Sarah Miller a sus 22 años, ya tenía toda su vida planeada, se casaría con el hombre que amaba Jason Cooper, con quien compartía una relación hacia 4 años. Nunca imagino que su vida cambiaría radicalmente, por los actos de una noche, y esto ocasionaría que de igual manera perteneciera a la familia Cooper.
¿Puedes enamorarte de alguien de la noche a la mañana?.
Acompañame a leer esta gran historia en donde encontraras: Amor, traición, dolor, odio, romance y venganza.
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Capítulo 5
Al siguiente día, Sarah despertó sentía que su cabeza iba a estallar, poco a poco recuperó el sentido y su cuerpo le dolía en especial su intimidad, al estar consciente noto que estaba desnuda, temiendo lo peor observo hasta el otro lado de la cama, en donde yacía el hombre completamente desnudo y dormido.
Sarah: No, no, no, no.
Empezó a sollozar por lo bajo mientras con sus manos tapaba su boca. Sus lágrimas empezaron a brotar, no entendía que había pasado, ¿Como es que ese hombre estaba en su cama?, ¿Como es que estaban desnudos?, al observar detenidamente el lugar, noto que esa no era su habitación. Asustada se levantó con cuidado evitando hacer algún ruido que pudiera despertar al hombre.
Como pudo se vistió y salió del sitio. Iba llorando y maldiciéndose por lo que había pasado, se preguntaba en qué momento cayó tan bajo, como explicaría lo sucedido a Jason, a su familia. Estaba en el elevador, este paro en un piso inferior, las puertas se abrieron y allí estaba Andrew.
Andrew: Ey, hola.
Sarah oprimió el botón de cerrar varias veces y las puertas se cerraron.
Andrew quedó confundido, por lo cual tomó el otro elevador para subir a la Suite de Steven, al llegar empezó a golpear de manera desesperada la puerta.
Steven estaba completamente dormido, pero los ruidos hicieron que despertara, la resaca se hizo presente y puso sus manos sobre su cabeza.
Steven: ¡Joder!
Seguía escuchando como golpeaban la puerta. Al sentarse en la cama noto que el otro lado estaba vacío, por lo cual saltó de la cama se puso sus bóxer y empezó a buscar de manera desesperada a Sarah, sin poder encontrarla. Se sintió frustrado y fue a abrir la puerta al notar que era su amigo.
- ¿Qué quieres? Andrew.
Andrew: Ey, por lo visto tuviste una buena noche.
Steven lo fulminó con la mirada.
- ¿Qué es lo que quieres?
Andrew levanto sus manos en son de rendición.
- Nada\, nada\, solo venía para saber que le hiciste a la rubia para que saliera así de mal.
Steven se alertó.
- ¿Qué?\, ¿En dónde la viste?
Empezó a mirar el pasillo y no vio a nadie.
Andrew: Pero cálmate; la vi en el elevador estaba llorando y bastante asustada.
Steven: ¡JODER! No puede ser.
Andrew: ¿Luego que fue lo que le hiciste...
No termino sus palabras porque Steven le cerró la puerta en la cara.
- Ey\, Stev ábreme la puerta.
Steven por su parte estaba caminando de un lado al otro, no entendía por qué la chica se había marchado así sin decir nada. No es que él fuera de esos que esperaran desayunar con su acostón de momento, pero con esa chica había algo diferente. Después de varios minutos se sentó en la cama, al notar la mancha de sangre sobre las sabanas, recordó lo sucedido, una sonrisa se formó en su rostro, no podía creer que había estado con esa rubia que además de ser muy joven era muy hermosa, y sobre todo lo había elegido a él para entregarle su virginidad. Opto por que la buscaría y hablaría con ella, además recordó que no habían utilizado protección ¿Y qué tal que quedara embarazada? Él no podía dejar un hijo suyo a su suerte, tenía que encontrarla a como diera lugar. Se metió a bañar, al salir de la ducha optó por ponerse unos Jeans negros, una camiseta polo de color azul claro la cual se ajustaba a su musculoso pecho, se puso unas Vans de color café y una chaqueta de cuero del mismo color de los tenis.
Sarah al salir del lujoso hotel, tomo un taxi para dirigirse al lugar en donde estaban hospedadas. Durante el trayecto solo lloraba, incluso el taxista le dio un pañuelo al sentir lástima por la chica.
Al llegar a su habitación, cayó al piso tras cerrar la puerta, no podía creer que su vida se había arruinado.
- ¿Por qué a mí?\, ¿Por qué me paso esto?
Se preguntaba mientras lloraba a cántaros.
Después de una hora se levantó y se fue a ducharse, en el baño mientras restregaba todo su cuerpo con la esponja, maldecía al hombre que se había aprovechado de ella. Le había robado aquella virtud que conservaba únicamente para el hombre que fuera su esposo. Jason, se preguntaba que iba a hacer con él, como le explicaría que ya no era virgen, que después de él intentar tantas veces estar con ella, ella por el contrario se había acostado con un hombre que ni siquiera conocía.
Toc-Toc
La puerta de su habitación era golpeada por sus amigas.
Sarah salió envuelta en un albornoz, mientras su cabello está sujetado con una toalla. Abrió la puerta e ingresaron sus amigas.
Rachel: Ay Dios, recuérdenme no volver a beber.
Lo decía mientras reposaba su cabeza en la cama de su amiga.
Hanna: Si, creo que nos excedimos un poco.
Rachel giró su cabeza para ver a una Sarah, con sus ojos hinchados y rojos de tanto llorar.
- Y a ti ¿Que te pasó?\, ¿Por qué estas así? De hecho\, tienes que explicarnos por qué no quisiste regresar con nosotros anoche\, y a qué hora llegaste.
Sarah bajo su cabeza y las lágrimas empezaron descender.
Hanna quiso disimular así que se acercó a ella con fingida expresión de preocupación.
-Pero ¿qué tienes? Sarah, ¿Por qué estás así?
Sarah: Chicas paso algo horrible.
Les decía llorando.
Rachel se alertó.
- ¿Que paso?
Sarah: Me acosté con un tipo.
Hanna: ¿QUE?, PERO ¿COMO PUDISTE HACERLE ESO A JASON?
Sarah sollozaba.
- Les juro que no sé qué paso\, no recuerdo nada de nada.
Rachel le dio un fuerte abrazo sincero.
- ¿Te violo?
Sarah: Ni siquiera lo sé, solo desperté esta mañana en una suite con un hombre, que no se ni siquiera quien es, ni como se llama.
Hanna: Haber, haber recordemos, ayer te quedaste en el club con uno de los tipos con los que compartimos mesa en el club. ¿Quizás fue con él?
Sarah: No lo sé, la verdad no lo sé.
Hanna: Esto es grave, ahora sí que Jason te va a botar.
Rachel la fulminó con la mirada.
- ¿Como puedes decirle eso? Hanna. Es nuestra amiga.
Hanna: Si. Lo sé, pero hay que ser realistas. Jason nunca ha estado con Sarah porque ella no lo ha permitido. ¿Como crees que actuara después de que se entere que estuvo con otro?
Rachel: No tiene por qué enterarse.
Sarah se zafó del agarre de su amiga.
- No Rachel\, no puedo engañarlo.
Hanna: Obvio no, él se enterará cuando quiera tener relaciones contigo. Los hombres saben cuándo una mujer no es virgen.
Rachel: ¿Usaron Protección?
Sarah: Ya les dije que no recuerdo nada.
Rachel: Bien, vístete rápido y vamos a una Farmacia para que compremos la pastilla del siguiente día.
Sarah se limpió las lágrimas y sus mocos con un pañuelo.
- Rachel recuerda que desde el mes pasado empecé a tomar las pastillas.
Rachel: Bueno por lo menos.
Hanna: Bien, igual vístete y salgamos tenemos que desayunar, muero de hambre.
Rachel: Si vamos, después pensaremos en algo.
Sarah se levantó de la cama, empezó a buscar su bolsa desesperada y no la encontró.
- Chicas\, ¿Ustedes han visto mi bolso?
-NO.
Respondieron sus amigas al tiempo.
Sarah: No pude ser perdí mi bolsa, allí tengo mi celular y mis cosas.