DEJARTE FUE MI ERROR

La relación de Richard y Julia cada día se iba deteriorando más, ya vivían en una constante discusión y reclamos. Él prácticamente ya no quería regresar a lo que sarcásticamente llamaba “el rin de boxeo” de solo imaginarse ver la actitud rumbosa de Julia lo irritaba.

La noche que decidió dejar todo atrás, llegó a casa, y ya julia se estaba alistando para irse de fiesta, lo que inmediatamente aumentó la decepción de Richard. Para él, ella ya no tenía remedio…

. - ¿Qué dices toro, te animas a distraerte esta noche para que cambies ese estado de amargura que tienes? – Le soltó ella al mirarlo a través del espejo cruzar la puerta de la habitación.

. – ¡Que cínica eres Julia! ¿Acaso no te das cuenta que la vida se te esta pasando sin hacer nada productivo con ella?

. – ¿Nada productivo? ¿Lo dices porque no he dañado mi cuerpo para darte el bendito hijo que tanto quieres? – Bufó con una actitud de fastidió que lo ofendía - Por favor Richard, la vida es una sola y hay que disfrutarla ¿Lo has escuchado? ¡Ya deja

la amargura por Dios!

. – Así es Julia, la vida es una sola, y efímera, cada día que se va no se recupera, aunque puedas disfrutarla, tampoco vale desperdiciarla…

. – Ay no cariño de verdad que a veces tu filosofía de la vida me deprime…

. – Lo irónico es que me conoces así desde siempre… - él se sentó en la cama y la miró a través del espejo donde ella seguía sentada arreglándose – Julia, tú y yo estamos caminando en direcciones opuestas y no quiero continuar así…

. – Ya te lo dije toro, un año más y te doy todos los hijos que quieras…

El desinterés que ella le ponía a sus palabras lo lastimaban, además por lo falsas que sonaban, ya eran 4 años con la misma historia…

. – Que eso no te preocupe más… – Le dijo sosteniéndole la mirada - Ahora lo único que quiero de ti es el divorcio…

Ella se levantó de un salto, y él sabía que esta decisión ahora sería su mayor preocupación…

. - ¿Qué? – preguntó asustada - Richard tampoco es para tanto…

. – Claro que lo es, tu me engañaste, te aprovechaste de mis ilusiones prometiéndome algo que jamás tuviste intensión de cumplir – Su mirada y voz eran firme - Lo único que querías al volver, era mi estatus para sentirte codiciada… ¡Y yo fui un tonto al creerte y aceptarte nuevamente en mi vida!

Pensar que dejé atrás a una chiquilla que a pesar de su corta edad estaba más clara de la vida que tu… Richard al recordar a Miranda sintió que sus ojos picaban.

. – No, claro que no Richard – Ella se acercó con la cara de drama que siempre hacía, pero esta vez él no se dejó conmover y la miró con total indiferencia - Es cierto que me gustan las atenciones, pero no fue por eso que volví a ti…

. - ¿A no?  ¿y por qué volviste realmente? – Le espetó él, quería saber la verdadera razón de su regreso.

. – Bueno, yo me sentía fracasada, es cierto, ya ninguna agencia me quería contratar… – Ella bajó la vista - Y al casarme contigo pensé que las puertas se me iban a abrir nuevamente, y tuve miedo de que si quedaba embarazada mi cuerpo se iba a ver afectado y entonces menos me tomarían en cuenta…

Julia no quería aceptar que ya su tiempo como modelo había pasado, que una nueva generación era en esta época dueña de las pasarelas…

. – Eso es algo normal en tu medio Julia, además ya habías hecho mucho, tuviste éxito y fama, simplemente debías quedarte con eso…

Era cierto, ya ella tenía 38 años, y había salido por la puerta grande, ¿Por qué el

capricho de no aceptar su realidad y en el proceso arrastrar con él…?

. – Fuiste egoísta Julia y yo me empeñé en creer en ti, colocando a juro piezas donde no correspondían…

Ciertamente, la vida es como un rompecabezas, cada pieza tiene una razón, un lugar, un por qué. No debemos insistir en colocar piezas donde no caben…

. – Nunca fuiste tu… - Ella nunca fue la pieza que le faltaba a su vida. Él se levantó y se dirigió a la puerta – Espero que al menos seas honesta en permitir que esto culminé sin drama.

Así fue como terminó su matrimonio, aunque Julia quiso argumentar nuevas excusas y solicitar una reconciliación, desistió al ver la firmeza y decisión en la cara de Richard. Y terminaron divorciándose en buenos términos, por supuesto que ella reclamo su parte, que incluía discreción ante los medios.

Richard en busca de calmar su incertidumbre y cambiar de aires, viajó a casa de sus padres… Consiguiendo allí el apoyo de todos.

. – No estes enojado hijo, no te castigues así – Lo abrazaba su padre cuando Richard les contó lo que había pasado y lo fracasado que se sentía - Tú sabes que la vida es una melodía que cada quien interpreta a su manera…

. – Sé que siempre creíste que estaban en la misma sintonía hijo, pero ella simplemente no andaba a tu ritmo… - Ahora era su mamá quien lo abrazaba – ¡No sé por qué demoraste tanto!

. – No lo sé mamá, tal vez miedo, incertidumbre, quise convencerme que antes no me equivoqué… pero si lo hice, dejé un puro, noble e inocente amor por una fantasía de juventud que me empeñé en continuar… – Richard sollozaba mientras hablaba - Creí que ella era muy joven y tuve miedo de que me pasara lo mismo que con Julia, porque ella tenía grandes sueños, metas que eran a largo plazo… y siempre decía que las iba a lograr, yo no creía ser capaz de esperar que ella lo hiciera, creía que no iba a tener tiempo… - Negaba con la cabeza - Le temía al tiempo, pero hoy me doy cuenta que ella era totalmente diferente a Julia, sí amaba su profesión, es médico – Les dijo sonriendo y a la vez nostálgico – Sin embargo, era capaz de manejar eso, la cafetería, y nuestra relación, trabajaba como una burrita y siempre llegaba a casa con una sonrisa, preocupada por preparar una rica cena para que evitáramos comer en la calle, por no dejarme solo tanto tiempo… se preocupaba hasta por dejarme lista la ropa para el día siguiente, puedes creerlo mamá – Richard miró a su madre con mucho dolor en su corazón y ella asintió – Hacíamos un buen equipo y no la valoré…

 . - ¿Quién es ella hijo? – Todos estaban atento a la respuesta de Richard - ¿Por qué nunca supimos de ella?

. – Miranda, ella se llama Miranda Ross, ella era una chiquilla directa y correcta que vivió conmigo un año y no supieron de ella porque como dije, no la valoré y fui un egoísta con ella… ¡ahora pienso que tal vez no la merecía!

. - ¿Por qué no la buscas hermano? – le preguntó su hermana secando sus lágrimas, todos estaban muy conmovidos por la historia y el dolor de Richard.

. - ¿Qué le voy a decir? Cuando la abandoné en ese apartamento, donde me pidió llorando que no la dejara sola, que ella me amaba… - Richard tapó su boca para acallar sus sollozos – No miré atrás… me fui y la abandoné…

El llanto de Richard era desgarrador…

. – Hermano, ¿Era la chica que fue a la iglesia?

Él limpió sus lágrimas, la nariz y asintió, notando como su mamá y hermana tapaban su boca imaginándose ese escenario del que no supieron hasta ese momento.

. – Si, era ella y fui tan cretino que quise sacarla, la observé… y ella estaba

desgarrada mamá, estaba muy triste mientras yo me sentía en la gloria, ciego,

porque no vi, no vi lo que su dolor significaba… debió sufrir mu…

Richard ya no podía hablar… la imagen de Miranda aquel día regresaron a su mente y así como sus palabras el día que él la dejó en el apartamento a pocas horas para su cumpleaños. También recordó la tarjeta que había encontrado su chaqueta, donde ella lo invitaba a una cena especial en su restaurante favorito…

. – Ya hijo por favor, no te castigues más, si tienes la oportunidad de buscarla y pedirle perdón hazlo, que si ella te amaba sabrá perdonarte…

. - ¿Richard que sientes realmente por esa chica? Porque si la vas a buscar que sea porque estas convencido de lo que sientes… - Le exigió su padre

. – Lo estoy, sé que es tarde para darme cuenta, pero siempre la extrañé, yo la amo, siempre la amé papá…

Richard sintió una sensación de bienestar al decir en voz alta esas palabras que tuvo guardadas tanto tiempo en su corazón…