Tú, Mi Bello Tesoro 2

Carolina estuvo un par de minutos en silencio y se dejó acariciar la espalda por el padre de su hijo, era una sensación muy agradable y poco a poco su angustia mermó. Cuando al fin de sus ojos no salieron más lágrimas, Trevor se separó y con ternura le preguntó.

⎯ Caro, ¿ qué sucede? Tú eres una mujer fuerte, segura y de carácter. ¿Qué es lo que te atormenta para estar así y preocupar a Dylan de esta manera?⎯ preguntó realmente con curiosidad.

⎯ Lo siento, todo se me fue de las mano.⎯ respondió intentando estar en calma.⎯ La remodelación es un desastre y ni siquiera me gusta lo que están haciendo.⎯ confesó, mientras se limpiaba la nariz.

⎯ ¿Por qué si tu idea era brillante?

⎯ A Paul no le agradó mi idea, dice que no es funcional y que no atraería clientes.

⎯¡Eso es una tontería! Te aseguro que el diseño es importante, pero la calidad del producto lo es aún más y tus dulces son una delicia.

⎯ ¿Realmente lo crees?⎯ preguntó y lo miró a los ojos.

⎯ Por supuesto, por tus dulces me hicieron infringir la ley y ahora soy un ladrón.⎯ respondió y le guiñó un ojo.

Ella por una extraña razón confiaba en él entonces se sentó en la cama y calmada le contó su problema.

⎯Trevor realmente no sé qué hacer.⎯ dijo con tristeza.⎯ El presupuesto se elevó mucho más de lo pensado y a Franco le salió un viaje a China de última hora y no me puede dar más dinero y para colmo el arquitecto no regresa hasta el lunes y tengo la pastelería inundada.⎯ confesó.⎯ Todo esto fue un terrible error, nunca debí comenzar con esta idea.⎯ dijo y lo abrazó.

Trevor dejó que se desahogara sobre su hombro sin importar que mojara su camisa, en el fondo le partía el corazón ver cómo sufría por solo un par de billetes; entonces le murmuró.

⎯ Déjame ayudarte, tengo dinero y puedo hacerme cargo de todo.

⎯ No puedo aceptar algo así.⎯ respondió hipeando mientras sus lágrimas caían.

⎯ Caro, tú te hiciste cargo de nuestro hijo, todo este tiempo tú sola, sin siquiera pedirme ni un centavo para su educación, vestimenta, medicamentos o alimentos y lo correcto es que yo te recompense por eso.⎯ explicó con paciencia al ver su mirada de incertidumbre.⎯ La ley me obliga a cumplir con la manutención de mi hijo y para mí sería un placer ayudarte.⎯ él la sintió dudar entonces le sugirió.⎯ Puedes hablar con cualquier abogado y te dirá que mi responsabilidad es darte el dinero por los años que estuve ausente y desde ahora se establece una cuota alimentaria.

⎯ No es justo, tú no sabías de su existencia.

⎯ Ahora lo sé, y es mi deber.⎯ le acaricio su pelo.⎯ Permíteme ayudarte.

Ella se mantuvo en silencio un par de minutos pensando en sus palabras; entonces le respondió.

⎯ De acuerdo, acepto; pero serás mi socio y te devolveré el dinero .

⎯Me parece justo, no debemos mezclar las cosas.⎯ dijo para no seguir discutiendo.⎯ Sólo tengo una condición.

⎯ ¿Cuál?

⎯ Que hagas el proyecto que tú quieres y no lo que te imponen.⎯ hablo seriamente y se separó para mirarla a los ojos y vea que era sincero.⎯ Ese lugar es tuyo y nadie puede decir que lo que tú piensas está mal.⎯ le sonrió.⎯ Tu idea es magnífica, la barra de dulce para no tener que trasladarte es genial, ahorra tiempo, dinero y es un espectáculo hermoso para los potenciales clientes, te aseguro que ver cómo explicas tus delicias es tan magnífico que dan ganas de robarte todo lo que haces .

Ella se sonrojó, él realmente la hizo sentir bien e importante; entonces tímidamente le susurró sin apartar su mirada de sus ojos.

⎯ Gracias Trevor, eres muy amable.

⎯ Solo soy sincero.

⎯ Lo sé.

Ellos estaban muy cerca, tanto así que Carolina se perdía en la profundidad del color verde de sus ojos; entonces Trevor acaricio su rostro y le murmuró

⎯ No quiero verte llorar nuevamente y mucho menos que Dylan se preocupe por ti.

⎯ Está bien, no lo haré.

Él sentía deseos de besarla, pero dar ese paso podría ser fatal, así que simplemente le depositó un beso en la frente y se puso de pie.

⎯ Iré con el niño.

⎯ Ok.⎯ respondió y sintiendo frío por ya no estar entre los brazos del moreno; entonces cubrió su cuerpo con una manta y se recostó en la cama, pensando en todo lo que le dijo.

Dylan estaba de mucho mejor ánimo de no escuchar los lamentos de su madre y disfrutando de la compañía de su padre; así que comió todo su spaghetti y Trevor comenzó a limpiar la cocina mientras que el pequeño preparaba una pista de autos en la sala. Carolina se levantó de la cama y al ver su rostro tan hinchado sintió; entonces buscó sus lentes oscuros y salió de la habitación.

⎯¡Mami!⎯ gritó feliz el pequeño.

⎯ Hola bebé.⎯ respondió mirando para todos lados buscando a Trevor.⎯¿Qué haces?

⎯ Voy a jugar con papá a las carreras.

⎯¡Ohhh ya veo! ¿ Tu padre sigue aquí?

El niño asintió y ella se dirigió a la cocina justo a tiempo para ver como él secaba el último plato; entonces le habló con mucha pena.

⎯ Gracias, no tenías que limpiar.

⎯ Descuida, estoy acostumbrado.

⎯ Trevor…⎯ ella se acercó a su espalda y le susurró.⎯ No soporto que no me hables, te extraño y quiero que seamos amigos.

Trevor dejó sobre la mesada el repasador y se giró para hablarle con sinceridad.

⎯ Carito, lo siento; pero no puedo estar a tu lado y fingir que solo quiero ser tu amigo, cuando muero porque seas mi mujer.⎯ le quitó los lentes.⎯ Yo te amo y no puedo obligarte a que sientas lo mismo. Por eso lo mejor es mantener distancia y que ninguno de los dos sufra más de lo que ya lo hacemos.

⎯ Lo siento.⎯ dijo y de la nada se aferró a su cintura en un abrazo sin poder contener las lágrimas.⎯ Me odio por estar enamorada de un imposible y soy egoísta porque lo poco que te conozco me agrada y no quiero perderte.

⎯Sé que el amor que sientes por Lucas es genuino y no voy a competir contra él, lo siento.⎯ dijo y ella se separó sorprendida

⎯ ¿Lucas?⎯ entonces lo miró de frente.⎯ Yo no amo a Lucas, estoy enamorada de Franco.

⎯ ¿Y por qué besaste a Lucas?

⎯ Solo actúe como una niña caprichosa e inmadura para que te alejes de mí.⎯ confesó.⎯ De repente en solo cuestión de días estabas por todos lados e incluso durmiendo en mi casa y me asusté. No te conozco lo suficiente y todo es un descontrol en mi vida.

⎯ Tienes razón, no controle mi emoción por estar a lado del niño y no pensé en cómo tú te sentías junto a un extraño.

Trevor, le colocó nuevamente los lentes y le sonrió con ternura, entonces le dijo brindándole algún tipo de seguridad.

⎯ Poco a poco arreglaremos este desastre.

⎯ De acuerdo.

Trevor se dirigió a la sala y se arrodilló en el suelo junto a su pequeño y comenzaron a jugar con los autitos eléctricos. Ambos se divirtieron muchísimo, pero a media tarde el pequeño se quedó dormido en sus brazos; mientras miraban una película, así que lo recostó en su cama y se marchó a su departamento.