Esta es la historia de Elena y Aarón.
Ambos ya enfrentan una dura situación, en donde una hija y su amor serán los motivos por los que ellos pelearan.
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Buscando ayuda.
14 de Abril:
Estos dos últimos días me he dedicado a trabajar lo más que he podido, quiero tener este fin de semana libre. Mis amigas regresaron a sus hogares, pero siempre están en contacto conmigo. No le he dicho a Benedict nada de lo que ha pasado, suficiente tiene con su sufrimiento, aunque siempre hablamos, me dice que me ama y que no olvide que estoy de su lado.
Él siempre está esperando una llamada en la que le diga que venga por mí, pero no puedo ir... No puedo alejarme más de mi hija.
Estoy creando mi nueva versión, necesito que James bajé la guardia y crea que me estoy acoplando a sus normas, aunque eso implique aceptar sus besos y acaricias. Eso también ayuda a que mi padre crea que todo esté bien y mantenga nulo de la situación, cuando menos piensen, la oveja se les saldrá del redil.
Hoy es Jueves, 6:18 AM. Iré a Manchester, quiero estar allá para cuando Ella salga de la escuela. Sé que tengo una orden de restricción, pero aunque me duela, estoy dispuesta a dejarle un par de cosas claras a Aarón. Lo amo, pero yo soy una víctima más de mi padre, y si no lo quiere entender, es una lástima, pero no me alejaré de mi hija. No de nuevo.
- ¿Entonces sí puedo ir? ~digo besando su cuello mientras muevo mis caderas~ Me quedaré en tu hotel, así no me perderás de vista.
Lo que me toca que hacer, Dios mío. Sus manos acarician mi espalda y gimo contra sus labios viéndolo fijamente.
- ¿Y cuándo se supone que regresarás? ~aferra sus manos a mis caderas y me hace moverme más rápido~ Sabes... Que no me gusta que viajes sin mí.
- Regresaré el sábado en la noche ~me detiene y frunce el ceño~
Antes de que diga algo, lo beso con fingida pasión y vuelvo a moverme sobre su mi*mbro con lentitud. Acaricio su cabello y comienzo a decirle cosas como que" me encanta como me hace el amor*. Que asco.
- Por favor... He trabajado mucho y quiero unos días de descanso, a demás, estaré aquí para pasar el fin de semana contigo ~lo beso~ Y luego me tendrás por mucho tiempo porque soy tu esposa ~vuelvo a besarlo~
No parece muy convencido. Me mira fijamente y parece que sospecha de algo. No lo necesito alerta, necesito que crea que ya acepte mi vida con él.
- ¿Por qué irás a Manchester? ~me mira fijamente~
- Porque ahí tengo amigas de la universidad. Grace y Hanna no vienen aquí y no creo que quieres que vaya a verlas ~meto cizaña~
- Por supuesto que no ~acaricia mi espalda desnuda~ Debería ir contigo...
- ¡No! ~digo rápidamente y él alza ambas cejas sorprendido~ Quiero decir, tienes mucho trabajo, no te olvides que tú también tomas las decisiones importantes sobre la farmacéutica, no podemos estar los dos ausentes.
Me acuesto de espaldas contra el colchón y tiro de él para que se pose entre mis piernas, tomo su falo aún viril y lo introduzco dentro de mí gimiendo como le gusta. Separo bien mis piernas y lo incito a que se mueva dentro de mí.
- El sábado en la noche que regrese, tendrás más de esto ~susurro en su oído~
Me besa y comienza a darme fuertes embestidas, que más que gustarme, me lastiman, pero tengo que meterme 100% en mi papel.
***
Miro el reloj en el nochero, 7:00 AM.
- Llámame cuando llegues al hotel ~me dice arreglado su corbata~
- Por supuesto ~se inclina para darme un beso y le correspondo~
Lo veo salir de la habitación y contengo mis ganas de llorar. Maldito imbécil. No entiendo cómo para convencerlo siempre tengo que ofrecerle sexo, lo detesto. Detesto que me toque, que me bese, que crea que me gusta estar con él.
Corro al cuarto de baño y saco las pastillas anticonceptivas que tengo escondidas, él no sabe y no puedo saber que las tomo o estaré en serios problemas.
Después de ducharme por más de una hora para quitar sus fluidos y caricias de mi cuerpo, organizó mis cosas, desayuno algo y salgo de la casa.
Fuera del auto me espera Jeff y frunzo el ceño. ¿Qué hace esté imbécil ahí?
- No vendrás conmigo ~le digo subiendo mi maleta al auto~
- El señor me dejó a su cargo.
- Me importa una mierda.
Intento subir al asiento del copiloto y este se atraviesa en mi camino, lo fulmino con la mirada y me acerco a él.
- Tocama de nuevo para que veas como te parto la cabeza ~le siseo en la cara~ Muévete.. ¡Ya! ~se hace a un lado y subo rápidamente al auto~ Y más te vale no seguirme, imbécil.
Conduzco lo más rápido posible lejos de esta mansión que la siento como una prisión. Solo cinco minutos después, James me llama y lo pongo en altavoz.
- No dejaré que ande detrás de mi culo jjodiéndome~le digo de una vez porque sé para que ha llamado~
- Elena, sabes perfectamente que...
- Dije que no, y no te atrevas a ordenarle seguirme. Estoy comportándome justo como tú y mi padre quieren, así que tienes que poner de tu parte también ~digo molesta~ Quedamos en algo.
- De acuerdo, pero espero que no trates de verme la cara en Manchester porque me conoces ~su voz tiende a asustarme, así que le cuelgo~
Lo que menos quiero es encontrar motivos me hagan retroceder. En menos de una hora ya estoy en el hotel perteneciente a mi "querido" esposo, ya me conocen así que en segundos tienen la suite presidencial lista para mí.
Le envío un mensaje a James diciéndole que ya estoy aquí, necesito que deposite 100% si confianza en mí. Siento que puedo respirar de cierta forma, lejos de mi padre y de mi esposo.
Son las 9:00 AM, Ella debe de estar en la escuela y Aarón en la compañía, así que es mi momento. Salgo de la habitación decidida a ir a casa de los abuelos de mi hija.
***
La última vez que estuve aquí, Ella ni siquiera tenía el mes de nacida. Fue en diciembre; pase la navidad y año nuevo aquí, junto al amor de mi vida, mi hija y los que eran mis suegros. En enero regresamos a Londres Aarón, Ella y yo, en marzo... Acabó todo, a solos días de que Aarón se fuera a Alemania para comenzar su intercambio.
Justo por estar conmigo y Ella los tres primeros meses, el retraso su intercambio. Aún en el auto, miro la sortija que me dio aquel día, la he conservado todo este tiempo.
Así es, me torturo todos los días viendo la sortija y pensado en que él estuvo a nada de pedirme que fuera su esposa. Limpio mis lágrimas, guarda la sortija en la guantera y salgo del auto.
Al llegar a la puerta, estoy nerviosa, mis manoa tiemblan pero respiro. Toco el timbre uno segundos después, me abre la Sra. Bellerose, su cara es de sorpresa, pero luego es de odio, como la que Aarón me ha dedicado anteriormente.
Voy a decir mis primeras palabras, pero si bofetada me calla. Ni siquiera me sorprendo, incluso creo que me lo merezco.
- ¿Qué haces aquí?, descarada sinvergüenza, ¿a qué vienes?, ¿a destrizar nuevamente a mi hijo?, ¡lárgate! ~me grita~ Eres una porquería de mujer, ¿qué madre abandona a su hija?, ¡fuera! ~me empuja~
Quiero llorar. Lo sé, soy una llorona cobarde de mierda, pero quiero llorar.
- ¡Megan! ~su esposo le grita~
Frunce el ceño y se sorprende cuando me ve. Mis ojos estan levemente irritados, lo sé. Mi corazón duele y siento que tendré nuevamente un ataque de pánico.
- ¿Elena?, ¿qué haces aquí? ~me mira de pies a cabeza~
- Necesito hablar contigo... Con ustedes ~mi voz tiembla~
- ¡No tenemos nada que hablar contigo!, ¡fuera de nuestra casa, insensible de mier...!
- ¡Mujer!, ¿pero qué son esas cosas? ~la reprende~ Vamos, linda, pasa ~me dice haciéndose a un lado~
- ¿Qué? ~lo fulmina con la mirada~
***
Ya veo de donde Aarón saco su mirada de "vete a la mierda", la señora Megan me mira como si fuera la peor escoria de todas, y no la juzgo, por mucho tiempo me sentí así.
- Gracias ~recibo la bolsa de hielo que me extiende Edier~
No quiero hacerme tampoco la mártir, pero no quiero jugar a la fuerte, porque no lo soy, al menos no quiero serlo en este momento.
- ¿Entonces solo intentas proteger a mi hijo y a mi nieta? ~me dice ella, aún no parece segura~
- Por favor... Yo vivo un infierno con ese hombre... ~ya no puedo contener mis lágrimas~ ¿Cómo creen que estaría Ella si me hubiese quedado con ella?, no iba a permitir que mi padre la condenará a una vide de mierda como yo.
- Tu padre es un grandísimo hijo de puta ~dice y sonrío~
- ¡Mujer, por Dios! ~rueda los ojos~ ¿Desde cuándo dices tantas palabras?
- Gracias por todas las fotos que me has enviado ~le digo a él y ella se sorprende~ Gracias por creer en mí.
- Aunque no tengo ningún tipo de relación con tu padre, sé quién es. Hemos congeniado en varios eventos y todos los grandes empresarios sabemos que el hombre si aprovecha el poder que tiene, a demás, la ex-profesora de Aarón vino y hablamos muchas cosas antes de irse.
- ¿Jazmín? ~digo sorpresa~
- Sí, incluso llegó con una caja de muñecas y barbies que Ella aún conserva ~no entiendo porqué soy tan llorona~ No se me hizo difícil creerte cuándo me buscaste.
- Bueno, no me puedes culpar por mi reacción, tú nunca hablaste conmigo y soy una madre que no le gusta ver sufrir a su hijo ~dice Megan~ A demás, mi esposo al parecer es muy bueno guardando secretos ~lo mira y él ríe~ Nunca me dijo que o lo que hablaron y tampoco mencionó que estuviera enviándote fotos de la niña. Ni Aarón ni yo lo sabemos ~suspira, se levanta y se sienta a mi lado~ Disculpa por haberte pegado, pero pensé que te lo merecías.
- Sí... Lo merecía ~río levemente mientras le entro la bolsa de hielo~
- Soy madre y no me quiero imaginar el dolor por el que estás pasando ~me abraza y ahí que sí lloro~ Pondremos de nuestra parte para convencer a Aarón que quite la orden de restricción, al menos de tu parte y la de Benedict. Yo realmente nunca entendí como tu hermano podría estar de acuerdo con eso, él siempre ha sido el más sensato de tu familia, sin ofender.
- No me ofendes, incluso él me advirtió y me dijo que no podía hacerle esto a Aarón, pero era mi única opción ~limpio mis lágrimas~ Ella es todo para nosotros, por eso no dejamos de enviarle regalos de forma anónima.
- ¿Has estado enviándole regalos anónimos a Ella durante todo este tiempo? ~pregunta sorprendida~
- Sí, Benedict también. Incluso ha habido días en los que me he escapado y he ido a la escuela de Ella para verla a lo lejos.
Ellos se miran sorprendidos. Parece que eso Aarón no se los ha dicho.
- Nunca has dejado de estar presente de alguna forma ~dice Edier~
- Jamás he dejado a mi hija, si no me había acercado antes es porque era muy arriesgado y aún está pequeña, no quiero meterla en toda la mierda que me rodea. Sí le hable y la rapte del parque fue... Porque ya no lo soporto ~lloro de nuevo~ La necesito, la quiero conmigo. Yo... ~los miro a ambos~ Los quiero a los dos de vuelta. Nunca he dejado de amar a Aarón, es el amor de mi vida. No sé y no me imagino vivir una vida sin él. No saben el infierno que paso todas las noches con ese bastardo que tengo por esposo ~digo con rabia~
Ellos se miran entre ellos, parece que les preocupa eso, pero entiendo, Aarón es un hombre muy orgulloso.
- Tengo planes, sospecho de James y creo que si es cierto, eso me ayudará a deshacerme de él, pero necesito la ayuda de un excelente hombre de negocios ~lo miro y él sonríe~