Agnes es una omega de baja calidad, algo que le ha facilitado el drama de estar en un mundo de Alphas y Omegas, pero desde que conoce a Jarek su Alpha destinado sus ferononas comienzan a atraerse el uno al otro llevandolos de un enrredo tras otro.
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Un hombre sin alma
Agnes estaba paralizada ante la presencia imponente del hombre, además de que también estaba el hecho de que eran dos hombres y ella solo una mujer, temía por su seguridad. El hombre se encontraba tomando el té de forma tranquila, pero algo había que la inquietaba mucho.
- Siéntate mi niña, yo no muerdo – dejo ver sus colmillos a propósito.
- ¿Quién es usted y que quiere? – Agnes tenía miedo, pero no podía quedarse callada
- Vaya, al parecer Jarek no te ha educado aun, me parece – dice el hombre
- ¿Jarek? – pregunta Agnes, pensando ¿Qué tenía que ver el en todo esto?
- Mi hijo, agradecería no me hagas repetir las cosas, detesto a los incompetentes y quiero pensar que no lo eres – le hace un ademan con la mano indicándole que se siente a la mesa- por favor, debes mostrar un poco de modales hacia tu visita
- Usted no es mi visita, no sé quién es y no quiero saberlo tampoco – estaba asustada, pero al mismo tiempo la impotencia subía por su garganta – así que le agradecería que se retirara de mi…- el sirviente la toma por los hombros y la fuerza a sentarse de golpe, causando mucho dolor
- Te dije que no me gustan los incompetentes – el hombre la miraba como un león miraría a un ratón, solo una pequeña criatura con la cual jugar – iré al punto de mi visita, quiero saber cuál es la relación que posee con mi hijo – le pregunta
- Su hijo y yo no somos más que compañeros de trabajo – le comienza de responder – él es mi jefe y como tal yo lo respeto
- No trates de mentirme muchacha – la detiene – ni siquiera lo intentes, mucho menos con las feromonas de mi hijo esparcidas por todo este lugar, incluso tu estas impregnada de ellas – alza un poco la voz
- Fue solo un favor que su hijo me hizo, le aseguro que no tenemos la relación que usted piensa – le dice – no es su problema saber el motivo, pero para que se quite la idea, tengo un problema con mis feromonas – le comienza a explicar, aunque sienta que no le debe dar explicaciones, quería que se fuera de su casa lo más rápido posible
- Entonces, dices que tienes problemas con tus feromonas y necesitas de un Alpha para adaptarte a la carga, ¿no es así? - le pregunta
- Si, solo por eso su hijo me impregno de sus feromonas
- Muy bien, entonces que te parece esto- el hombre comienza a liberar sus feromonas, eran fuertes – conviértete en una de mis mujeres, yo podría enseñarte muchas cosas y mostrarte más de una manera de usar tus feromonas para el placer propio- Agnes se sentía mareada, su cuerpo comenzó a sudar, pero no era la reacción que solía tener con Jarek, esta vez era como si todo su cuerpo rechazara al hombre hasta el punto de causarle nauseas, casi como si solo aceptaran a Jarek - ¿Qué dices? – el hombre sonríe de forma maliciosa - ¿aceptas mi propuesta?- Agnes no podía soportar más, sentía que se desmayaría
- ¿El dinero ya no puede comprarte más Omegas, que ahora vas y los acosas en sus casas? – Jarek acababa de entrar y se acercaba hacia la mesa – quiero que te alejes de ella y la dejes en paz – comenzó a liberar sus feromonas. Agnes al sentirlas noto como su cuerpo se comenzaba a calmas, su aroma era delicioso, casi como un olor a pino fresco, algo que le daba mucha calma, sintió protegida - ¿Qué haces aquí? – se coloca al lado de Agnes quien ya se encontraba en mejor estado
- Vine a conocer a la señorita Omega que provoco que mi hijo saliera en las redes sociales – le muestra una grabación del incidente ocurrido con el hombre del carro la nuche anterior- ¿quisieras explicarme, porque llegaste a estos extremos?
- Eso no es asunto tuyo, padre – Jarek mostraba el gran enojo en su mirada
- ¿Tienes idea de lo que nos va a costar esto?, ¿sabes que pasará cuando comiencen a indagar y se den cuenta que eres mi hijo y el daño que le hará en las acciones de la compañía? - su voz era firme, pero en un tono calmado
- Estuve toda la noche encargándome de ese asunto, nadie hablara, y mucho menos llegara hasta ti- lo observa con determinación- te lo aseguro, así que ahora retírate- su tono fue amenazante
- Muy bien, eso espero- el hombre mira a Agnes – ahora quiero que me aclares, ¿Qué relación tienes con esta mujer? – le pregunta
- Ya te dije que no era tu asunto – le responde fríamente
- Oh ya veo, a juzgar por su reacción a mis feromonas y luego a las tuyas, es obvio lo que está sucediendo aquí – el hombre sonríe – ella es tu Omega destinada ¿no es así? – la señala
- Dije que no era tu asunto, por favor lárgate, antes que pierda la paciencia contigo- le señala la puerta
- Excelente, por tu actitud eso quiere decir que me encuentro en lo correcto – sonríe nuevamente – en ese caso es bueno que la utilices, su sangre es perfecta ya que puede darte un Alpha de casta pura, así como lo somos nosotros – sin duda el hombre era egoísta
- Deja de hablar de ella de esa forma y lárgate – Jarek no podía contener su enojo, en su mirada se reflejaba toda su ira contenida
- ¿Por qué te molestas? – le pregunta- no me digas que te has enamorado de esta mujer – ríe – hijo mío, sin duda aun eres muy joven para entender que las relaciones solo sirven para dos cosas – le dice- para darte placer y para darte algún beneficio, esta mujer no vale nada para nosotros, es solo una simple Omega más del montón, lo único que la hace especial en este momento es su emparejamiento contigo, luego de que te de un heredero deshazte de ella – el hombre hablaba de forma tan despectiva que causaba repugnancia en la garganta de Jarek, “y pensar que esta basura es mi padre” – debes entender que los Omegas no son más que simples criaturas que vienen a este mundo para servirnos a los Alphas, son simples herramientas.
- Basta – Grito Jarek – cierra tu maldita boca, no tolerare más de tus insultos – coloca su mano sobre el hombro de Agnes – lárgate de aquí antes de que te saque a patadas a ti y a tu sirviente de pacotillas – todas las palabras del hombre le recordaron a Jarek las humillaciones de su madre y de cómo se volvió totalmente desquiciada por este hombre
- Está bien, me retirare – dice el hombre – no por tu intento de amenaza – se levanta – esta conversación ya me parece aburrida – camina hacia la salida – pero antes de irme te diré solo una cosa más, espero que no te hayas encariñado con esa Omega, porque si no la pobre tendrá el mismo destino que sufrió tu madre cuando te cases con Charlotte Mancini- se va del lugar