Santiago Santoro, es un empresario muy exitoso que le huye al amor y no desea por nada del mundo formar una familia, por tal motivo se comprometió con Diana Lois, una mujer fría, calculadora y ambiciosa al igual que él. Sin embargo, su abuela Giovanna no está dispuesta a ver como su nieto se arruina la vida a lado de una mujer frívola, y le exige que cambie de opinión o de lo contrario perderá toda su fortuna. Santiago con miedo a perderlo todo, decide alquilar un vientre y tener él hijo que tanto desea su abuela, sin arruinar la hermosa figura de su novia. Pero de repente su vida cambia por completo, cuando debe dirigirse a un hospital a buscar a su verdadera hija, una hermosa niña prematura, de ojos claros que necesita con urgencia un tratamiento médico para salvar su vida.
Sin embargo, Karen Jones ¿Será capaz de abandonar a su hija realmente ? o ¿Hará todo lo posible por estar a su lado?
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Capítulo N°12
A media tarde, Karen está sentada en la cama observando por la ventana como las personas caminaban de un lado para otro, en frente al hospital hay una plaza y varios niños juegan con sus padres. Ella por un instante recordó a su padre cuando con amor la hamacaba hasta el cansancio. No puede evitar que la tristeza y un sentimiento de angustia y soledad la invada por completo.
⎯ Te extraño mucho papá, y me haces tanta falta.⎯ habla mientras lleva una mano a su corazón.⎯ Por favor no me abandones, necesito que me cuides.⎯ súplica mirando al cielo.
Karen seca sus lágrimas con la sábana al escuchar que la puerta se abre y Paola ingresa a la habitación con una muda de ropa.
⎯ Hola corazón, ¿cómo te sientes?⎯ saluda con pena al observar su estado.
⎯ Hola Paola, bien al menos sigo viva.⎯ responde.
⎯ Lo siento, realmente lo siento.⎯ se acerca y toma sus manos con delicadeza.⎯ Te juro que nunca antes pasó algo parecido en nuestro club.⎯ su ojos se cristalizan al ver el rostro más de cerca.⎯ Esta es la primera vez que alguna de mis chicas sale lastimada en manos de una compañera.
⎯ Esa mujer me golpeó hasta el cansancio y por más que intenté defenderme no pude.
⎯ Lo sabemos. Pietro revisó las cámaras de seguridad y ahora nuestros hombres la están buscando.⎯ intenta tranquilizarla.⎯ Te aseguro que él la hará pagar por todo el daño que te causó.
⎯ No es necesario.
Karen mira nuevamente por la ventana, aunque sabe perfectamente que ellos no tienen la culpa, no puede evitar sentir que son responsables. Paola al ver su cambio de actitud le muestra la bolsa que lleva en sus manos.
⎯ Te traje un cambio de ropa, la doctora Costa me informó que en unas horas tendrás el alta, tu cuarto ya está listo y Pietro te está esperando en el bar.
Al escuchar esas palabras gira su rostro y la mira con asombro, entonces con voz firme y segura le responde.
⎯ Les agradezco todo lo que hicieron por mí, pero no voy a volver a ese club.
⎯ Hija, no puedes estar hablando en serio, ¿dónde piensas quedarte?
⎯ No lo sé aún, sin embargo lo único que sé, es que no pienso poner ni un solo pie más en ese lugar.⎯ dice con determinación.⎯ Desde que comencé a servir mesa me manosearon, me acosaron, me acosté con un desconocido y hasta me golpearon por su culpa. Perdón si parezco malagradecida, pero ese lugar fue mucho peor que el infierno que vivía en mi casa.
⎯ Comprendo, pero esto le romperá el corazón a Pietro.
⎯ No estoy enojada con ustedes sino conmigo misma, todas mis alarmas se encendieron y no las escuche.⎯ confiesa con amargura.⎯ La culpa de mi estado es solo mía por no haber terminado mis estudios, por irme de casa, por ser tan débil y no tener experiencia laboral.
⎯ Mi niña, tú no eres débil, eres muy valiente. Te estas enfrentando sola a los peligros del mundo.
⎯ ¿Y de qué me sirve mi valentía?⎯ sus lágrimas corrían sin control, ya no podía disimular su dolor, ni su frustración.⎯ Mira como estoy.
⎯ Lo lamento, te juro que lo lamento.
⎯ Lo sé, pero ahora prefiero estar sola y alejarme de todo ese mundo. Una noche fue más que suficiente para darme cuenta que ese no es mi lugar.
Paola está resignada, nota la determinación en la voz quebrada de Karen y sabe que no va a lograr hacer que cambie de opinión. Solo puede aceptar y respetar su decisión.
⎯ ¿ Podemos hacer algo por ti?⎯ pregunta una vez más.
⎯ Necesito mi mochila y el dinero de mis propinas.
⎯ De acuerdo, te traeré todas tus cosas.⎯ acaricia su cabello.⎯ Tú solo descansa y trata de pensar mejor las cosas.
⎯ No tengo nada más que pensar.
⎯ Karen , hay algo que debo saber, te han hecho algún tipo de pregunta.
⎯ Paola no te preocupes te aseguro que no le dije nada a la policía, ellos no saben que trabajaba en el club de Pietro.⎯ la mira a los ojos.⎯ Lamento haberlos metido en problemas pero están a salvo.
⎯ Pequeña eres un ángel y te vamos a recompensar.⎯ Paola la abraza.⎯ Iré por tus cosas, regreso en una hora.
⎯ De acuerdo, aquí estaré.⎯ trata de sonreír.
Paola sale del hospital con un sabor amargo en su boca, esa niña era muy especial sin embargo, desde un principio ella se dio cuenta que el club no era el mejor trabajo, ni el lugar ideal para que se ganara la vida.
Paola
Al llegar al club Pietro la recibe en su oficina y al recibir las novedades por parte de su esposa, ya se imaginaba que algo así podía suceder, así que tomó del cajón de su escritorio un sobre y en él puso mil dólares.
⎯ Cuando la veas dile, que aquí siempre tendrá una familia.
⎯ ¿No piensas ir al hospital?⎯ pregunta con asombro.
⎯ No puedo mirarla a los ojos, le prometí a mi amigo cuidar de su hija y mira en las condiciones que ahora está.
⎯ Pietro, esa niña está sufriendo y ahora necesita más que nunca de una cara amiga.
⎯ Lo siento, no puedo.⎯ Pietro se pone de pie y le da la espalda.⎯ Llévale el sobre y devuélvele sus pertenencias.
⎯ Lo haré, pero tú deberías dar la cara, eres un cobarde y lo sabes.
⎯ Paola no me hables así, no te lo permito.
⎯ Lo siento, es que no puedo creer qué realmente dejarás desamparada a esa niña.
⎯ No es así, solo necesito tiempo para arreglar las cosas.⎯ pasa su mano sobre su cabello.⎯ Mis hombres aún no encuentran a Estrella y me quiero ocupar personalmente de darle una lección.⎯ se gira y en su rostro se ve la ira reflejada en sus ojos.⎯ Ahora será mejor que regreses a su lado y asegúrate de pagar todos los gastos del hospital.
⎯ Tranquilo, ya me encargue de eso.
Paola toma el sobre de arriba del escritorio y sale de la oficina dando un portazo.
Una vez solo Pietro se sienta, posa sus codos sobre el escritorio y tapa su rostro para dejar que las lágrimas rueden por sus mejillas. No solo esa niña estaba sufriendo en el hospital sino él, ya que una vez más, le falló a su amigo del alma y no pudo proteger a su bello tesoro.
Pietro
En fin, va maso para mí.