Las Crueldades De Esta Vida

Viki despierta un poco perdida, aquel lugar no le resultaba conocido en absoluto. Marcus entra a la habitación unos segundos después con un poco de té y algunos postres para que ella comiera.

_Despertaste. ¿Cómo te sientes?

_Bien, estoy bien. ¿Dónde estamos?

_En mi casa, no parecías estar bien como para ir a aquella reunión, por lo cual me tomé la libertad de traerte hasta aquí. Virginia, esas marcas en tus muñecas no son de una caída o quemaduras. ¿Maikon te lastimó de alguna manera?

Ella no podía responder sentía como el nudo en la garganta le dificultaba incluso la respiración, el solo mencionar el nombre de Maikon y recordar lo que había sucedido entre ellos le causaba un escalofrío por todo el cuerpo y el corazón se le aceleraba. Marcus nota reacción y trata de ocultar la expresión de enojo, no podía creer que aquel idiota la haya lastimado. Él deja el té con los postres para ella y se dirige a la puerta.

_Marcus...

Él se detiene al oír su nombre, la voz de ella estaba tan baja, sofocada y cortada. Escucharla de aquella manera le causaba un aprieto en el corazón y tenía ganas de abrazarla para hacerle saber que todo estaba bien, que en ese lugar no le ocurriría nada malo.

_Solo trata de descansar, puedes estar tranquila aquí estás a salvo y nada malo sucederá. Quédate el tiempo que desees.

_Gracias, por todo.

Él se retira y cierra la puerta, al bajar observa que los guardias estén en sus lugares y les vuelve a dar la orden de no dejar pasar a nadie sin antes consultarlo con él.

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Maikon estaba preocupado, sabía que lo que sucedió en aquella mañana podría significar el fin de su relación con Viki, no podía permitir que eso suceda, muchos menos ahora que la hizo suya, que sintió el placer de tenerla en sus brazos. Vuelve a marcar el número de Viki, pero nadie contesta, es enviado directamente al buzón de voz.

Maikon continúa caminando como un loco acosador por todo el estacionamiento de apartamento de Viki, sabe que en algún momento tendrá que volver y hablara con ella para explicarle lo sucedido y pedirle perdón. Él continuaba repitiéndose esas palabras hasta que en un momento dado recuerda que ella le había dicho que viajaría con Marcus a Las Vegas. El odio vuelve a dominarlo al imaginar que ambos pueden estar disfrutando el momento juntos y él se encontraba esperando como un idiota enfrente a su apartamento. Toma su celular nuevamente y marca al número de una mujer, la misma responde luego de unos segundos.

_¿A qué se debe tal milagro?

_Prepárate iremos a Las Vegas. Tu querido Marcus está con mi novia y no planeo dejarlos solo en una ciudad como esa.

_Te veo en el aeropuerto en una hora.

Maikon cuelga y se marcha del lugar yendo directamente al aeropuerto.

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Viki ya había preparado todas sus cosas para el viaje que harían hasta Las Vegas, por lo cual no volvió al apartamento para prepararse, en parte estaba con miedo de ir hasta allá y encontrar a Maikon. Busca a Marcus por la inmensa casa aprovechando para conocer un poco y apreciar la belleza del lugar.

La casa no era tan grande como las otras del barrio, pero el jardín compensaba cualquier mansión lujosa, la casa era de buen tamaño y con un estilo moderno con varios ventanales, lo cual destacaba aún más el jardín tan elaborado que tenía, ella camina por el jardín tocando las flores a su paso. Al levantar la vista nota a Marcus parado enfrente suyo con una área cubierta para evitar el sol o la lluvia, un lugar perfecto para relajarse pensó ella.

_¿Cómo te sientes?

_Mucho mejor, agradezco que me hayas traído hasta aquí. Normalmente diría que no era necesario, pero me agrada la idea de conocer este lugar. Es hermoso.

_Mi madre fue la responsable de diseñar todo esto que ves aquí, es una mujer apasionada por la naturaleza y quería que esta casa transmitiera un poco de esa esencia.

_¿Tú madre vive aquí?

Al momento de realizar la pregunta ella se arrepiente, hubiera sido mejor permanecer callada en lugar de preguntar cosas personales a su jefe.

_No, ella quería más naturaleza y se mudó a una casa rodeada por el bosque, mi padre es apasionado en darle el gusto y construyó una casa al estilo que ella deseaba en el lugar que ella deseaba.

_Eso es muy lindo, tu padre es un hombre especial, restan pocos como el en este mundo.

_Eso es verdad. ¿Estás lista para el viaje?

_Sí, justamente venía a preguntarte a qué hora salimos.

_En dos horas. Ya no iremos a Las Vegas, el cliente pidió que fuéramos a ver primeramente la empresa que tiene en Londres.

_Estaré jodida con ese frío.

Marcus ríe al escuchar como había reaccionado, ella lo observa un poco avergonzada, pensó que lo había dicho lo suficientemente bajo como para no ser escuchada.

_No te preocupes, podemos ir hasta tu apartamento a por unas cosas y luego pasamos al aeropuerto.

Ella solo asiente y observa las flores para ocultar que se había sonrojado por la vergüenza.

Al llegar al apartamento Marcus nota que ella estaba con miedo y se ofrece para acompañarla hasta arriba, ella acepta y ambos suben. Al llegar ella abre la puerta del apartamento y entra siendo seguida por él. Ella permanece en el mismo lugar observando el corredor en donde Maikon la había hecho suya y seguidamente la sala en donde la había lastimado debido a sus celos.

_¿Rodes? ¿Todo bien?

Marcus deja su mano suavemente sobre sus hombros sacándola de sus pensamientos, ella voltea dejando ver la lágrima que caía sobre sus mejillas.

_¿Por qué tenía que arruinarlo todo?

Marcus la abraza dejándose llevar por el aprieto en el corazón, le dolía verla sufrir por otro hombre, un hombre que le hizo mucho daño.