Desde antes de nacer mi cruel destino estaba escrito, soy Lucía Rivas única hija de María de Rivas, desde que mi mamá supo que vendría al mundo me odio, yo le recordaba su tragedia, yo era el fruto de una violación, debido a eso mi vida siempre ha sido un infierno, pero algún día vengare todo mi sufrimiento y ni siquiera mi madre se salvará del infierno que desatare en la tierra...
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Capitulo XIII Nadie puede ver lo que es mío
La familia Ferrer había visto la rueda de prensa, estaban furiosos por la aparición de esa mal agradecida de Lucia, Adele estaba con sus padres viendo la televisión, está apretó fuertemente los puños, estaba molesta, ella había dejado a Mauricio por irse con Alejandro García, solo que este no era lo que ella pensaba. Adele se casó con Alejandro y al poco tiempo este hombre había mostrado su verdadero rostro, empezó a golpearla, a engañarla con otras mujeres, después de dos años Adele regreso a casa se sus papás, con la reputación por el suelo y no siendo más que una mujer despreciada por su marido.
Cuando ella vio a Mauricio siendo tan cariñoso con esa poca cosa de su hermana los celos la invadieron y pensó reaparecer en la vida de él, ella estaba segura de que Mauricio no la había olvidado y que si ella se lo proponía podía reconquistar su corazón, por otro lado, Ignacio quedó impresionado con la hermosura de su hijastra, a él siempre le había gustado la niña y ahora que estaba hecha una mujer le encantaba.
En la mansión Lombardi Carolina estaba molesta, ya que las declaraciones de Mauricio no se las esperaba, su hijo estaba interesado en esa mujer, Carolina sentía que a Lucia le faltaba mucho para estar a la altura de Mauricio y no era digna de estar a su lado, lo único bueno de esa relación era su nieto Diego, ese pequeño se había ganado el corazón de Carolina.
Laureano por su parte estaba haciendo hasta lo imposible para que Lucia y Mauricio se unieran, no quería forzarlos, pero si ellos no cedían le tocaría obligarlos a casarse, Laureano se caracterizaba por obtener lo que deseaba a cualquier precio y ahora estaba empeñado en que los muchachos estuvieran juntos.
Entre tanto Lucia y Mauricio se encontraban trabajando en un nuevo proyecto y les tocaba pasar más tiempo juntos.
— Necesitamos, los nuevos diseños para ayer si es posible. — Dijo Mauricio en la reunión de diseñadores.
— Estamos trabajando a todo lo que damos.— Contesto Lucia.
— Pues no lo parece, necesito resultados y estos diseños no son lo suficientemente llamativos ni elegantes, estoy seguro de que serán un fracaso total. — Grito Mauricio.
— Muchachos por favor salgan. Pidió, Lucia a su equipo de trabajo.
Los presentes se retiraron dejando solos a Lucia y a Mauricio, ella lo miraba con desaprobación y este se mantuvo serio y molesto.
— ¿A ver qué te pasa? No puedes tratar a los empleados como si fueran máquinas, tú sabes bien que estamos retrasados, porque no había nadie que manejara la empresa en lo que Laureano estuvo enfermo, ahora no puedes exigir algo de la noche a la mañana. — Explico Lucia.
Ellos sabían bien que está colección hay que presentarla a final de mes y no tenemos nada para empezar a trabajar, en que momento haremos el lanzamiento. Contesto Mauricio frustrado.
— He visto los errores en esta colección, estoy segura de que los puedo mejorar, dame está noche y mañana temprano te los presento. — Dijo Lucia mirando a Mauricio.
— No trabajarás toda la noche, nuestro hijo te necesita, además tú no tienes que corregir los errores de los demás. — Explico, Mauricio más calmado.
— Trabajaré desde casa, ahí tengo lo necesario, solo danos una oportunidad. — Pidió, la chica.
— Está bien, intenta corregir estos bocetos, ahora vámonos ya es tarde y necesitas descansar. — Dijo Mauricio ayudando a Lucia a recoger todo.
Lucia le pidió disculpas a los muchachos y les dijo que ella solucionaría este problema, que se fueran tranquilos y que mañana llegarán temprano, los empleados se retiraron de la empresa, afuera llovía a cántaros y Lucia no había podido localizar un taxi, Mauricio la vio aún en su oficina y se acercó a ella.
— ¿Aún aquí? No te dije que te fueras a descansar. — Regaño Mauricio.
— No encuentro taxi, por eso no me he ido. —Aclaro, a la chica.
— Vamos te llevo, mañana buscaremos un auto para ti, aunque para mí es un placer llevarte a donde quieras. — Mauricio estaba coqueteando con ella.
— Muchas gracias señor Lombardi!, pero yo misma puedo comprar mi auto. — Dijo Lucia despreocupada.
Llegaron al estacionamiento y Mauricio abrió la puerta para Lucia, una vez dentro Mauricio puso en marcha el motor, la lluvia era recia y algunas calles estaban inundadas, cuando llegaron al apartamento Mauricio le pidió a Lucia dejarlo pasar para ver a su hijo, ella aceptó y los dos entraron al edificio, como el estacionamiento estaba alejado del edificio los dos se mojaron al bajar del auto, la camisa de Lucia se pegaba a su pecho, revelando su belleza, Mauricio estaba hipnotizado y cuando vio que venía un grupo de hombres le puso su chaqueta a Lucia cubriendo su belleza, él no quería que nadie más la viera así. Una vez solos en el ascensor Mauricio no aguanto y la besó apasionadamente.
— Ten cuidado con esa ropa, no me gustaría que otros vieran lo que es mío. —Dijo Mauricio mirando hacia abajo.
Lucia miró en su dirección y se dio cuenta de lo que esté veía, cubrió su pecho con el saco de Mauricio y sus mejillas se sonrojaron, las palabras "nadie puede ver lo que es mío" resonaba en la mente de la mujer, que quiso decir Mauricio con eso? No le dio más importancia, llegaron al piso del apartamento de Lucia y entraron al mismo, Diego estaba pendiente a la puerta, pues esperaba con ansias a su mamá, pero se llevó una gran sorpresa cuando vio entrar a sus dos padres.
— Mamá!, papá!;llegaron juntos. — Dijo Diego corriendo hasta ellos.
— Así es amor, ahora me voy a cambiar estoy toda empapada. — Dijo dándole un beso a su hijo.
Cuando iba caminando a su habitación recordó que Mauricio también estaba todo mojado por la lluvia, entonces le ofreció una de sus anchas camisas de dormir, mientras se secaba su camisa, a Mauricio no le quedó de otra que aceptar, así que la siguió a su habitación.
— Mira aquí están esas camisas, son bastante anchas pienso que si te quedaran. — Dijo Lucia abriendo algunas gavetas de su clóset.
— Y si mejor trabajamos aquí en tu habitación y me quedo sin camisa. — Dijo Mauricio desbotonando su camisa.
— Eres muy gracioso, deja de jugar y cámbiate, tengo mucho trabajo por hacer.
Lucia entro al baño y dejó a Mauricio cambiarse en la habitación, ella sentía que su corazón se quería salir del pecho, pero no podía caer tan rápido en las redes de Mauricio, ella estaba segura que volvería a estar con él, pero tenía que dejarlo sufrir un tiempo más.
ahora sale como una loca sola
no me gusta cuando se van haci sin averiguar nada