Melissa quien vive una vida difícil desde pequeña, a los 16 años comete un terrible error, y tiene que enfrentarse a grandes desafíos, obligada en cierta forma por su madre a casarse tan joven con un hombre al que no ama, un embarazo que lo cambia todo y luego la desdicha de perder la custodia de su hijo, en medio de tanto dolor encuentra el apoyo y consuelo que necesita en un hombre maravilloso.
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Una declaración que lo cambió todo
Inelda quien estaba escuchando todo estaba muy contenta, fue a casa y le comento a Michael que Melissa se había interesado por un muchacho, a él le sorprendió esta noticia, ya que ella no mostraba interés todavía en ningún chico, Inelda siguió con su comentario y le dijo que el muchacho la invitó a salir y que ella iba a ir con ellos pues no podía dejar sola a su hija con un extraño.
Y así fue al llegar la hora acordada Vicente llegó por Melissa, pero se sorprendió al ver que Inelda también salió y subió al carro, para sorpresa de todos se sentó en el asiento del copiloto, a Melissa no le quedo más que sentarse en el asiento de atrás, fueron a una pequeña cafetería de la ciudad, fue un paseo un poco incómodo para Vicente quién no podía expresar abiertamente sus sentimientos a Melissa porque su mamá estaba ahí, ya en la cafetería todos pidieron unas ricas empanadas con el famoso y muy delicioso chocolate de la abuela (este es un chocolate en barra que se prepara con leche, se mece con una cuchara de palo hasta que se espesa), los tres bebieron y comieron su empanadita de carne hasta quedar satisfechos, una vez que todos terminaron Inelda pidió permiso para ir al baño, fue ese momento que Vicente aprovecho para platicar libremente con Melissa, la tomo de las manos y le dijo:
- Mel, me gustas mucho, te he visto muchas veces en el taller desde lejos, estaba esperando una oportunidad para poder hablar contigo, hasta que por fin aquel día me decidí a entrar y poder verte de cerca, me dio mucho gusto cuando tú me llamaste al celular, aunque se solo para preguntar la talla de mi suéter, es por eso que quería preguntarte si quieres ser mi novia?
- Mmm… Vicente me halagan mucho tus palabras, te pido que seamos amigos antes, para poder conocernos más y con el tiempo veremos que sucede.
Inelda estaba escuchando todo desde un rincón de la cafetería, y antes de que Melissa terminará de contestar interrumpió diciendo:
- Muchachos veo que se están entendiendo muy bien, eso me gusta mucho Vicente eres un chico muy inteligente al darte cuenta de las cualidades de mi hermosa hija, estoy segura de que ella aceptará tu propuesta, pues también me ha platicado que le gustas mucho, y aunque no te conoce mucho sabe que no hay mejor partido para ella que tú.
Melissa se puso pálida pues sabía que su madre había escuchado todo y de como ella lo había rechazado de una manera muy educada, sabía que si no se retractaba iba a tener problemas en casa.
- Vicente perdóname por lo que te dije hace un momento es que me tomaste por sorpresa, pero tomando en cuenta las palabras de mi madre me di cuenta que eres un chico muy especial y de que voy a darme y a darte la oportunidad de ser novios y ahí mismo podemos irnos conociendo, entonces Vicente acepto ser tu novia.
Vicente se puso muy feliz, no podía creer que al fin si acepto ser su novia, no se dio cuenta de la presión que Inelda había ejercido sobre su hija, pronto tuvieron que irse a casa pues Melissa tenía clases más tarde y debía preparar sus cuadernos y todo lo que necesitaba, Vicente las llevo a casa, pero Inelda se despidió y entro primero para darles un poco de espacio a los novios, pues ya había cumplido con su misión.
Mellisa estaba un poco nerviosa, pues nunca antes había tenido un novio y era entendible, puesto que solo tenía 16 años, Vicente tomo el primer paso y besó a Melissa, para ella la sensación fue un poco desagradable pues no conocía a aquel muchacho y menos sentía atracción por él, solo cedió a ser su novia por temor a las represalias de su madre, se despidieron y quedaron en verse otro día, pues Melissa le dijo que estaría ocupada con los estudios, con el cuidado de su sobrinita y ayudando en el taller a su cuñada.
Al entrar la casa Melissa entro a su habitación y se puso a llorar, pues siempre soñó que su primer beso sería mágico y esta ocasión fue algo que le causaba asco, pensó y penó pues no tenia otra opción que acostumbrarse a esta nueva eta iopa de su vida, tal y como se había acostumbrado desde que su abuelita no estaba, pensaba en que si su abuelita estuviese viva la protegería como cuando era pequeña, recordaba la vez en que su madre la quería pegar y su abuelita salió con un palo de escoba y le dijo que si le toca un pelo se las verá con ella, Melissa reía al recordar esa escena que en ese tiempo le dio mucho miedo, pero que ahora le causaba gracia.
Mientras tanto Inelda conversaba con Michael, le comentaba todo lo que había pasado en la cafetería, pero claro desde su punto de vista, le decía que Vicente estaba muy interesado en su hija, y que Melissa no le era indiferente, que apenas le pidieron que fueras novios, ella había aceptado muy contenta y que a Inelda no le había quedado de otra que aceptar el noviazgo, Michael no estaba muy de acuerdo porque consideraba que su pequeña hija todavía estaba muy chica para tener novio, pero Inelda sabía como manejar la situación y convencerlo.
