Ahora Soy La Madre Del Villano

Al día siguiente….

Ya temprano un pequeño niño por fin despertaba de su sueño profundo, pues se sentía cansado y no era de menos, pues estuvo inconsciente casi un día entero. Cuando el pequeño se estaba estirando chocó con alguien, ahí se dio cuenta que no estaba solo, al ver quien era se sorprendió, pues era nada más y nada menos que la duquesa, que estaba durmiendo a su costado.

El jovencito se levantó un poco y observó el lugar dándose cuenta de que no era su habitación, ahí cayo

en cuenta, que se había quedado en la habitación de la duquesa, desde su visita y al parecer llevaba un tiempo ahí, pues traía puesto su ropa de dormir. El niño estaba viendo su alrededor, que no se dio cuenta que una dama lo estaba viendo, pues la duquesa tenía un sueño ligero y se había despertado cuando el niño se chocó con ella.

Adela: Al parecer ya estas mejor

Elliot: Ahhh … duquesa…estaba despierta...*sorprendido*

Adela: Hola\, cariño… buenos días*sonríe*

Elliot: buenos días ...*apenado*

Al ver lo desalineado que estaba el pequeño, Adela no pudo evitar reírse un poco y sacudir el cabello del niño; Elliot al sentir aquel tacto se sintió aún más avergonzado, que se sonrojo, a lo cual, Adela sonrió pues le produjo ternura esa reacción, lamentablemente su momento fue interrumpido, pues la doncella de la duquesa ingresaba a la habitación a ver si su señora estaba levantada y necesitaba ayuda con el joven amo; grande fue su sorpresa que ambas personas estaban despiertas de lo más tranquilas, cuya imagen parecía de una madre con su hijo.

Kelly: Buenos días, señora, joven …disculpen la interrupción ...

Adela: No te preocupes Kelly

Elliot: Hola… buenas...

Kelly: Solo venía a ver si necesitaba ayuda, pero al parecer todo está muy bien.

Adela: Entiendo… más bien te pediría que trajeras nuestro desayuno dentro de un rato.

Kelly: Claro duquesa.

Dicho ello, la criada se retiró a la cocina a preparar el desayuno de su señoría y el joven amo, pues ambos en realidad eran pacientes, no solo uno. Esta vez, la criada estaba al tanto de todo, no dejaría que algo como la última vez sucediera, no delante de ella.

Mientras la criada estaba en la cocina, la duquesa ya se había levantado, estaba parada al costado de su cama; pues el día de ayer por la tarde, con la ayuda de su criada, a intentado estar de pie y realizar uno que otro movimiento para mejorar su movilidad y ayudar con mejor eficiencia en lo que pueda al pequeño Elliot. Ya logrando ello, la duquesa se acercó a su armario, sacando de ahí dos conjuntos, los cuales eligió el dia anterior por si el pequeño se levantaba y con justa razón lo usará ahora.

Adela

- ¿Qué tal? … te gustan?

Elliot

- Waaaaa … son muy bonitos …. ¿Son para mí?

Adela

- Por supuesto que si cariño

Elliot

- Woooo *toca los conjuntos* … se siente suaves

Adela

- Lo son... pero dime... ¿cuál deseas poner ahora?

A tal pregunta el niño estaba muy indeciso, pues realmente le gustaba los dos, pero no sabía por cual probar primero, viendo eso, la duquesa le aconsejo que no se preocupe porque puede usar un conjunto hoy y el otro mañana. Al escuchar tal respuesta, eligió uno de los conjuntos que tenía su color favorito para probárselo. Pero había algo raro que veía el niño, la duquesa no había llamado a su criada de vuelta, y su criada tampoco había vuelto; ello era, porque la duquesa le había pedido a Kelly con anterioridad que le dejara un tiempo a solas con el niño y que ella lo ayudaría a vestirse como toda una mamá.

En ese momento la criada se sorprendió, ya que no es común entre los nobles realizar ese tipo de actividades, porque las atenciones dadas de ese tipo, en su mayoría son realizadas por la servidumbre; la doncella iba a negarse pues su señora era una duquesa, pero vio la cara de ilusión de Adela, a la vez, que al parecer estaba muy emocionada; asi que solo aceptó la petición de buena voluntad de su señora.

Mas tarde, la doncella volvió a la habitación trayendo consigo el desayuno; al pasar dentro vio a dos personas combinadas a la perfección con sus respectivas vestiduras, pues cuando la duquesa vio que eligió Elliot, le pregunto a este si le gustaba la idea de estar ambos con el mismo color; obviamente el niño estaba más que feliz, asi que aceptó. Ya estando servida la comida en la mesa que iba a juego con la habitación, se sentaron, incluso la doncella, pues la duquesa se lo permitió y el pequeño amo no estaba incómodo en absoluto hasta que agarró su taza, o más bien dicho, intento agarrar su taza.

Pues debido a los acontecimientos, le daba miedo comer y ser nuevamente envenenado; al ver esta reacción la duquesa se preocupó, asi que, aunque en la nobleza no se ve bien mal, ella tomó un poco de la taza del pequeño, dando a entender de que no había nada de malo y lo mismo hizo con la comida. Asi, dio la seguridad que el pequeño necesitaba, al inicio le costó mucho pero mientras pasaba el tiempo si relajaba un poco, además Adela le había dicho que no había apuro, pues por el momento, él se va a quedar con ella y tendrá sus días de descanso respectivos.

Después de desayunar, la duquesa llamó al doctor para que revisara al pequeño y a ella también, para saber sus avances, de su tratamiento; pues ahora que recuerde, la llegada de su hermano está a la vuelta de la esquina y necesita estar preparada para ese día.

Doctor

- Vaya su señoría me sorprende su avance\, prácticamente esta recuperada\, solo debe realizar ejercicios para que su cuerpo se acostumbre a retomar actividades lo más natural posible.

Adela

- eso es genial doctor … y ¿qué tal está mi pequeño?

Doctor

- Bueno el joven maestro está bien de salud\, se le nota activo y bien recuperado.

Adela

- Eso es excelente doctor... gracias por su atención

Doctor

- No hay de que mi señora\, yo le recomendaría el tratar de pasear de a pocos a los alrededores.

Adela

- Si tiene razón …ahora va a ser más cómodo ya que no estaré sola *abraza a Elliot*

Mientras ellos conversaban, alguien ya había llegado a la residencia del duque Desmond, a pedir lo solicitado anteriormente en una de las reuniones del Duque; al ser informado de ello, el duque estaba totalmente incómodo.

Pues quien llegó a su mansión, no era más que el archiduque Astrax, quien venía a recoger a los caballeros de

todas las casas para la campaña de la frontera, No iba a esperar días para que las casas poderosas les entreguen los caballeros solicitados, asi que fue a cada casa y de ahí tenía pensado ir a la frontera, ya que el no esperaría hasta las últimas instancias, porque la frontera necesita la ayuda, pero de forma inmediata.

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***Dante Astráx \, actual Archiduque de Astráx\, primo menor y lejano del Rey de Arkhan\, tiene 25 años; conocido como el mejor guerrero de Arkhan\, pues a temprana edad\, sostuvo la espada y comenzó su entrenamiento militar\, pasando su adolescencia en campos militares y campañas\, inicialmente por mandatos de sus padres pero luego por mandato de sus familiares de la realeza\, ya que sobresalía en diferentes ambitos\, como política y economía tambien; estimando la riqueza del archiducado como superior al de la realeza; solo que ocultan esta hecho por envidia. Aunque no le gustaba el mundo social\, tenía que estar en ciertas ocasiones para buscar información; para la nobleza era raro verlo en alguna fiesta social\, y lo poco que veía de él\, sabían que su presencia era abrumadora\, que incluso opacaba a la familia real. Tanto era el hecho que lo denominaron como el hombre más bello del reino\, aunque fuera frío en ocasiones\, lo cual era un detalle que lo hacía fascinante a la vista de las damas solteras. En su vida tuvo que esconder sus emociones para no tener debilidades y tenía que estar preparado para todo\, pues sabía que era familiar directo para posicionarse como heredero real\, debido al apellido y la sangre real que corría por sus venas. Por eso\, tenía que estar en un perfil bajo pero ello no quitaba que in¿ba a dejar que algunas ratas se salieran con la suya para destruirlo o dejarlo en desventaja; por eso no le dió oportunidad al rey ni al duque a desestimar los hechos de la frontera.***

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En la entrada a la mansión Desmond…

Archiduque:

Buenos días duque.. *serio*

Duque

- Hola Archiduque\, me informaron de su inesperada visita...*incómodo*

Archiduque

- No están inesperada. sí sabe para que vengo … ¿verdad?

Duque

- Si\, tiene razón. Justo iba a mandar a los mis hombres a su mansión.

Archiduque

- Bien\, entonces\, esto será rápido… ¿ya está todo listo?

Duque

- Por su puesto\, en un momento salen\, porque no mejor pasa un rato adentro.

Archiduque

- No hay problema\, puedo esperar un poco… pero … ¿porque la duquesa no vino a saludar?

Duque

- Ahhh... bueno…mi esposa está algo indispuesta.

Archiduque

¿Asi? …  que raro … no será que está recuperándose de su caída …

Duque

- Usted … como es q …no sé de qué me está hablando *indiferente*

Archiduque

- Solo le recuerdo que la duquesa debe estar ilesa para mañana… no habrá olvidado que viene su cuñado.

Duque

¿Mañana?... ya se cumplirán 5 días…*sorprendido*

Archiduque

- Claro\, tan distraído está que se le olvidó un asunto importante.

Duque

- No\, no es eso\, solo que estaba atareado con algunos incidentes en mi mansión… pero gracias por el recordatorio archiduque.

Archiduque

- No hay de que *serio*… bueno a qué hora piensan salir sus caballeros…

Duque

- Si si\, ahora mismo vienen … ¡Roy!

Secretario

- Si señor\, los caballeros están en camino.

En ese momento salieron un grupo de 40 caballeros, con sus respectivas insignias del ducado, el archiduque al ver el grupo se sorprendió pues pensó que el duque le daría lesionados o débiles, pero después de analizar a cada uno, se dio cuenta de la trampa del duque, aunque se sorprendió al inicio por su accesibilidad era obvio que le entregó solo a caballeros de pinta, porque en experiencia lo más probable era nula, ya que se veían de buena aparecía pero nada más, ni una cicatriz o alguna pequeña herida de combata, además de su aura; no eran como los de un soldado en expedición sino de unos simples novatos.

Archiduque: Es enserio, Desmond … -_-

Duque: ¿Si-sí?... que sucede archiduque, hay algún problema...

Archiduque: Al parecer el casarte no sirvió de nada …. *lo mira* ya que para esto no más te alcanza.

*burlándose*

Duque: *apretando su mandíbula* ……. Perdón por decepcionarlo ...*lo mira* …

Archiduque: Que se puede esperar pues….  *lo mira* … de alguien que necesita sobrevivir a costa de un matrimonio *susurra*

Duque: *lo mira con enojo* …. No estaba apurado en retirarse a la campaña …*menciona*

Archiduque: Si si … ya me retiro entonces.

Al retirarse el Archiduque de la mansión Desmond, la presión que había antes, fue sustituida por un aura de enojo; pues lo mencionado por el Archiduque, le dolió en el ego al duque, porque sabía en el fondo que tenía razón y eso lo molestaba.

Al entrar, el duque se dirigió a su despacho para terminar lo de la visita del príncipe, porque él estaba a cargo de la seguridad y algunos implementos, correspondientes a la instalación del príncipe en el castillo y la banqueta de bienvenida, a parte lo más probable es que después quiera instalarse en la mansión Desmond para estar con su esposa, ya que es su hermana.

Al pensar en ello, decidió llamar a Roy, para que le informe a la duquesa que él la visitará más tarde para hablar ciertos temas; al ver que no vino fue al pasillo y se encontró con Roy, El doctor y la nana, que estaban teniendo una conversación.

Duque: ¿Que sucede aquí?

Cuando el duque apareció en su conversación se asombraron, pero después se calmaron y saludaron con una reverencia a su señor; al estar el presente, le contaron lo que hablaron para que este tome una decisión; pues el tema era la duquesa y el joven duque.

Secretario: Bueno mi señor, el doctor vino a informar que el joven amo despertó.

Duque: Al parecer la duquesa, lo está cuidando bien

Doña Bertha: No sabría decirlo duque, pues la duquesa hasta ahora, do a dejado que atienda al joven maestro.

Duque: Entonces quien atiende al niño *confundido*

Doctor: Por lo que sé, el que atiende al pequeño amo es la misma duquesa con la ayuda de su doncella.

Todos se sorprendieron, pues no era normal que alguien de título haga ese tipo de atenciones a un menor, sino que lo habitual es dejarlo a unas doncellas o a la nana; al analizar lo mencionado el duque estaba molesto, pues la duquesa debe comportarse como tal, sino correrán chismes por todos lados, esas atenciones la deben de hacer las doncellas no ella. Asi que decidió ir a verla para verificarlo con sus propios ojos.

Al ir a la mansión encontró un revuelo, pues había muchas personas o más bien dicho, estaba reunido casi todo el personal de la mansión de la duquesa, el duque se dio a anunciar, por el cual, las personas alrededor realizaron una reverencia y lo dejaron pasar, este al ver que hay paso, se dirigió donde la duquesa que estaba parada con unos guardias, su doncella, pero lo que le llamo la atención es ver al pequeño acompañando a la duquesa.

El ambiente era un poco abrumador, pues, aunque no sabía lo que, sucedida, el duque estaba seguro de que la mayoría de las personas de acá estaban nerviosas; por ello pregunto a Adela que es lo que pasaba, porque todo su personal estaba reunido.

Adela: Bueno duque, el personal que puso para mi custodia, la mayoría van a ser despedidos

Duque: *Sorprendido*

Doña Bertha: Señora no puede hacer eso, necesita el permiso del duque para hacerlo

Adela: No le hablo a usted señora, será mejor que cuidé lo que dice.

Duque: No puedes despedir a estos empleados, algunos llevan tiempo, y otros fueron contratados recién; ¡pero todos ellos estaban en la mansión antes de que tu llegaras!

Adela: Claro que puedo … Kelly puedes llevar a Elliot a mi cuarto un momento.

Kelly: Si señora.

Adela: Adiós pequeñín… no me demorare mucho…

Duque: ¡Que es lo que tramas Adela! … tú no puedes despedir a la gente asi de la nada

Adela: ¿De la nada? ….  Yo tengo mis razones para despedirlos …. y usted no lo puede impedir.

Empleados: ¡Mi señor …! ¡Por favor ayúdenos, la duquesa nos quiere despedir injustamente!

Doña Bertha: Lo ve mi señor\, al parecer la duquesa no puede seguir dirigiendo\, si lo hace puede ocasionar un revuelo *susurra al oído*

Duque: ¡Adela BASTA!, estas personas fueron contratadas bajo mi autoridad.

Adela: No … *seria* … tú y yo tenemos un arreglo recuerdas...

Duque: Que arr …*se acuerda del contrato* … bien... puedes despedir a los que son nuevos si gustas\, pero con una buena razón de por medio\, si no\, que dirán de nosotros y estos despidos masivos se hacen públicos

Adela: Si afuera se llegan a enterar\, será porque tienes algunas ratas en tu mansión\, las cuales no llegaste a atrapar…. pero yo ya me encargaré …. Y segundo\, obvio que tengo razones para despedirlos…. *da una señal al guardia*

Guardia: Si señora … *le pasa unos papeles*

Adela: Estas son las cartas de despido de algunos empleados, sin remuneración y sin recomendaciones para próximos contratos; las razones también están escritas ahí, para que cualquiera que trate si quiera de contratarlos, lo piense mejor dos veces.

Empleados: ¡Esto es muy excesivo su señoría! … prácticamente está dejándonos sin futuro!

Duque: Es demasiado Adela ... ya basta de todo este drama…

Adela: No es drama y tengo todo el derecho de despedirlo por el cargo que ocupó.

Doña Bertha: ¿Cual cargo?… yo estos realizando sus funciones ya que usted no lo deseaba!! *fastidiada*

Adela: Desmond… será mejor que te lleves a esta señora\, antes que acabe con mi paciencia. *seria*

Doña Bertha: ¡Pero que maleducada! … como te at...

Duque: ¡Silencio! … no lo entiende aun Bertha … la duquesa está retomando sus obligaciones como tal! …

Adela: Exacto\, al fin lo entendiste …  para que sepas\, de que faltas estoy hablando\, las dictaré en voz alto ante tu presencia … *mira a la nana*

Duque: Está bien … pero no creo que sea nada grave…. Sino ya se me hubiera informado… *mira a la nana*

Doña Bertha: ** Esto es malo ** ………. cof cof cof\, disculpe duque…

Duque: Ahhh … ¿está enferma?… porque me hace escándalo, entonces …. ya retírese a descansar, si está mal...

Doña Bertha: Gracias\, señor *se va rápido*

Adela: Igualmente, la lista es larga, asi que solo botaré un grupo…. Por el momento….

Secretario: Pero mi señora … porque no saca a todos de una buena ves.

Adela: Porque de esos debería ocuparse su señor, pues entre los que queden estarán las ratas que él busca…

Duque: Los que se quedarán en su mayoría son de la regencia anterior, imposible que sean traidores… ¿NO LES FALTES EL RESPETO!

Adela: Ahí usted, piense en lo que quiere… bueno como dije nombraré quienes están despedidos y el motivo por el cual saldrán de acá, sin ningún sin ningún pago.

Duque: Bien apúrate, tenemos cosas importantes que hablar…

Dicho ello, la duquesa se encontraba diciendo un montón de nombres, más no el motivo; por eso el duque estaba extrañado, pensó que le iba a decir la razón hasta que después escuchó de la duquesa que las 20 personas que nombró, todas cometieron el mismo delito y más.

Al seguir hablando, el duque se quedó en blanco y demasiado sorprendido, pues aquellos empleados fueron despedidos, por los delitos de robo, conspiración, negligencia, incluyendo su desinterés, y poca eficiencia en su trabajo; terminando la lista la duquesa, mandó al guardia a entregar las cartas de despido y mencionó…….

Adela: Tienen hasta antes que se oculte el sol\, para retirarse de la mansión\, no más! *seria*

Empleados despedidos: ¡Por favor duquesa! …. ¡Duque!… ayúdenos! … esos cargos son falsos! …. ¡Fuimos incriminados!

Duque: ¡USTEDES! … ¡COMO SE ATREVEN A PEDIR MI APOYO! ……INTENTARON VERME LA CARA! …. ¡Será mejor que se LARGUEN ahora … o sino no saldrán a menos que sea ¡UN CAJÓN!

Con tal reacción del duque, aquellos que fueron sentenciados por la duquesa, estaban asustados, aunque querían refutar algunos, otros querían aun estar con vida; asi que por el momento se retiraron, hasta ver como poder solucionar su situación con Doña Bertha o la ama de llaves. Mientras el duque estaba irradiando enojo, pues le vieron la cara, y lo peor es que fue puesto a descubierto, delante de todos y por la duquesa. Lo cual era un golpe a su orgullo que ya estaba herido por la visita de la mañana del archiduque.

Y antes que estalle de enojo, la duquesa le hizo el pare al duque, pues ella no iba aguantar su mal genio y ya tenía suficiente con aguantar en su momento a la nana; asi que una, lo cortó y dijo que se retiraba, avisando que más tarde le enviaría la lista con la evidencia de los fraudes de aquellos empleados que acababa de despedir.