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VOY DE COMPRAS. ¿PORQUE NO PUEDO HACERLO TRANQUILAMENTE? 3
—Keira continuo su camino después de que termino la pequeña trifulca entre ella y Cindy, de echo solo quería hacerle saber quien era, para que no fuera a intentar ponerla en la lista de las que sean vendidas a Barchet, así podría recordar su rostro la próxima ves que intente hacer negocios en ese club basura.
Por otro lado el corazón de Keira se sentía un poco alegre al ver al señor Barnett, no imagino verlo en esta vida, de hecho no sabia ni el nombre ni la posición social de aquél hombre que le dio sepultura a su cuerpo en su otra vida, solo recuerda como un hermoso hombre con zapatos de cuero y traje bien hecho dio la orden de sepultarla, cuando todos se fueron y la dejaron tirada en un charco de sangre, hasta llego a creer que era un angel, que había venido a llevarla al otro mundo, no había pensado en eso, pero si lo analiza con cuidado ella ya no estaba en su cuerpo cuando vio a esos hombres observando su cuerpo, es algo extraño es como si ella ya hubiera estado frente a ellos, porque capto la mirada de tristeza aguda en el hombre guapo, jamás olvidaría ese sentimiento de compasión que vio, estaba agradecida hasta decir basta con ese hombre. Solo esperaba que estuviera bien en este tiempo y que el destino le mantuviera con bien por mucho tiempo.
Un hombre como ese no es fácil de encontrar, seguramente seria un amigo fiel, si , no un falso e hipócrita como los hombres que le toco conocer a ella.
De nuevo sin conocerla, la ha ayudado, el destino es muy difícil de comprender, en aquel entonces, seguro era un invitado de Luck o de la familia de Scott, y ahora solo fue una casualidad que la enviaran a comprar ropa.
Aun así, no cree que lo pueda ver en persona, seguro que es un hombre muy importante, y ella solo es una chica que cumplirá 18 años en un poco de tiempo más, es insignificante para los demás, no le importa a nadie, asi que sera mejor no desviarse en cosas inútiles y continuar con sus planes iniciales.
—Keira continua buscando el restaurante que le habían indicado, camino al lado derecho de la cohorte de alimento en el ultimo piso del centro comercial, y lo encontró en el fondo donde estaban los restaurantes mas exclusivos y caros de la ciudad.
Beno, no desperdiciaría un regalo, que le callo del cielo. < Literalmente hablando pues Keira no sabia que la habían estado observando desde la planta superior data-tomark-pass data-tomark-pass >. Continuo hasta la elegante entrada del bistró y un hostes la recibió en la entrada.
—¿Señorita tiene usted reservación?— Ups el primer inconveniente pensó Keira
—No, no la tengo, ¿existe algún problema por eso?— Pregunto tranquilamente Keira
— Bueno señorita esta todo reservado por ahora, no podríamos atenderla— Respondió educadamente el hostes
— Oh, espere un segundo, tengo esta tarje.— mostrando la tarjeta dorada que le habían dado
—Deme un segundo, Por favor señorita llamare al gerente, espere aquí— Le indico sonriente el hostes a Keira
Keira nunca imagino que fuera tan importante este restaurante como para que no hubiera sitio para comer en este momento, además, no veía que todas las mesas estuvieran ocupadas, ¿que seria lo que estaba pasando?, ¿acaso eran igual de quisquillosos como la tipa de la joyería?, No podría ser eso ahora ya estaba bien vestida y no con sus viejas ropas, no tenia idea de lo que estaba pasando, solo podia confiar en la tarjeta que le había dado el señor Barnett.
Vio que regresaba el joven de la entrada acompañado de un señor de unos 40 años, vestido con un elegante uniforme.
—Bienvenida señorita, por favor pase por aquí, le mostrare su mesa— Ahora estaba confundida, como era posible que no había lugar y ahora la recibía el gerente del restaurante, que cambio tan extraño, pero lo importante es que por fin podría comer, porque sentía que se le pegaba la parte de enfrente de su estomago con la de la espalda de lo vacía que estaba ya, ni un poco de agua pudo tomar en todo lo que llevaba fuera de casa.
—Gracias, ¿puede traerme un poco de agua?, por favor?— Pidió Keira de inmediato al tomar asiento frente a la elegante mesa del restaurante
—Por supuesto en un momento se la traerán, asi como la carta— Le informo el gerente antes de marcharse.
Keira se quedo admirando la bella y elegante decoración del local, edemas la habían colocado en una mesa que daba a las visitas del centro comercial podia ver quien pasaba por todo el centro comercial desde donde se encontraba.
Le llevaron el agua junto con la carta del menu y lo vio, decidió lo que tomaría y entrego de nuevo la carta al mesero.
Mientras degustaba un entremés de que le habían servido, aunado a un poco de vino dulce, vio que pasaban Camy y sus dos amigas del alma, esas inseparables babosas, que nunca se le despegaban, ¿o era al contrario ella nunca se despegaba de ellas?, que importaba en su vida anterior siempre estaban juntas conspirando.
Desaparecieron de si vision y no pensó mas en ellas, esta dispuesta seguir disfrutando de la deliciosa comida.
Camy, y sus amigas fueron al centro comercial, después de que Camy, las llamara, su madre fue a despertarla hecha una furia para decirle que su padre le había dado una tarje dorada a la muerta de hambre, de la arribista de Keira y que le había dicho que fuera a comprar ropa, eso la cabreo tanto, que no podia controlar su ira y destrozo varios jarrones y adornos de porcelana en su habitación antes de poder calmarse, cuando por fin lo logro Grace, le dio su propia tarjeta y le dijo que fuera de compras para que dejara de estar molesta asi que llamo a sus amigas, pensó que este seria un buen lugar para distraerse, pero ni en sus mas descabellados sueños imagino encontrase con Keira aquí.
Imagino que la pobretona iría al mercado a comprar ropa barata, que no sabia de marcas, mucho menos de moda, pero como podia ser aun posible, para su desvergüenza estar sentada en unos de los restaurantes mas exclusivos de la ciudad, uno de los cuales necesitaba meses de antelación para una reservación.
Como diablos consiguió entrar esa maldita bruja a este lugar, ¿con que viejo rico se encontró en el centro comercial que la llevo a comer aquí?
No puede existir otra explicación, con la baja cuna de donde provine seguro tiene las mañas de una prostituta y puede seducir a cualquier hombre.
—Miren quien esta sentada en el restaurante francés— Dijo Camy a sus dos amigas
—¿Imposible, como puede estar en ese lugar esa cualquiera?—
—¿Que Habra hecho para poder entrar? Mi padre tiene un mes tratando de conseguir una reserva para traer a uno de sus socios y no ha podido, ¿porque ella entro sin más hoy?—
—Por que más seria, seguro encontró algún viejo rico en el centro comercial y la trajo a comer, es imposible para una chica de los barrios bajos entrar en un lugar tan exclusivo como ese— dijo sin medida alguna en sus palabras Camy, llena de celos
Sin pensar en su actos entro como tromba en el restauranter, para enfrentar a Keira, Camy fye directamente hasta la mesa donde se encontraba Keira sentada.
—Te manda a comprar ropa, para que ya no te veas, coma la mujer fácil que eres y terminas encontrando un sugar daddy, ¿para que te invite a comer en este lugar?— Keira no presto la menor atención a lo que decía Camy, solo continuo comiendo como si hubiera pasado un mosquito inoportuno.
Cuando las otras vieron que entraba Camy ellas la siguieron llenas de si mismas, para apoyar a su amiga, sin pensar si se pondrían en ridículo las tres.
—Camy tiene razon es imposible conseguir una mesa en este lugar si no es cuando menso con seis meses de antelación, ¿como pudiste entrar tu hoy sin mas?, seguro es porque encontraste un amante viejo y asqueroso que trajo, ¿donde esta?— Exigió verlo Martina la amiga de Camy
Fue entonces que Keira se limpio elegantemente las manos con la servilleta que había estado descansando en sus muslos hasta ese momento que les respondió con toda la dignidad, elegancia y tranquilidad del mundo.
—No sabia que se necesitara tanto tiempo para poder entrar a este lugar, yo solo vine pedí una mese y entre—
Las tes chicas se quedaron confusas, atontadas y sin saber que mas decir, cuando se acerco rápidamente el gerente.
—Señoritas por favor retírense están perturbando a nuestros invitados, con sus palabras tan ofensivas—
—Como pueden seer nuestras palabras ofensivas cuando ustedes permiten que una mujer como esta entre a su tienda— Protesto Camy
—Lo siento señorita pero tendremos que sacarlas a la fuerza, si insisten en seguir insultando nuestra invitada—
El pobre gerente estaba sudando frio, no tanto por los demás comensales que al parecer estaban disfrutando del espectáculo, sino de que le avisaran a su jefe sobre que habían insultado a su invitada y el no había hecho nada, rodaría su cabeza, como la de Maria Antonieta en la guillotiné, no, no podría dejar que eso pasara.
—Saca a estas señoritas por favor rápidamente— Ordeno el gerente al hostes, el cual las saco a empellones hasta la salida cerrando la puerta del recibidor
—Mil disculpas por lo que ha sucedido, usted es nuestra invitada VIP, ahora mismo y emos tenido que dejarla pasar por esto, lo siento tanto— El gerente se sentí tan abrumado que pensaba incluso no solo en inclinar la cabeza si fuer necesario lloraría.
—No se preocupe por esto, son un trio de chifladas que se escaparon del manicomio, deje pasar esto— Le dijo con una sonrisa de oreja a oreja al pobre gerente.
después de ese incidente Keira se marcho, pero aun se quedo la duda en su mente cuando pensó en ¿como es que llego a ser cliente VIP?