Última parte de la saga Casualidad o Destino, continuando y culminando con la historia de Carlos y Lizbeth, así como de su descendencia, mostrando las experiencias, que puede vivir una persona sin importar, la edad que se tenga o la época en la que se encuentre.
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REPERCUSIONES
Al recibir los resultados, Asgard solo se siente un poco mejor, ya que sigue sintiendo que no sirve para la escuela, además de que al expresar sus dudas, los maestros de las materias en cuestión, son, pasivo-agresivos, con él, además de exiliarlo de las clases, no tomando en cuenta sus participaciones, o resolviendo sus dudas, ya que la directora, le había puesto sobre aviso de lo que había sucedido en la reunión y no les había gustado que un alumno los delatara.
Al pasar por esto, Asgard, se siente más deprimido que antes, lo cual es notado por dichos maestros, teniendo un gesto de satisfacción en sus rostros, al haber mermado el ánimo de aprendizaje de un alumno, lo cual para ellos era una victoria, puesto que creían que de este modo no tendrían que esforzarse para mejorar, además de ponerlo como ejemplo, para aquellos estudiantes que se atrevieran a estar insatisfechos con su modo de “enseñar”.
Asgard, está cada vez más y más desanimado, pero no se atreve a mostrarlo en casa, debido a que sabía que ni sus padres ni sus tíos se quedarían tranquilos para defenderlo, pero en su cabeza solo le causaría más problemas, en la escuela, causándole mayor desconfianza.
En una familia, unida, que en verdad se preocupa por sus miembros, nada pasa desapercibido, lo cual es el caso de la familia Cruz, ya que notan que Asgard, cada vez hace menos esfuerzo en sus tareas y cada que va a la escuela lo hace con una mueca de desagrado, además que antes solía mencionar con gran alegría las materias que solía disfrutar.
Carolina:
Asgard, ¿pasa algo?, ya no me has comentado nada de tu escuela, y ya no les pides ayuda a tus hermanos, con las materias que no te gustaban.
Asgard:
No pasa nada tía, no pido ayuda porque no quiero molestarlos.
Carlos II:
Hijo, no nos mientas, sabemos que algo está pasando, confía en nosotros, podemos serte de ayuda.
Gienevive:
Sobrino, confía en nosotros, te conocemos desde que naciste, no nos puedes engañar y decir que todo está bien.
Alondra:
Asgard, si es una cuestión de amores, también te podemos ayudar, ya que ningún campo nos es desconocido.
Aldebaran:
Lo ves hijo, tus tíos también se han dado cuenta, dinos que pasa, ¿te están molestando en la escuela?, ¿tienes problemas con las materias?
Kenia:
Hijo, si no nos quieres decir no lo agás, pero quiero que sepas que siempre contaras con nosotros
Asgard:
Si se los digo, será peor para mí, se los aseguro.
Carlos III:
Ok, si no se los quieres decir a ellos, entonces te reto, como nos enseñó el abuelo, un sparring entre tú y yo, si gano nos dirás y si ganas yo mismo me encargaré de que no te vuelvan a presionar.
Asgard:
Acepto, pero será cuerpo a cuerpo.
El duelo se lleva a cabo en la sala de entrenamiento y a pesar de la diferencia de edades y físicos estaba parejo, pero la experiencia se hace presente y Carlos III, gana el encuentro.
Carlos III:
Bien hermanito, es hora de cumplir tu palabra que pasa.
Asgard:
Los maestros en la escuela están en mi contra, me ignoran cuando participo y cualquier error, me lo recalcan como si fuera la peor tontería que hubieran escuchado, todo empezó desde que mis papás llevaron los resultados, incluso les dicen que a los demás que cualquiera que dude de ellos les pasaría lo mismo, incluso me dejan tarea extra porque a si no tendría dudas.
Todos: ¡¿Qué cosaaaaaaa?!
Asgard:
Por eso también me he desvelado, y no los he querido molestar.
Kenia:
Hijo, me lo hubieras dicho desde el principio, es hora de tomar represalias contra la escuela.
Aldebaran:
Esto no se quedará así, amor encárgate del aspecto legal, yo me encargaré de lo demás.
Carlos II:
Hermano, la escuela de Asgard pidió una gran cantidad de comida para su convivencia de fin de curso, se les dio precio especial, solo porque mi niño estudiaba ahí, permíteme hacer los ajustes necesarios.
Aldebaran:
Gracias hermano, nosotros nos encargaremos de lo demás, esa escuela sabrá, porque no se deben meter con uno de los nuestros.
Kenia, levanta una demanda, en contra de la escuela, por acoso escolar en contra de un alumno, Aldebaran inmediatamente se reúne con la directora, más disgustado que nunca, ante la sorpresa de esa última, ya que
sentía que había ganado y para evitar un trato peor a su hijo, no reclamarían.
Aldebaran:
Profesora, usted sabía del trato que estaba recibiendo mi hijo, ya que los maestros saben cosas que se dijeron aquí y de qué alumno en específico, vengo a firmar la baja de mi hijo de esta institución que únicamente le causo dolor, y obviamente cualquier contribución extra, de parte de mi familia queda anulada.
Directora:
¿A qué se refiere?
Aldebaran:
El restaurante en donde a menudo pedían comida es propiedad de mi familia, para ser exacto es la sucursal de mi hermano mayor, ahora han sido vetados y el precio que se les dio ha cambiado y por supuesto que están demandados y haré todo lo que esté en mi poder para cerrar su pseudo escuela.
Al escuchar estas afirmaciones, la directora pierde todo color en el rostro, y trata de encontrar una salida por cualquier medio.
Directora:
Espere señor Cruz, tal vez solo hay un error de comunicación, podemos llegar a un acuerdo usted y yo, si usted lo desea, la boleta de su hijo solo tendrá calificaciones de 10, los maestros tendrán trato preferencial con él, además usted y yo, podemos ser socios en más de un sentido.
La directora, sabiendo que es poseedora de belleza, trata de seducir a Aldebaran, cruzando las piernas, repetidamente y desabrochándose los botones superiores de la blusa, sin esperar que la reacción de Aldebaran
fuera lo opuesto a lo que ella esperaba.
Aldebaran:
Señora, si usted cree que con esa actitud me lograra convencer está muy equivocada, soy casado, tengo fuertes valores familiares y por supuesto jamás traicionaré a mi amado hijo solo porque usted, cometió un terrible error, no quiere afrontar las repercusiones, ya que creyó que no aria nada, pero se equivocó y por si fuera poco si intenta decir que yo la ataque, mi pluma es una cámara y la tengo grabada, como pedagogo sé que todo lo que se dice en una reunión puede ser modificado así que tomo mis precauciones.