40 And 20

Luisana llego frente a la tienda de vestidos de novia, suspiro pesadamente.

Soñó tantas veces entrar a ese lugar, cumplidos los 20 años era su mayor sueño, que su amado padre la entregara en el altar, no tenía una relación aun, pero pretendientes no le faltaban.

Saco de su mente los recuerdos tristes, es el día de mi amiga y cuñada.

Se miró en el espejo de su polvo compacto y aún se notaba un poco el moretón, retoco su maquillaje y salió con su mejor sonrisa.

Cuatro guardaespaldas con ella ingresaron y cuatro más se quedaron montando guardia en la entrada.

Otros dos cuidaban a Camila desde las sombras sin ser notados, pues esta no quería seguridad y Miguel no quería una pelea, pero tampoco la dejaría sin protección.

Camila se sorprendió y alegro muchísimo cuando la vio entrar.

Tanto que corrió a abrazarla.

Lu amiga viniste grito emocionadq hasta las lágrimas, ese día se había sentido tan sola y poco valorada, pero ahora miraba a su cuñada apoyándola aun en su incomodidad.

A lo que hemos venido niñas les dijo Diana la madre de Camila.

La vendedora le hizo varias preguntas y comenzó con la búsqueda del vestido.

Mientras ellas miraban, escogiendo también.

Diana quería uno princesa, pero Camila no se veía en uno y tampoco quería algo tan pesado maltratando su vientre y a su bebe.

Definitivamente, princesa no dijo seria.

Luisana escogió un corte sirena, pero era muy sexi, no dijo Diana muy revelador.

A la final Camila escogió un vestido línea A finamente bordado y de mangas globo que le dan un toque de elegancia y tendencia para este año! Escote profundo con pedrería y efecto de mangas caídas, la espalda tiene botones y un corset interno que dará soporte y figura hermosa, sin llegar a maltratar su vientre.

Tan pronto se lo puso, supo que era el indicado, Luisana y Diana lloraron cuando la vieron confirmando así su elección.

El precio del vestido superaba los 25.000 $ y la vendedora estaba feliz con la comisión que tendría.

Salieron fueron a la mansión Salvatore, las horas habían corrido y ni lo notaron, pero ya estaba oscuro.

Diana fue llevada por el chofer de Camila a su hogar y ellas a casa con el otro chofer.

Al llegar se prepararon para cenar.

Miguel le pidió disculpas a Camila con una rosa, contrario a Luisana esta las amaba.

La dejo en agua en su mesa de noche.

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Paul y Fernando terminaron sudorosos su entrenamiento, tomaron una ducha y fueron a cenar con sus compañeros.

Fernando como todo playboy no perdió oportunidad para llevar una hermosa pelirroja a su habitación.

Una rubia coqueta se le insinuó a Paul, pero este ni la miro, de su mente no salían aquellos suaves labios y ojos ámbar de la damisela en apuros como la llamo.

Se fue a descansar, no sin antes recomendarle a su amigo no trasnocharse pues competía temprano.

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Mansión Salvatore.

Otra cena de familia donde Luisana nuevamente veía con un dejo de envidia el amor que su hermano y Camila se tenía ella deseaba lo más rrecónditode su corazón experimentar tal sentimiento.

Recordó los fuertes brazos y lo cálido que se sentía estar en el pecho de su salvador, el delicioso aroma maderado de su perfumen y el azul de sus ojos, suspiro y toco su labio deseando fueran sus dedos quienes lo hicieran.

Hey Lu Camila movió una mano frente a ella.

Si dijo saliendo de su añoranza.

Que tanto piensas llevo rato preguntándote le dijo divertida.

Hummm en nada dijo presurosa, que me decías.

Que debería acompañarme mañana, dijo antes de llevarse un trozo de carne a la boca.

No lo sé aún se nota el golpe en mi rostro respondió con dudas.

hermanita debes distraerte, no todo en la vida es trabajo y ese golpe con un poco de maquillaje se cubre.

Andale Lu con ojos de borrego, Miguel mañana no puede ir conmigo y me aburro mucho sola; los otros empresarios interesados no dejan de hostigarme con comentario desagradable creen que por ser mujer soy menos.

vamos demuéstrales que las mujeres somos mejores, sin ofender querido miró a Miguel con ternera.

No me ofendes mi reina eso lo tengo más que claro dijo riendo, y ellas también rieron.

Volviendo a la seriedad Luciana preguntó Cuántos atletas han firmado con nosotros.

Hasta el momento 7 atletas, dos chicos mexicanos ambos estudian administración, una chica brasileña estudiante de derecho internacional, un joven venezolano estudiante de contaduría publica y tres jóvenes colombianos, dos hombres y una chica, la chica enfermera ya recibida, estudiante de diseño gráfico, un chico estudiante de arquitectura y el otro termino su segundo año de medicina.

Este es el mejor en su clase y trabaja como auxiliar médico en un ambulatorio rural, según sus compañeros es muy apreciado por todos y lo tildan de prodigio, dijo entusiasmada.

Veo que ha causado una gran impresión en ti dijo Miguel celoso.

Normal y ninguno causa mayor impresión que tu mi vida, es solo que estoy feliz, ese chico es la manzana de la discordia y acepto estar con nosotros respondió menos efusiva, notaba la incomodidad de Miguel.

Si supieras lo de la zorra que te comía en la foto y como la mande a volar no estarías tan celoso dijo por lo bajo, pero ambos escucharon.

A ver cuéntanos como estuvo eso preguntaron curiosos.

Les contó y ambos hermanos no paraban de reírse.

Los seis primeros podemos ubicarlos en la empresa ofreciéndole un empleo a medio tiempo para sus gastos, dijo Luisana.

El estudiante de arquitectura puede ayudar a supervisar las nuevas construcciones y reformas que se estan realizando.

los estudiantes de administración y contaduría podrían ser asistentes en la parte contable de la empresa así tomarían más experiencia y la de diseño pues sobra donde ubicarla, pero un médico, eso sí será complicado.

Es lo que he estado pensando, pero él es el más interesado en aceptar la beca respondio Camila.

bien lo resolveremos dijo Luisana complavida del excelente trabajo de su cunada.

Hey moviendo las manos en señal de existencia. Mi mejor amigo es dueño de una clínica, haces señas con las manos llamando la atención.

Oh! hermano lo olvidamos completamente, se disculpo Luisana.

hablaré con Nicolás y le buscaremos algo, pero basta de hablar de trabajo sentencio.

Terminamos la cena platicando de nuestro día y una vez más confirmo lo aburrida y monótona que es mi vida.