En La Trampa De Un Mafioso

¿Quieres decir que lo único que recuerdas es eso?— preguntó Dominik.

—Si, después de eso no hay nada más— Contestó Osiris hablando con determinación.

Dominik la miró muy de cerca, viendo que no tenía un solo signo de ser Iris, pensaba el porque el abrigo con el colgante estaba ahí.

Dominik tomó su teléfono y le enseñó a Osiris una fotografía de Iris con el abrigo rojo, esperando así pudiera recordar algo más, sobre todo por qué su hermana lo llevaba puesto.

Osiris miró la fotografía queriendo recordar aún que sea un poco de su pasado, pero solo recordaba que su hermana lo traía puesto, no sabía el origen del abrigo.

— No recuerdo nada Dominik — contestó después de un largo rato.

—No te presionaré, y lamento haberme descontrolado — Dijo Dominik tomándola de la cintura.

Osiris le quitó la mano de encima, y se alejó de él.

— No quiero estar cerca de ti, por lo menos hasta que controles tu ira — contestó Osiris fingiendo que no le

 temia— Sigo siendo una asesina, quizás no maté a Iris, pero maté a mi familia.

— Solo si hubieras asesinado a Iris, no podría perdonarte — contestó Dominik.

— ¿Siempre viviré a la sombra de Iris verdad?— preguntó Osiris mirando con tristeza su reflejo en un espejo.

Dominik se negó a responder, demostrando que lo que decía Osiris era cierto, viviría ante la sombra de su gran amor. Osiris trató de sonreír, aunque muy falsamente.

— Quiero estar sola — dijo Osiris mirando hacia el suelo, su mirada perdida.

Osiris se quedó sola en la habitación, su pecho ardía, este no era el tipo de vida que sonó, por un instante había creído que Dominik realmente podía amarla, pues el había mentido al decir que nunca había amado a alguien. Dominik salió de la habitación con René detrás de el y se sentó en un sofá que estaba en la sala.

— Señor, creo que no debió negarse a responder, debió mentir para que no se sintiera destrozada — Dijo René en voz baja — Que hubiera sentido si ella le dijera que en el pasado amo a alguien más, y usted no es suficiente para ella.

—No puedo mentirle, no más de lo que ya lo hice — Contestó Dominik.

Osiris salió de la habitación y se acercó a Dominik.

— Si Irís llega a tu vida, irás tras de ella dejándome— Dijo Osiris tomando la mano de Dominik.— No me quejaré por ser un reemplazo pero a cambio pido libertad.

Dominik la miró con sorpresa y tristeza, sabiendo que Osiris había entendido perfectamente su situación.

—Para mi nunca has sido un reemplazo — dijo Dominik, intentando convencerla de que sus sentimientos hacia ella eran genuinos.

Pero Osiris no se dejó convencer. Sabía que Dominik nunca podría amarla de la misma manera que amaba a Iris.

—Sea un reemplazo o no— repitió Osiris, su voz firme y decidida— ahora ni siquiera puedo vivir sin ti.

Dominik la miró con tristeza, sabiendo que no podía negarle su libertad, no después de la golpiza que le había dado.

—Olvidare a Iris— dijo finalmente Dominik, soltando su mano— Fui egoísta, una vez que entras en mi mundo no puedes salir, puedes ser libre estando conmigo.

Osiris se alejó de él, sintiendo una mezcla de alivio y tristeza. Sabía que había tomado la decisión correcta, pero también sabía que nunca podría olvidar a Dominik y sobre todo alejarse de él.

Dominik veía como el rostro de la mujer que había prometido cuidar estaba lleno de moretones, por su culpa.

— Lo siento— Dijo Dominik limpiando la sangre del rostro de Osiris.

— Olvidemos que esto paso— Dijo Osiris acariciando el rostro de Dominik.

 De repente la mirada de Osiris parecía estar perdida y vacía, Dominik la miró con preocupación.

— ¿Osiris?— Preguntó Dominik intentando llamar su atención.

Osiris no respondio, como si su mente estuviera en otra parte, quizás en su pasado en una situación similar donde alguien idéntico a Dominik limpiaba su rostro.

Dominik sintió un escalofrío al ver la expresión de Osiris. Era como si estuviera atrapada en un recuerdo, uno que la mantenía distante y vulnerable. Se acercó un poco más, intentando romper la barrera que parecía haberse formado entre ellos.

—Osiris, ¿qué está pasando? —preguntó, su voz suave pero llena de preocupación.

Ella parpadeó, finalmente volvió a la realidad, pero su mirada seguía siendo distante.

—Lo siento, Dominik —respondió con un susurro—. A veces, mi mente se pierde en recuerdos que no puedo entender.

Dominik sintió una punzada en el pecho. Sabía que el pasado de Osiris era un lugar oscuro y complicado.

—¿Qué tipo de recuerdo vino a tu mente? —dijo, intentando ofrecerle consuelo.

Osiris sacudió la cabeza, como si alejar esos pensamientos la ayudara a centrarse.

—Antes de aparecer frente a mi—su voz temblorosa— ¿Nos habíamos visto aún que sea por casualidad?

Dominik se acercó más, tomando su rostro entre sus manos con ternura.

—No lo creo— contestó Dominik — Nunca hubiera olvidado un lindo rostro como el tuyo.

Osiris miró profundamente en los ojos de Dominik, buscando sinceridad en sus palabras.

—¿Estás coqueteadome?—preguntó, su voz apenas un susurro.

— Quizás — respondió.

Osiris no podía controlar lo que sentía, la lógica y su corazón iban por lados distantes. Huir le parecía lo mejor en ese caso por qué quedarse era descabellado. Pero su corazón creía en Dominik, creía que apesar de la golpiza que le había dado, el era diferente y había actuado por impulso.

— A este paso terminaré obsecionandome contigo— confeso Osiris mirándolo a los ojos

Dominik sonrió, sabiendo que Osiris dependía de él y que incluso había abandonado la idea de ser amada.

En un mundo tan oscuro como el suyo, la obsesión era aún más fuerte que el amor y el no era ajeno a ese tipo de sentimientos.

A este paso, Osiris estaba dejando su humanidad por el hombre que pensaba en una chica de su pasado. Osiris tenía miedo de huir y no saber que hacer, al menos Dominik aceptaba el hecho de que ella hubiera asesinado a su familia, al igual que ella viviendo en la oscuridad.

Continuaraaaa.