Clarissa Davenport es una chica amable, inteligente y trabajadora, pero poco sabe ella que su vida está a punto de volcarse por completo, gracias a su padre.
Heitor Mancini, un empresario multimillonario, está a punto de enfrentar su mayor desafío y haría lo que fuera para no perder la empresa.
¿Qué será lo que el destino tiene preparado para estos dos?
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Capítulo 15
España, Cataluña
...Clarissa Davenport ...
Se acerca mi boda, diría que falta tan solo 1 día, aunque no sea una boda de verdad, aún tendría el peso de llevar el apellido Mancini conmigo. Héctor llega esta noche, ahora mismo estoy aquí arreglándome para volver al trabajo. Termino de ponerme el uniforme, recojo mi cabello, cojo mi bolso y salgo de la habitación, empiezo a bajar las escaleras. En cuanto estoy a punto de pisar el último escalón, Héctor aparece frente a mí, mirándome de arriba abajo.
...Héctor• ¿A dónde piensa ir, señorita?...
...Clarissa• A trabajar....
...Héctor• No irá....
...Clarissa• En realidad, Héctor, sí iré, y deprisa, que tengo que pasarme...
...Héctor• No irá, Clarissa, y no me moveré de aquí....
...Clarissa• Escucha, no sé qué bicho te ha picado en tu viaje, pero yo sí iré, y no porque esté escrito en ese maldito contrato voy a cumplirlo. Me gusta mi independencia, y mi dinero, así que quítate de en medio....
...Héctor• Clarissa, no me hagas perder la poca paciencia que me queda contigo, por favor....
Lo empujo y salgo corriendo, escapando de la casa. Cuando estoy a punto de cruzar la puerta, el guardia de seguridad me bloquea el paso.
...Guardia• Lo siento, señorita, pero son órdenes...
...Clarissa• Estupendo, ahora el bonito me va a tener en arresto domiciliario, ¿habéis cambiado de sitio con un gemelo malvado, Héctor?...
Él está en la puerta con los brazos cruzados y el rostro serio.
...Héctor• No, Clarissa, no he cambiado de sitio, simplemente no quiero que trabajes....
...Clarissa• ¿Qué te ha pasado en esa maldita excursión?...
...Héctor• Nada que sea de tu incumbencia, mi amor....
...Clarissa• Mira, Héctor, si no me dejas salir, puede que a partir de mañana sea tu esposa, pero la tregua para intentar ser amigos se va al garete, puedes estar seguro...
...Héctor• Por mí, perfecto, no la dejen pasar....
Camino hacia él llena de odio, cuando me acerco, sus ojos, que antes del viaje brillaban, ahora estaban sombríos. Me sitúo frente a él, nuestra respiración se vuelve irregular.
...Clarissa• No quieres que trabaje, de acuerdo, pero a partir de hoy me pagarás un sueldo. Trabajaré dentro de tu casa, como cualquier otra empleada....
...Héctor• No necesitas eso, Clarissa....
...Clarissa• O me dejas salir por esa puerta, o me pagas mi sueldo y los dos tendremos muchos problemas...
...Héctor• Esto va a ser divertido, de acuerdo, te pagaré tu sueldo, haz lo que quieras...
...Clarissa• ¡TE ODIO, HÉCTOR!...
Celeste aparece corriendo, con la mano en el pecho, y nos mira a los dos.
...Celeste• ¿Qué está pasando aquí?...
...Clarissa• Pregúntale al idiota al que llamas hermano....
...Celeste• Clarissa....
...Clarissa• Clarissa nada, pregúntale a él y aprovecha para preguntarle qué ha pasado en ese maldito viaje....
...Celeste• ¿Héctor?...
...Héctor• Simplemente no va a salir de aquí, y punto final, y no ha pasado nada....
...Clarissa• Celeste, prepárame algo para poder trabajar en esta casa, por favor, porque ahora mi nuevo jefe va a pagarme el sueldo....
...Celeste• ¿Cómo dices, Clarissa?...
...Héctor• Hazlo, Celeste...
Se va furioso, Celeste me mira y me susurra que todo irá bien, que no sabe qué ha pasado realmente en Brasil, que su hermano no es así. Héctor ha vuelto totalmente diferente, ya no es el mismo y tengo miedo de lo que está por venir. Puede que sea solo el cansancio, pero no justifica semejante tontería. Ella me lleva a la cocina y me dice que ayude por allí, y claro que lo hago, todos se extrañaron al verme ayudar. Al anochecer, todos se reunieron en la mesa, y yo no hice ningún esfuerzo por ir allí, cené en la cocina. Cuando termino de fregar los platos, los guardo y, cuando estoy a punto de salir de la cocina, choco con una pared de músculo. Al levantar la vista, allí está él, mirándome fijamente. Mi respiración falla en ese instante……
