Alina Alcoser Gales - Fernando Puelo, dos personalidades muy distintas. Ella solo tiene energía, vitalidad y ganas de progresar en sus proyectos. El, una boda frustrada, lo dejo en un estado de depresión y oscuridad.
Ambos son vecinos, ninguno quiere saber del otro. Tendrán la oportunidad de vivir un gran amor?
Acompañenme en esta historia en la cual habrá desencuentros, malos entendidos , enojos. Nada que el amor de una familia no pueda curar.
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Capítulo 14
Al día siguiente.
- que linda es la familia Alcoser, quizás mi padre tenga razón y toda esta molestia sea por envidia. Si es así mejor, porque es más razonable para digerir y entender que me pasa.
Fernando se dirige hacia la computadora, tenía ganas de empezar una nueva novela...
escribe, "En una ciudad muy lejana donde la gente vivía normal, en un palacio muy alto y muy oscuro, se encontraba un monstruo, feo, malo, oscuro y sucio. Era el terror para aquellas personas que lo tocaban o amaban, les cambiaba la vida, pero para mal. Un buen día, apareció en la ciudad, una joven llena de vida, ella era todo lo que el no tenia, y que queria tener, pero su realidad no se lo permitia, y esto, molesto mucho a este engendro. Pero, en realidad, el malestar de el, era por la vitalidad de la joven?, o era porque nunca la alcanzaría?, o , sería porque si ella se acercaba, el le arruinaría la vida?, o quizás, lo más horroroso, se estaba enamorando de ella?".
Fernando se levanta de golpe empieza a caminar de un lado hacia otro, tomándose la cabeza. Vuelve a su escritorio y vuelve a leer lo que había escrito, estaba todo mal, sobre todo la última frase, inmediatamente, comienza a borrar el texto.
- no, hoy no es el día para escribir ninguna historia de terror, no cuando entré las frases existe la palabra enamorado.
Apaga la computadora, se siente incómodo, no sabía que hacer, por primera vez en 5 años, sentía ansiedad por hacer cosas, pero dentro de su mundo no había mucho al respecto. La verdadera sensación es que estaba aburrido.
- y sí trato de salir? quizás pueda, porque así tampoco estoy cómodo.
Sin pensarlo, se dirige rápidamente hacia la puerta y la abre de golpe...
- señor... señor Fernando!!
Fernando abre los ojos. Era Hector, estaba junto a él, golpeando suavemente su cara.
- He...Hector, que pasó?
-no sé, señor, creo que se desmayó.
- puede ser... ahora que recuerdo, abrí la puerta y empecé a temblar, empece a marearme, luego no recuerdo nada.
- pero porque abrió la puerta? , si necesitaba algo me hubiese avisado.
Fernando se levanta y se sienta en el sillón, mira fijo a Hector.
- y vos como te enteraste?
- la señorita Alina, vino corriendo y me avisó.
- ella me vio así?
- no, ella no quiso acercarse, pero vio la puerta abierta y me vino a buscar. Dígame la verdad, necesitaba algo?
- no, no Hector, no importa, ya estoy bien.
- como que no importa? se podría haber lastimado.
- pero no pasó Hector, así que olvidemos este asunto. Podes retirarte, gracias.
- bueno, tanto como olvidar , no sé, le avise a su padre, ya debe estar por llegar.
- porque hiciste eso Hector? no...no.
- es lo que me ordenó su padre señor, que si le pasaba lo más mínimo que sea, debía llamarlo. Por favor, no se enoje.
Fernando queda en silencio, sabía que lo que decía Hector era verdad.
- está bien Hector, ya está.
Entra Horacio preocupado.
- Hector!!, hijo, como estas?, que paso?, quisieron atacarte?
- no papá, quédate tranquilo. Aguardame un momento.
Mira a Hector que todavía está ahí parado.
- Hector, gracias nuevamente, pero retírate por favor
- si señor Fernando.
- agradecele a la señorita Alina también, estas seguro que no me vio ahí tirado?
- se lo aseguro, permiso, me retiro.
En cuanto Hector se retira, Horacio se abalanza sobre su hijo y lo abraza muy fuerte.
- por Dios hijo , cuando me llamo Hector, y me dijo que estabas desvanecido en el piso, creí que me infartaba.
- perdón papá, no quise darte un digusto.
- pero que pasó ?
- nada.
- como que nada? , la puerta abierta, vos desmayado...
- nada.
- Fernando...
- AY POR DIOS!!! , BASTA.
Fernando se levanta de golpe y empieza a caminar.
- perdóname hijo por la insistencia, pero es que no entiendo.
Fernando suspira fuerte, sé tranquiliza.
- perdoname vos, por favor, no quise ponerme así, no es con vos, estoy enojado conmigo.
- ok, cuando quieras lo hablamos.
- quise salir... tuve la loca y estúpida idea de salir.
Horacio lo mira fijamente.
- pero eso es maravilloso, hasta ahora nunca te había pasado.
- si, claro, y mira el resultado.
- pero es un avance.
- no papá, como verás no es ningún avance, aquí estoy, nuevamente encerrado, esta es la justa prueba de que nunca voy a mejorar.
- y sí es así, que te llevo a querer hacerlo?
- no lo sé, quise escribir, salió mal, no sabía que otra cosa hacer y se me ocurrió que salir era la respuesta, mala decisión.
- quiero que me digas la verdad, no tiene nada que ver esto, con la hija de Alejandro?
- está aquí?, la ves en algún lado?,no, y nunca la vas a ver, así que ella no fue. Al contrario, cuando puedas agradecele por avisarle a Héctor. Por Dios, menos mal que no me vio, ahí tirado, incapaz de enfrentar la vida, todo un fracasado.
- y porque te molesta si te vio o no?, que te importa?,si no te interesa, porque...
- porque me queda un 10% de dignidad, está mal que trate de defender ese 10%?
- obvio que no, pero me llama la atención, es solo eso.
- bueno, papá, me disculpas?, pero no tengo ganas de hablar, conseguiste un psicólogo?.
- estoy en eso, no sabes la escena que tuve con tu psicóloga, me dijo que no era justo, que quería hablar con vos, obvio que le dije que no, que vos ya no querías atenderte, ella me dijo que la habías usado, que no te iba a perdonar y que ya ibas a tener noticias de ella.
- mira vos, uh, que miedo...
yo le aclaré que ni se le ocurriera, que si hacia algo, no iba a trabajar de psicóloga en toda su vida, así que espero que lo haya entendido.
- bien, gracias por eso. Bueno, necesito estar solo.
- ok, entonces me voy. ¿Necesitas algo mas?
- no, estoy bien, gracias, nos vemos.
Horacio sale, pero cuando se dirigía al ascensor, se para, gira y camina hacia la puerta de Alina, golpea y espera. - Ya voyyyy-
- hola, usted es?
Horacio mira detenidamente a Alina, era una chica muy hermosa, conociendo a los padres, entendía su hermosura, estatura mediana, castaña, ojos pardos, la mezcla perfecta de los Alcoser Gales.
- hola mucho gusto, soy Horacio, el padre de Fernando, tu vecino.
- ah, si, encantada, mi nombre es Alina. ¿Y como está él?
- bien, ahora bien, vine a agradecerte en mi nombre y el de mi hijo, por tu intervención.
- no, por favor, la verdad no sabía que hacer, me llamó la atención de la puerta abierta, pero priorice, el acuerdo suyo con mi padre y fui directo a Héctor.
está bien, muchísimas gracias nuevamente, era solo eso, no te molesto más.
- no señor Horacio, no es ninguna molestia, lamento no haber sido de mejor ayuda.
- de ninguna manera, es más, felicitaré a Alejandro por la hija que tiene. Que tengas una excelente tarde.
- gracias, señor, igualmente.
Alina entra y cierra la puerta, Horacio se dirige hacia el ascensor y mientras lo espera, piensa...
- es muy bonita y simpática la chiquita, ahora entiendo estos cambios de humor...
Fernando, siguiendo su conducta, escucho todo, por detrás de la puerta y sonrió, su heroína lo había salvado.