion lo digo por el comportamiento de Enzo a hora y ese miedo de volver a perderlo
Maru19 Sevilla
Me quedo con ganas de más capitulos, gracias por actualizar /Good/
Maru19 Sevilla
Se ve a desenmascarar Artem
Yansuk*
Muchas gracias por los capítulos 😘
Cherry Blue Sound~
me está desagradando este hermano
Cherry Blue Sound~
pensar que comencé a leer esto un 17 de agosto skshs/Doge/
vicky bw
Por que eres tan coqueto Enzo /CoolGuy/
Yansuk*
Enzo regreso igual que el, mi pregunta como rayos terminaron así porque enzo no estaba enamorado de artem.
Yansuk*
Enzo regreso igual que el, mi pregunta como rayos terminaron así porque enzo no estaba enamorado de artem.
Maru19 Sevilla
Que habrá pasado que Enzo ahora lo quiere /Slight/
vicky bw
Oh quiere hablar de amores, hablemos de amores
vicky bw
Me está poniendo muy nerviosa el norteño, que pasó no escuchás que te está diciendo que no es cierto, si no siquiera eres capaz de creer en sus palabras de qué tanto te quejas
✿~Celeste~✿
Aaaa bueno andamos sacando los trapos sucios jjajajja
moon_jabami03
Es una historia muy buena..todo se lleva con calma se profundiza al personaje y sus motivos...en general muy bien ¡me encantó!
YOONMIN 💜
ja le atiné, está enamorado de Alessio 😍
YOONMIN 💜
aquí si creo que Artem esté enamorado de Alessio,,,,
Maru19 Sevilla
Cómo manojo de rábanos todos juntos jajaja
✿~Celeste~✿
~Esos celos que me matan~
✿~Celeste~✿
Quede loca el capítulo pa locooo
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