Desconocido

Se dedicaron a trabajar ese día. Rocío pidió permiso para salir temprano. Tenía una cita con su doctora.

Cuando llego la hora de salida, salió apresurada a coger un taxi. Pero para su sorpresa, se encontró con Kai.

- Veo que estás feliz.

- Si, y mi felicidad no tiene que ver contigo.

- No creo que tenga quien soporte tu mal humor. Y escucharte hablar de libros.

- Siempre habrá alguien para escucharme.

Rocío paro un taxi y cuando se disponía a subir. kai la agarro por el brazo y la jalo hacia él.

- Sé que no me puedes olvidar.

- Suéltame. No soportó tenerte cerca. Eres repugnante.

- Si, pero acostarte conmigo no te costaba nada.

De pronto llego Dante y aparto a Rocío de kai.

- Que le haces a mi novia. Ningún hombre tiene permiso para tocarla.

- Ella es tu novia. Me disculpo, no pensé que tenías ese tipo de intereses.

Dante le dio un golpe fuerte en la cara y lo tumbo al suelo. Hizo que Kai le sangrara la nariz.

- Es mejor que te alejes de ella, o sabrás de qué soy capaz.

Agarró a Rocio de la mano y subieron al taxi. Ella dio la dirección de su casa y se bajaron juntos en su casa. Ella invitó a Dante a pasar.

- Pasa, te calentaré algo de té.

Ella caminó a la cocina a preparar el té, pero él la agarro de la mano y la jalo hacia él.

- ¿Te encuentras bien? ¿Te lastimó ese miserable?

Ella cayó en el sillón y se puso a llorar. Él la abrazo y le acariciaba la espalda para calmarla. De tanto llorar, Rocío quedo dormida en el sillón. Dante se quedó con ella hasta que se despertará. Cuando era casi la tarde, Rocío se despertó.

- Descansaste lo suficiente

-Sí.

- ¿Estás lastimada?

- No, solo me asusté.

- Bueno me alegro de que estés bien. Así que ya puedo irme.

Rocío le agarro la mano para que no se fuera

- ¿Puedes quedarte?

- Está bien

- La verdad que el abogado Kai, es mi exnovio, lo deje porque me engaño con mi mejor amiga. Me da vergüenza contártelo, pero con todo esto que paso, necesitaba decírtelo.

- No te preocupes, me disculpo por decir que era tu novio. Me molesté mucho en la manera que te trató y no pude evitar golpearlo.

- La que debe sentirlo soy yo por haberlo metido en esta situación.

- Por mí no te preocupes, no dejaría que alguien te lastimara de esa manera.

- Creo que debería irme, ya que me dijiste lo que querías decirme, creo que ya estamos bien.

- Aun así, me gustaría que se quedará. La verdad me haría sentir más tranquila, si permanece cerca de mí. Si no le molesta.

- Para nada, yo disfruto hacerle compañía.

Los dos quedaron sumergidos en una larga conversación. Ella ya estaba más tranquila. Pero Dante tenía el corazón a mil. Él no sabía que pensaba Rocío de él. Quería descubrirlo pero tenía miedo de ser rechazado. Él sabía que Rocío coqueteaba con sus palabras, pero no estaba seguro si era por diversión o por si había algo más.