El dolor de una traición, arranca de raíz el amor que sientes por alguien especial, pero también te destruye lentamente, pero la determinación con que la enfrentes, será la clave para seguir adelante y no dejarte derrumbar.
Acompáñame a conocer la historia de Feray Yilmaz, su historia de fuerza y resiliencia, te va a enseñar que después de una traición, todo sanará.
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CAPITULO 13
Los resultados de los exámenes que te envío el nutricionista, ya salieron, quedó descartada cualquier enfermedad, pero si, estás baja de peso, me imagino que ya iniciaste con tu plan alimenticio-- yo asentí-- perfecto, debes evitar a toda costa la anemia, además se pueden activar otras cosas y no queremos eso--
- Si, ya me estoy alimentando mucho mejor --
- No se preocupe, mi tía se ha encargado de eso, te lo puedo asegurar -- intervino Yasemin.
En ese momento tocaron la puerta, Emir se levantó y abrió, era el Nutricionista, el doctor Aydin, a Yasemin casi se le salen los ojos de sus órbitas.
- ¿cómo es que hay doctores tan lindos hoy en día?, cuando he tenido citas médicas, siempre me atienden viejos gordos y panzones, que suerte tienes-- comentó en un susurro, casi no puedo aguantar la risa.
- Hola amigo, disculpa mi intromisión, estaba pendiente de la cita de mi paciente, ¿ya leíste los resultados de los exámenes?-- preguntó.
- Si, justo le estaba explicando sobre los cuidados -- respondió Emir.
- Hola Feray, que gusto verte-- me dijo y yo sonreí.
- Igualmente, doctor-- respondí y su mirada pasó de mí, a mi amiga.
-¿y ella es?-- Yasemin se acomodó en la silla.
- Mucho gusto, Yasemin, amiga/hermana de Feray, soltera y disponible -- agaché mi cabeza por la vergüenza.
La risa de aquel hombre resonó por el consultorio -- Mucho gusto, soy Kerem Aydin, amigo y colega de Emir, soltero y disponible -- concluyó y la sonrisa coqueta entre ambos, se hizo presente, yo miré a Emir y levanté mis hombros en señal de confusión.
- Bueno, las citas son en restaurantes, cafeterías, parques etc., si se quieren conocer, pueden salir de mi oficina, yo tengo que atender a mi paciente -- sentenció Emir.
-¿Me acompañas?-- le pregunto Kerem directamente a mi amiga, ella asintió.
- ¿y no era que querías ver a tu sobrino?-- le dije burlándome de las palabras que dijo está mañana.
- Tengo la corazonada de que todo está muy bien, además que será hermoso o hermosa como su madre, y además podré ver las imágenes cuando termine la cita, aquí te dan la tirilla con las imágenes del ultrasonido, y si se deja ver el sexo, me cuentas, estaré feliz de escucharte -- se excusó mi amiga, yo negué con la cabeza.
- Está bien, me dejas por un hombre, yo lo comprendo, ve y disfruta, tú que si puedes -- dije fingiendo tristeza y desilusión, ella se acercó y me abrazó.
- Lo siento amiga, estás oportunidades no se presentan todo el tiempo, además estoy a esto-- me mostró un diminuto espacio entre su dedo índice y pulgar -- de volverme una santa-- diciendo esto en un susurro en mi oído, salió tomada del brazo de Kerem.
- Tu amiga no pierde tiempo -- Emir estaba sonriendo al presenciar la escena.
- De hecho venía por ti-- comenté y él preguntó de inmediato.
-¿por mí? ¿Porque?--
- por qué le dije como eras-- respondí sin pensar en las palabras que estaba diciendo.
Reposó sus brazos sobre el escritorio y se inclinó hacia adelante, el tono de voz que utilizó, hizo que los bellos de mi cuerpo se erizaran-- ¿si? ¿Y como soy?-- yo me puse muy nerviosa.
-Yo... Yo, simplemente le dije como eras-- fui breve, pero él fue insistente.
- pero según tú, ¿cómo soy?, amable, feo, rudo, fanfarrón... Sexi-- hizo énfasis en esa última palabra.
-Que eres muy apuesto, eso dije ¿Feliz?... ¿Podemos continuar con la cita?-- obviamente utilicé otras palabras, pero no era capaz de decírselas.
Su mirada cambió, había algo indescifrable en esos ojos, por un momento me sentí absorbida-- ¡mmmmhhmm!-- se aclaró la garganta -- bueno, entonces pasa a la báscula, necesitamos actualizar tu peso-- me levanté de la silla y subí para pesarme.
- Efectivamente, has mejorado, has subido 2 kilos y medio en un mes, sigue así-- me felicitó.
Luego me subí a la camilla y tomó mis signos vitales, todo estaba muy bien.
- ¿debajo de tu vestido tienes otra prenda?-- se notó su incomodidad al hacerme esa pregunta, Pero yo entendí a lo que se refería.
- Sí, puedo levantarlo sin ningún problema -- él sonrió avergonzado, yo me levanté el vestido, debajo tenía una licra.
Acomodó el monitor frente a nosotros, puso un poco de gel sobre mi vientre y comenzó a pasar el transductor, hasta que se vio mi bebé, ya se veía más claro, mi corazón latía con fuerza al ver la imagen proyectada.
- todo está muy bien, sus medidas están acorde a la edad fetal y sus latidos están perfectos, ¿quieres saber el sexo de tu bebé?-- yo asentí.
- ¿ya se puede? -- él asintió dudoso.
- Vamos a intentarlo, estás a una semana de cumplir 4 meses, quizás tengamos algo de suerte-- yo me emocioné.
Al ver mi emoción comenzó a mover al transductor con un poco más de presión, hasta que por fin, una imagen clara, hasta yo logré interpretarla.
-¿es…es niño?-- dije con lágrimas en mis ojos.
- Si, más claro no puede estar, este pequeño caballero moría de ganas por mostrar su hombría -- comentó.
- Tiene los huevos que al papá le faltaron-- dije sin pensar, él se sorprendió por mi comentario.
- Que conste que no lo dije yo-- comenzó a reír.
- Lo siento, no debí decir eso, además es mi hijo, aunque él es su padre, no debo hacer esas comparaciones, mi hijo no se lo merece -- sin que yo lo esperara, tomó mi mano y la acarició con ternura, sentí su apoyo en ese toque.
Me pasó unas toallitas para limpiar el gel de mi vientre, luego me acomodé el vestido y con su ayuda, bajé de la camilla, volvimos al escritorio y yo me senté, él hizo lo mismo, escribió algo en su computador e imprimió algunas hojas.
- Listo, aquí te entrego las imágenes de la ecografía, también la fórmula para más suplementos, sigue así como vas con tu alimentación, evita estrés, cargar peso, y duerme bien-- me recomendó.
- Lo haré, muchas gracias -- me levanté para retirarme.
- No olvides pedir tu próxima cita dentro de dos meses-- comentó
-¿Dos meses? ¿O sea que no te veré hasta entonces?-- él asintió.
- asi es, tu embarazo va muy bien, conmigo vas bien , pero si tendrás que venir a una nueva cita con Kerem, él debe estar pendiente de tu evolución, por qué ¿acaso querías verme?-- yo tragué la saliva que se había formado en mi garganta.
-No… No es eso, es solo que me gusta poder ver a mi bebé, van a ser dos largos meses-- no fui 100% sincera.
- Digamos que te creo, y yo que te quería hacer una invitación, pero creo que no vas a querer-- comentó sin mirarme a los ojos, mientras organizaba su escritorio.