Cole desde muy joven siempre supo cuál sería su propósito en la vida, criado para ser un guerrero, el joven tenía una vida feliz, puesto que Cole se sentía orgulloso de haber sido elegido para tan importante misión, además de que, cuando cumpliera su mayoría de edad, se casaría con la mujer a la que amaba, pero la persona que menos esperaba acabo con todo, sus sueños, sus deseos, su libertad.
Ahora Cole tendrá que enfrentarse a la que una vez fue su mejor amiga, para así, no solo salvar a sus seres queridos, sino también a todo su reino, e incluso al mundo, pero no lo hará solo, Cole peleara a lado de sus hermanos, quienes aun los esperan para detener el gran mal que se avecina.
Esta es la cuarta y última historia de la tetralogía “Los 4 Guerreros de los Elementos”.
La primera historia es “El Guerrero de la Tierra”
La segunda historia es “La Guerrera del Aire”
Y la tercera historia es “La Guerrera del Agua”
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Capítulo 13
COLE
Me despido de mis padres, a los que ya no veré hasta dentro de un mes, puesto que a pesar de vivir todos en el palacio real, solo tengo permitido verlos una vez al mes, el resto del tiempo tengo prohibido ir a lugar donde ellos se encuentran, tampoco tengo permitido pasar mucho tiempo con ellos, solo unas pocas horas.
Salgo del palacio/prisión en donde están mis padres, y decido vagar por el palacio en busca de algo que les pueda ser de utilidad a la resistencia. Estoy en los jardines, cuando alguien salta sobre mí, y de inmediato sé de quién se trata, es Cyra.
- Cole, qué bueno que te encontré, vamos a tomar el té juntos – me dice Cyra mientras toma mi mano y me obliga a seguirla.
Estar con Cyra me trae muchos sentimientos, pero ninguno bueno, algo dentro de mí le tiene rencor pro lo que ha hecho, aunque sé que no es su culpa, también le tengo lástima, porque sé lo mucho que ha sufrido en su vida, ella no merecía tener que sufrir más, pero el destino no la dejo ser feliz, y sé que detrás de la sonrisa que me brinda, hay mucho dolor.
Llegamos a una mesa llena de postres, y ambos tómanos asiento, una vez estamos acomodados, Cyra comienza a hablar sobre como será nuestra boda, y más cosas por el estilo, la verdad es realmente incómodo estar con ella, y es que, a pesar de ser ya una joven de casi 18 años, Cyra actúa como si aún tuviera 13 años, es una niña en el cuerpo de una adulta, es como si su mente se negara a aceptar lo que está pasando y haya decidido quedar atrapada 5 años atrás.
Las únicas veces en las que Cyra actúa conforme a su edad, son en esos pequeños momentos de lucidez que llega a tener, y verla en esos momentos es aún peor que verla actuar como una niña. Uno puede sentir su dolor y su sufrimiento, es algo realmente devastador.
- Tendremos una gran boda, yo llevaré un hermoso vestido, y tú lucirás un traje hecho a la medida, será perfecto – me habla Cyra, quien al ver que no le hago caso, me lanza una servilleta – te estoy hablando – me dice, mientras mi mira enojada.
Esto era algo que ella solía hacer en el pasado cuando no le estaba prestando atención, y ver a esta nueva Cyra hacerlo, sin importar cuántas veces lo vea, me parece perturbador.
- Lo siento, estaba pensando en de qué color serán las flores, y me distraje – le miento con una sonrisa, y es que de hacerla enojar, sé que mis padres pagarán las consecuencias.
- Y ¿qué color te gusta? – me preguntó.
- Naranjas – le contesto, sé que mi respuesta le alegrará, ya que es el color de sus ojos.
- Será perfecto, comenzaré con los preparativos para tenerlas listas para ese día – me dice, y se va dejándome solo, y solo cuando se ha ido por completo, puedo respirar tranquilo.
Ese mismo día, pero por la tarde me reúno con el conde Apolo Brand, un joven solo un par de años mayor que yo, su cabello es de color naranja y sus ojos color fucsia, él tuvo que ver morir a sus padres, quienes se negaron a jurarle lealtad a Cyra, algo que él sí hizo, con tal de sobrevivir y así poder vengar a sus progenitores.
Nos reunimos en mi habitación, donde comenzamos a hablar de cosas sin mucha relevancia, hablamos el clima, el comercio y cosas por el estilo, y mientras hablamos, nos pasamos notas con lo que yo he descubierto, y lo que él quiere que averigüe.
“¿Ember ya ha vuelto?” – le pregunto a través de las notas.
“No, aún no, y tampoco ha mandado algún mensaje, esperaremos solo una semana más, y mandaremos a alguien más” – me informa.
“No se precipiten demasiado, desde que hace unos días, una familia intentó escapar del reino, Cyra ha reforzado la vigilancia en todas las fronteras, ya no será tan fácil salir” – le informo, mientras le hago un mapa lo mejor que puedo, de donde yo sé que se han puesto nuevos puestos de vigilancia.
- Mierda – dice Apolo en voz alta, molesto por lo que ve, puesto que Cyra reforzó las fronteras de manera impecablemente, haciendo casi imposible salir – olvidé que tengo algo que hacer, así que me voy – me dice Apolo, para así disimular haber maldecido en voz alta, puesto que es seguro que los guardias fuera de mi habitación lo oyeron, y debemos de evitar levantar sospechas.
- Gracias por venir a verme, me aburro aquí solo – le digo y ambos nos despedimos.
Antes de irse, Apolo ve nuevamente el mapa que le hice, y una vez lo ha memorizado, lo quema, así como todas nuestras notas, para eliminar todo rastro de lo que en realidad hablamos aquí.
Una vez me encuentro a solas me dejo caer en la cama de mi habitación, mirando al techo, y en lo primero que pienso es en Ember, hace ya 5 años que no la veo, y cada día que pasa me duele más su ausencia, deseo con todo mi corazón volver a verla, volver a abrazarla y besarla, pero sobre todo deseo que esté bien, sé que haya afuera las cosas no están nada bien, y hay peligro por todos lados.
Aunque en estos momentos lo que más deseo es quedarme en mi habitación, sé que es mi obligación cenar con Cyra, por lo que sin ánimo salgo a reunirme con ella. Llego al comedor donde tomo asiento, y espero a que Cyra aparezca.
- Cole, cariño, te alegrará saber que ya tengo todo listo. Nos casaremos el día de mi cumpleaños, por lo que mañana mismo mandaré las invitaciones – me dice Cyra con una enorme sonrisa.
Y yo debo dar todo de mí para forzar una sonrisa, y fingir estar alegre con la situación, sonará un poco tonto, tomando en cuenta todo lo que está pasando, pero no quiero casarme con alguien que no sea Ember, y siento que la estoy traicionado al no poder negarme.