¿Una extraña sensación de Déjà vu? ¿Un sentimiento de haber vivido todo eso por segunda vez?
Aquellas eran las constantes de la vida de Claire; sin embargo, debido a su salud un poco débil y el cansancio por su trabajo como policía, decidió ignorarlas.
No obstante, tras su divorcio y motivada por la difícil situación de su hijo recién nacido, quien necesita una donación de sangre para sobrevivir, la ahora detective privada se ve obligada a buscar al padre del niño, su exesposo. A pesar del dolor causado por sus múltiples infidelidades, ella deberá revelarle que tiene un hijo al que ni siquiera conoce.
Sin embargo, para llegar hasta él, deberá enfrentarse al infierno en el que se ha convertido la ciudad donde él vive, evitando ser víctima de las monstruosas criaturas que la habitan.
¿Podrá dejar de lado su resentimiento y ser lo suficientemente fuerte para salvar a su exesposo?
¿Por qué la extraña sensación de déjà vu no se va de su corazón?
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CAPÍTULO 13
Se sintió feliz al notar que algunas cosas de ella no habían cambiado en mucho tiempo, inclusive su sencillez. Aunque fuera un hombre con un salario muy bueno y una cuenta bancaria excelente, Claire no permitía que le comprara sus cosas.
Su exmujer se sentía mal al no estar en el mismo estatus que él, por lo que intentó conseguirse sus cosas siempre por ella misma. Aunque no fueran las cosas de más alta gama, al menos tendría la consciencia tranquila de que fue ella la que se las consiguió.
—Suéltame—pidió casi molesta.
—No—se negó manteniendo su nariz en su cabello—eres lo único bueno que tiene mi vida, no sabes cuanto he deseado abrazarte de nuevo. Apenas salgamos de esta Hell City, volveremos a estar juntos y seremos una familia feliz con nuestro bebé.
—¡Qué me sueltes, te digo!—se sentía fastidiosa—¡Ni siquiera me has preguntado cuál es su nombre!
Detestaba aquella maldita posición dominante con la que Leon intentaba reclamarla como suya, pero ahora que no eran nada, esperaba que ya no fuera así con ella. Aunque su alma se sintiera bien en sus brazos, aún podía recordar con dolor todo lo que este le hizo.
Leon la soltó lentamente, su expresión se suavizó al percibir el enojo y la frustración en el rostro de Claire. Él sabía que, aunque sus sentimientos eran genuinos, su forma de expresarlos no siempre era la adecuada.
—Tienes razón —admitió, dando un paso atrás—He sido un idiota. No he pensado en cómo te sientes, en lo que has pasado. Solo quería que las cosas volvieran a ser como antes, pero no es tan simple... si me permites saber, sospecho cuál es su nombre, ¿es Ethan, no?
Claire lo miró con desconfianza, pero vio en sus ojos una sinceridad que le hizo reconsiderar su reacción. Respiró hondo y dejó que sus hombros se relajaran un poco. Aunque la había lastimado, él la conocía muy bien y sabía que le pondría el nombre de su fallecido padre.
—Sí, se llama como mi padre, Ethan—respondió, finalmente, su voz quebrándose un poco al decir el nombre—Tiene la misma sonrisa que su abuelo.
Leon sonrió débilmente al escuchar eso, y la calidez de sus ojos se mezcló con la tristeza. No quería perder a Claire ni a su hijo, pero sabía que debía ganarse su confianza de nuevo.
—Ethan—repitió suavemente, como si el nombre fuera un amuleto—Prometo que haré todo lo posible para que estemos a salvo. Para que seamos una familia.
Claire asintió, aunque todavía con reservas. Sabía que no podía simplemente olvidar todo lo que había pasado, pero también sabía que necesitaban trabajar juntos para sobrevivir y salvar su pequeño hijo.
No negaba que la idea de estar de nuevo con Leon se cruzó por su cabeza, pero dejó de lado aquel pensamiento al recordar la voz descarada de Sara.
—De acuerdo —dijo finalmente—Pero quiero dejar algo claro, Leon. No soy la misma persona que era antes. No voy a permitir que nadie, ni siquiera tú, intente pasar por encima de mí.
Leon asintió, entendiendo la firmeza en su voz. Sintió una chispa de esperanza encenderse en su interior. Decidido a luchar no solo por su supervivencia, sino por el futuro de su hijo, aceptó la "tregua" con su exmujer.
—Lo entiendo—dijo—Respetaré eso. Solo quiero que estemos juntos y seguros. Todo lo demás lo resolveremos con el tiempo.
Ambos se dirigieron hacia la salida, conscientes de que el peligro acechaba en cada esquina. Debían volver de inmediato con sus demás compañeros, lo más probable es que Oliver y Derek hubieran vuelto de su búsqueda infructuosa; sin embargo, intentarían llamarlos por las radios.
No obstante, cuando Claire iba a tomar su radio, separó de inmediato su mano con la de Leon. El hombre le estaba agarrando de manera dominante, intentando protegerla mientras iba delante de ella.
—El hecho de que estemos trabajando juntos por nuestro hijo no cambia nada entre nosotros—dijo adelantándose un poco—recuerda que ahora eres mi exesposo.
El camino de regreso fue en teoría calmado, aunque a mitad de la ruta fueron sorprendidos por varios golpes provenientes de la puerta de uno de los baños superiores.
—¡Tranquila!—suspiró Leon—está bloqueada con tablas, los poseídos no saldrán.
Claire asintió y continúo siguiendo a su exesposo; sin embargo, su preocupación por sus compañeros seguían. Ni oliver, ni Derek contestaban.
Orando en su interior para que nada les hubiera pasado, continuaron caminando hasta el vestíbulo superior.
Allí, observaron como la puerta se abría. Algo que hizo sospechar a Claire, ya que había pasado por allí y no estaba bloqueada.
Sara, nerviosa, sonrió al ver a Leon. Era tanta su alegría que no le importó respetar su puesto, corrió y de inmediato abrazó al comandante.
Sabiendo que era observada por Claire, hundió su nariz en el cuello de Leon y lloró con fuerza. Quería que este la consolara y demostrarle a su excompañera quién era la nueva mujer de Leon.
—¡Controlese, teniente!—la apartó con fuerza—lamento la perdida de Isaac, pero sigue siendo oficial de policía, ¡Así que mantenga la calma!
Pálida ante la dureza de Leon, Sara observó como este la quitaba de sopetón y agarraba de la mano a Claire para llevársela a la oficina.
La expolicía no prestó atención a lo ocurrido, ya que no dejaba de pensar en sus otros antiguos compañeros. Si algo les hubiera pasado no se lo perdonaría.
Claire aún seguía teniendo el sentimiento de compañerismo, aunque gran parte de estos hubieran sido unos desgraciados con ella.
—Sientate—dijo en casi una orden.
Leon la sentó en la silla de la oficina y comenzó a revisarla, temiendo que su palidez fuera provocada por una herida.
—¡Claire!—el susurro de Oliver se escuchó al otro lado de su radio—¡Responde!
—¡Oliver!—respondió—¡He encontrado al comandante! ¿Dónde están?
Separando la mano de Leon de su rostro, se levantó mientras caminaba de un lado a otro, en lo que solo observaba la radio nerviosa.
Espero que tengas el apoyo a futuro porque hiciste un excelente trabajo escribiendo 🌹 Sigue así /CoolGuy/y seguiré leyendo 🤞🏻/Smile/