Maktub

Capítulo 13

Pedro y Javier estaban comiendo juntos, Khaled había salido con su amigo Anatoli, pero sin decirle a su padre de quien se trataba. Emir llegaba después de un día complicado en el hospital.

—Hola Padrino, me da gusto verlo.—saludó Emir

—Hola hijo, me alegra saber que volviste con bien de aquella tierra conflictiva.—le decía Javier

—Lo sé, por cierto ¿dónde están todas?.—preguntó Emir

—Tus hermanas, tu madre y tu esposa, se fueron de compras.—respondió Pedro

—No me imagino a Kala de compras, por cierto la pude conocer en la mañana, estaba conversando con Khaled y quedé asombrado.—les platicaba Emir

—De verdad, ¿Por qué?.—preguntó Javier

—Es muy linda, yo no la había visto sin el burka.—respondió Emir

—Cuando conocí a tu madre, amé sus ojos y jamás dejé de pensar en ella. Cuando la vi sin el Hiyab, era la mujer más hermosa que había visto en el mundo. Ella me cambió la vida.—le contaba su Padre

—Pero solo seremos amigos, su tiempo aquí solo es temporal.—decía Emir, Javier y Pedro se miraban, sabían que pronto caería rendido a los pies de Kala

Después de saludarlos y conversar con ellos, decidió subir a tomar un baño y leer un rato. Mientras tanto Khaled estaba con Anatoli, lo había invitado al campo de tiro.

—Eres muy bueno con las armas, ¿Quién te enseñó a disparar?.—preguntó Anatoli

—En los videojuegos, dudo que mi padre haya tomado un arma alguna vez en su vida. Es extraño el no es musulmán y sin embargo se comporta como uno. Creo que pasar tanto tiempo con mi madre lo afectó.—respondió Khaled

—Te sorprenderías si realmente conocieras a tu padre, no tienes ni idea de quién es. ¿Si te había contado que mi padre y él hacían negocios?.—le pregunto Anatoli

—Si, pero la pregunta correcta es ¿Qué clase de negocios?. Ya había notado que mi padre tiene cicatrices no solo de tatuajes, también de heridas.—respondió Khaled

—Solo te diré que conocí a tu padre cuando yo tenia doce años, y era muy diferente al que ahora es. Cuando regrese mi padre de Colombia, sería bueno que te conociera. Yo ya había visitado tu casa.—le decía Anatoli

Khaled sentía una enorme intriga por el pasado de su padre, pero era mejor si se enteraba por el padre de Anatoli.

—Voy a invitar a cenar a Zeynep.—le decía Anatoli

—¿En verdad te gusta mi hermana?, que te parece si la invito a que salgamos a cenar y tú llegas de improviso. Después yo me desaparezco.—le sugería Khaled

—Es una buena idea, tienes un espíritu fuerte y mucho valor. En un futuro espero que puedas trabajar con nosotros, sabes de lealtad y hermandad.—le decía Anatoli

—Gracias hermano, te diré algo que te va a ayudar, a mi hermana le encantan los lirios, al igual que a mi madre. Por si planeas enviarle más flores, aunque las rosas le encantaron, las vi en su habitación.—le sugería Khaled

Lo que ignoraba Khaled era que su encuentro con Anatoli, fue muy beneficioso para los Sherbina. Tenían planes para la organización, el padre de Anatoli quería que Pedro volviera hacer el líder, pensaban en deshacerse de Antonio. Para así hacerlo cumplir el pacto que habían hecho hace años, Anatoli sabía que Khaled en un futuro podría tomar su lugar como el líder.

Más tarde todas llegaron por fin a casa, Pedro seguía en la sala platicando con Javier sobre los negocios. La primera en entrar fue Aysel, saludo de rápido y subió ya que saldría con su novio a una fiesta

—Nadie más estable que Aysel para las relaciones sentimentales.—decía Javier

—En eso tienes razón ¿Qué tal su recorrido mujeres hermosas?.—preguntó Pedro

—Les presento a la nueva Kala.—respondió Zeynep

Kala se sentía feliz, le gustaba como se miraba. Era otra totalmente, ella tomó asiento y les sonreía

Javier y Pedro la observaban, no podían creer lo linda que era. Para ser una chica joven, se veía diferente a su edad, sin duda había tenido una vida complicada al lado de su padre. Al escuchar que estaban hablando en árabe, Emir no soportó la curiosidad y bajó de inmediato.

Al llegar hasta la sala, no podía creer lo que veía, kala se veía tan diferente. Ella bajo la mirada, Emir la había hecho sentir intimidada

—¿Qué opinas hijo?.—pregunto Mahtob

—Se ve preciosa.—respondió Emir

—Le compre un guardarropa nuevo, y le llame a Aaron para que la instruya y le ayude a nivelar sus estudios. Así podrá descubrir que es lo que le gustaría estudiar.—les platicaba Mahtob emocionada

—Eso es muy bueno, opino que deberíamos salir a cenar todos en familia. Y celebramos así la llegada de Kala a su nuevo hogar.—decía Pedro mientras tenía tomada de la mano a Mahtob

—Estoy de acuerdo, vayamos a cenar.—aceptó Emir, él no podía dejar de admirarla

Javier y todos se daban cuenta de la mirada de Emir, evitaron hacer comentarios incómodos. Ya que no querían romper el momento. Se prepararon todos para salir a cenar, Zeynep le había avisado a Khaled que lo esperaban en el restaurante favorito de sus padres, así que acepto verlos allá.

Emir se acercó a Kala para ayudarla a subir a la camioneta, de inmediato Zeynep se sentó junto a ella.

—Debería ir yo al lado de Kala.—le decía Emir

—No, mejor siéntate al lado de tu padrino ustedes tienen que conversar.—respondió Zeynep, Emir no tuvo opción

—Tranquilo hijo prometo no darte un sermón durante el camino. Cambiaste radicalmente, ¿qué sucede?.—preguntó Javier

—En la mañana que la vi se veía linda, pero con ese peinado y esa ropa. Es totalmente diferente, se ve realmente distinta. Espero que no cambie en su manera de ser.—respondió Emir

—Lo dudo, ella se ve mayor a su edad, eso quiere decir que ha sufrido demasiado en su entorno. Tu madre empatiza con ella, y conozco a Mahtob. Ella sabe cuando las personas no valen el esfuerzo, al parecer ella le agrada, mírala bien, Kala está feliz de estar aquí. Además he notado que evita mirarte, eso se debe a que siente culpa. Deberías de hablar con ella, si no serán esposos, pueden ser buenos amigos.—le aconsejaba Javier

—Tienes razón padrino, lo intentaré.—respondió Emir

Emir observaba como sonreía Kala con la plática de Zeynep, él se había portado distante con ella. Llegaron a su casa y él solamente se la dejo a su madre como si hubiera sido un objeto que empacó por error, ese pensamiento se volvía aún peor para el, pero tal vez así la hizo sentir por eso ella sentía culpa

Al llegar al restaurante ya estaba ahí esperándolos Khaled, ayudó a bajar a su madre y a Zeynep. Cuando descendió Kala él se quedó sorprendido.

—Kala pero te ves, grandiosa.—expresó Khaled

—Shukran.—respondió Kala, eran demasiados halagos de hombres, sobre todo para ella que no estaba acostumbrada

Emir lanzó una mirada intimidante a Khaled, el no quería problemas así que fue a saludar a Javier. Emir pensaba entrar con Kala al restaurante pero Zeynep se le adelantó tomándola del brazo

Durante la cena Mahtob y Zeynep le explicaban sobre la comida italiana a Kala, cada nuevo sabor que experimentaba era una cosa maravillosa, a su vez era como ver una niña feliz

—Supuse que como estás alejada de nuestras costumbres, comías de todo.—le decía Kala

—No, yo jamás como cerdo. Aunque estoy alejada, es una costumbre y conozco el significado. Los únicos que comen cerdo es mi esposo y mi hijo Khaled.—respondió Mahtob

—Vamos no nos juzgues cariño, el tocino es delicioso, ¿verdad Khaled?.—preguntó Pedro

—Si, y mucho.—respondió Khaled, era la primera vez en mucho tiempo que Mahtob veía a su pequeño hijo conviviendo en familia, sin mostrar esa apatía que lo caracterizaba

—Además del cerdo, nosotros no comemos conejo. Espero que nada de lo que probé hoy, haya sido con conejo.—decía Kala

—El primer platillo que probaste sin duda era conejo.—expresó Khaled, ella hizo una cara de terror al escucharlo—Estoy bromeando Kala.—dijo Khaled mientras reía

Kala se rio, y la mayoría de los presentes excepto Emir. No sabía que intensiones tenía Khaled, él jamás había tratado a alguien con tanta hospitalidad, o porque sentía tanta confianza con ella

—Emir estás muy serio, ¿pasa algo?.—preguntó Pedro

—No, tuve un día difícil en el hospital, además hablé hoy con Elisabetta. Se puso muy mal y no tengo idea si nuestra amistad se terminó.—respondió Emir en italiano

—No debería terminarse, porque estás siendo honesto con ella. Pero si gustas puedo invitarla a la casa y que tengamos una plática.—sugería Mahtob

—No es necesario, bien es hora del postre.—dijo Emir y les sonrió

Kala observó a Emir y no entendía porque hablaba en su idioma natal, tal vez era algo importante y confidencial. Al darse cuenta que ella lo observaba, él le hizo una mueca, asegurándole que todo estaba bien. Inmediatamente ella bajó la mirada

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