Tras tener una buena vida, y morir al lado de su familia, Antonieta reencarna en Isabella, una joven destinada a morir y vivir en el sufrimiento.
Ella planea tomar venganza, y luego, buscar un amante y tener una buena vida, pero, el destino le tiene algo más preparado
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Misión 2/4
Cuando solo quedó la familia Valencia dentro, entró Isabella, quien estaba "afligida" por la situación.
—Padre, tengo mucho miedo, vámonos de aquí— dice ella abrazando su cuerpo con ojos agraviados.
Su padre va a su encuentro y la consuela.
—No pasó nada hija, vamos para la mansión, la fiesta se arruinó, pero ya todo está solucionado — dice el hombre y padre e hija salen de allí, dejando solamente a las dos arpías.
Roxana cuando se vio sola con su hija, le dio una bofetada.
—Eres estúpida ¿Cómo te atreves a fornicar con ese bueno para nada en medio del plan? Eres igual de inútil que tu padre— dice la mujer enojada.
—Madre, alguien me tendió una trampa, sin querer tomé yo la copa de Isabella, y todo resultó así, no sé cómo lo que pasó en esta habitación fue de conocimiento público — dice la Nina llorando.
—Ya no importa, te vas a casar con ese inútil, ya luego vemos que haremos, ponte ropa— ordena la mujer y Nina le hace caso.
No mucho después, ambas salieron de la habitación, con la disposición de salir del hotel, pero, un montón de periodistas estaban fuera de ese lugar y le impidieron el paso, por lo que se vieron obligadas a abandonar el lugar por la puerta trasera e ir a la mansión en taxi, pues Fabio las había dejado a su suerte.
Cuando llegaron a la mansión, Fabio las esperaba y las amenazó a ambas para que no sigan metiendo la pata de esa manera.
Luego de eso, cada quien se fue a su habitación a dormir, ya que la noche estaba avanzada.
Mientras todos dormían, Isabella trabajaba en su computadora, ella estaba siguiendo de cerca a un mafioso muy peligroso, el cual era responsable de muchas atrocidades.
El hombre se dedica al rapto de jovencitas, y luego los vende en lugares de prostitución como si fuera un ganado, allí le hacen de todo.
Ella ha decidido ir en persona a hacer esa misión, para de esta forma darle captura a ese degenerado con sus propias manos.
Por esa razón, esa noche preparó bien una maleta, con lo que usará en su misión y al llegar la mañana, salió de la mansión, tras despedirse de su dramático padre.
Luego, ella no muy lejos del sitio, se disfrazó y salió a su destino que era Metrópolis, el lugar estaba a unas horas en avión, y durante todo ese tiempo, se dedicó a hablar con los que irían a esa misión peligrosa.
Unas horas más tarde, el avión aterrizó en Metrópolis, y un camión de helado el cual esperaba por ella a dos calles del aeropuerto, la llevaría a ella y a su gente a la misión.
Cuando ella tomó el transporte, el mismo comenzó a moverse, el objetivo estaba a dos horas del lugar, y todos allí se volvieron a disfrazar como personas muy adineradas. Usaban no solo ropa lujosa, sino máscaras realistas, para así cambiar su apariencia original.
Cuando llegaron al lugar, que era un club nocturno, todos se pusieron de acuerdo en llegar usando diferentes métodos de entrada.
Isabella es quien en persona iría a capturar el mafioso, y los demás tenían otras funciones.
Unas horas más tarde, Isabella fue la primera en llegar, ella llegó en un auto que pudo rentar, utilizando unas de sus tantas identidades falsas.
Cuando llegó, dejó el vehículo en su sitio, y entró al sitio, el actual a leguas se ve que es de mala vida. Al terminar esa misión, alguien de confianza de la organización, lo iba a regresar a su dueño.
Sin que la vean, ella ordena a unas sombras buscar información sobre el asunto, para de ese modo, actuar más rápido, ya que no sabe cuán preparado está ese hombre.
Mientras avanzaba, ella con su vista buscaba a las víctimas y no muy lejos, algunos estaban ahí metidos en una especie de jaulas de cristal, con ropa ridículamente corta.
Las jóvenes estaban maquilladas y utilizaban pelucas rubias, parece que aquel mafioso tenía algún fetiche con las que usan ese color.
Para no llamar la atención, ella va a la barra y pide un trago del más fuerte que tengan, y cuando le pasaron el trago, ella con un objeto especial que tiene debajo de unas de sus uñas, miró a ver qué este no tenga nada raro.
El trago estaba limpio, y por esa razón, ella lo tomó.
Al terminar, pidió algunos más, y en cada uno de ellos hacía lo mismo. Mientras con su teléfono, controlaba las cámaras de seguridad.
la magia de su vida pasada