El Omega Del Dragón.

Después de unas largas horas de vuelo finalmente habían regresado al castillo y ya eras bastante tarde. Rina observa desde la ventana que Frederick y Beryl estaban de vuelta, así que cierra sus cortinas, ya puede dormir más tranquila al saber que ambos han regresado. Beryl baja y después de que Frederick ha tomado su forma humana le regresa la espada.

— guárdala muy bien, me caes bien y no quiero que la usen contra ti.— menciona el omega.

— que amable. Anda, vete a dormir.— le ordena.

Beryl no se niega, pues esta cansado, fue un viaje largo, pero consiguieron la espada sin ningún percance. Aunque aún le preocupa lo que aquellos falsos héroes puedan hacer, necesita una forma de acabar con esa fea tradición de sacrificios, pero es difícil, porque al parecer, los del templo solo buscan excusas para poder sacrificar a alguien. Pues si Frederick se niega a pedir sacrificios y aunque los proteja de los demonios, los del templo buscarán una excusa para seguir con su absurda tradición.

Frederick al llegar a su habitación, deja la espada sobre su mesa, observando esta, no había duda, es tal como el omega ha dicho, ha sido hecha con el núcleo de un poderoso dragón, por lo que es un arma capaz de atravesar su piel, así que es un peligro si algún humano lo tiene en su poder y si el príncipe de Drinel lo busca, es porque tienen intenciones de atacarlo.

[Jack, necesito que envíes a alguien para investigar al rey de Drigel y al príncipe.] Le habla de manera telepática.

— entendido majestad, mañana a primera hora enviaré a los espías.— menciona Jack, quien esta en su habitación aún sin dormir.

Después de esto, Frederick recita una especie de conjuro, creando un sello bajo la espada y tras brillas una luz, cuando esta se desvanece, la espada ha desaparecido.

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A la mañana siguiente, Frederick busca a Beryl, por lo que Rina le dice que el chico está en el invernadero, aunque se ve un poco nerviosa y pronto Frederick se da cuenta porque, al entrar, ve a Beryl recostado en un sofá, rodeado de doncellas que lo atienden e incluso come uvas, estaba tan a gusto, como si del señor del castillo se tratase.

— buen día señor secuestrador, bienvenido a mi humilde invernadero.— habla Beryl.

—¿que crees que haces?— le hace una seña a las doncellas para que se retiren.— dije que puedes quedarte, pero adueñarte del castillo.

— no me creo dueño, solo me tratan como el invitado especial. Mira, hasta me hicieron trencitas.— presume su peinado.

Frederick levanta una ceja, mientras observa al omega, al parecer aún estaba en pijama, bastante descarado, pues anda mostrando de más y a saber de donde saco esas joyas. Deja escapar un pesado suspiro.

— ¿que más sabes a parte de que el príncipe buscaba la espada?— pregunta sin rodeos.

— que esa espada la quieren usar para eliminarte y usar tu núcleo para crear una barrera que proteja al reino de los demonios.— responde.

Aunque lo que dice no es mentira.

— la amante del príncipe quiere usar de excusa el vengarse de ti, por matar a su adorado hermano, es decir, yo, cuando en realidad nunca se intereso en protegerme cuando sus padres me maltrataban.— explica.

— ¿y que crees que pasaría si llegarás vivo al reino?—

— querrán sacrificar a una mujer, porque el dragón podría enojarse ya que no le gusto el omega que enviaron. Ya sabes, la gente loca se inventa lo que sea.— se encoge de hombros.

— ¿y si me presento ante ellos, contigo a mi lado?, ¿que piensas que podrían hacer?—

— puedes decir que ya no quieres sacrificios, pero seguirás protegiendo el reino, aunque eso no evitará que el templo manipule a todos y diga que necesitan sacrificios para otra deidad.—

— tienes razón, esas personas solo buscan una forma de justificar su matanza. Pero, ya estoy harto de sus ideas tan estúpidas.— frunce los labios.

— tengo una idea, dices que el hechizo que he usado antes contra los demonios es exclusivo de los dragones, ¿que piensas que pensarán esas personas si me ven usarlo?— quizás puedan usar ese poder a su favor.

— querrán usarte a ti para protegerlos y pensarán que ya no necesitarán mi protección, al menos esa es una posibilidad, pero no les importará que eso desgaste tu mana.— a fin de cuentas, esa gente solo piensa en su propio bienestar sin importar a quien deban sacrificar.

— cierto, pero, creo que podemos hacer algo, usar mi poder a nuestro favor y también para derrocar a ese odioso templo, quiero que pierdan el prestigio.— asegura Beryl.

— si tienes una idea la escucho, si es lo suficientemente buena, podemos usarla. Siempre y cuando evite muertes innecesarias.—

— bien, pero primero debo practicar un poco la magia, ya sabes, ese hechizo exclusivo de dragones.— pide Beryl.

— de acuerdo, te ayudaré en eso, siempre y cuando tu idea sea funcional.—

Beryl sonríe, su idea es simple, el dragón lo regresará al reino de Drinel, donde Beryl se presentará como el enviado de la diosa para proteger al reino, siempre y cuando, no confíen en aquellos que solo sacrifican humanos para su propio beneficio, pues ahora, él, como el elegido, será quien provea de mana al dragón para protegerlos de los demonios, pero, si el templo sacrifica una sola persona más, la irá de la diosa caerá en el reino, por lo que el dragón, los abandonará y nadie acudirá a su salvación, porque el templo está lleno no falsos profetas, y eso, tiene a la diosa enojada.

— por eso me envió a mi, para salvarlos de aquellos falsos.— ríe con las manos hacía arriba.

Frederick solo niega mientras deja escapar un pesado suspiro, su idea, es la mas loca que ha escuchado, pero, por más absurda que suene, podría ser la mejor opción en contra de aquellos falsos sacerdotes. Frederick accede a seguir con su plan, pero primero debe aprender a usar aquel hechizo divido, este puede servir para que todo sea más creíble.

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Hola villanas, apenas les voy subiendo el capítulo, lo tenía listo desde la mañana, pero estuve sin luz y apenas volvió, ya saben, trabajo 😖

En un rato, subo el siguiente, si, hoy tenemos dos capítulos 🤭