Dos Nuevos Jefes Para Cass

Cassandra

Liam se levantó, me tomó de la mano y me fue guiando, haciendo que lo siguiera hasta el segundo piso, con Theo viniendo justo detrás.

Fue entonces que llegamos a la puerta del final del pasillo, aquella que me causó mucha curiosidad. Liam la abrió y me jaló hacia dentro, encendiendo la luz.

Yo esperaba cualquier cosa sobre aquel lugar, menos un cuarto lindo, todo rosa, con una cama pequeña, varias muñecas, alfombra rosa, baúl de juguetes. El cuarto era lindo, pero me quedé sin entender ¿qué pasó con la hija de ellos?

Yo aún miraba alrededor procurando entender todo aquello cuando Liam volvió a hablar.

Liam: Maisa vivió por 5 años, 5 años de mucho sufrimiento y mucha lucha.

- Nosotros nos mudamos a esta casa un mes después de que Alice falleció, infelizmente ella no tuvo tiempo de ver nuestro rinconcito listo, pero Maisa, nuestra hija, consiguió estar aquí con nosotros. Aunque tampoco pudo haber aprovechado todo lo que construimos para ellas.

Él comenzó a llorar y Theo, que también lloraba, abrazó al hermano, y no pude contenerme y me junté a aquel abrazo, un abrazo que guardaba un dolor inexplicable, yo podía ver y sentir.

Liam: Yo no escogí seguir la carrera en medicina oncológica pediátrica por nada Cass.

- Fue para impedir que niños como Maisa sufrieran tanto en este mundo.

Theo: Maisa tenía meduloblastoma. Un tumor cerebral muy agresivo.

- Si ella hubiera sido diagnosticada precozmente y tratada de forma adecuada podría haber sobrevivido. Pero aún con los dolores, con todo lo que ella sentía, nosotros la llevábamos al hospital y nada nos era dicho. Nosotros estudiábamos medicina, sabíamos que algo estaba errado, pero no teníamos el conocimiento para diagnosticar a nuestra pequeña. Y aún después del diagnóstico, aún así, fueron tiempos de dolor y desesperación.

Liam: Hay días que son más difíciles, y otros en que conseguimos llevar todo esto bien, o por lo menos fingimos.

- Porque aún después de años aún duele. Es una herida sin cura.

Cass: Yo no sé ni qué decir.

- Es lindo que tú quieras salvar niños para que no pasen por lo mismo que la hija de ustedes pasó, pero aún así, es triste de más saber de todo el dolor que tuvieron que pasar.

Fui hasta Theo e hice una caricia en su rostro, recostando mi rostro próximo al de él y jalando a Liam que hizo lo mismo.

Aún no entendiendo bien lo que estaba haciendo, me sentía bien con ellos, y saber del dolor de ellos me dolió y dolió mucho más de lo que yo esperaba. Y sólo de estar allí sintiendo las respiraciones de ellos sentí mi cuerpo calmarse en medio del dolor en el pecho que sentí oyendo lo que tenían para contarme.

Quedamos de aquella forma por varios minutos, hasta Theo cortar aquel clima de compasión que se había instaurado.

Theo: Vamos a salir de aquí.

- No me siento bien en este cuarto.

Cass: Todo bien, vamos a dormir.

Liam: Duerme conmigo Cass.

Cass: ¿Ah?

Liam: Es sólo dormir, prometo.

Miré para él sin saber qué decir, pero yo veía que él quería apenas un cariño, un afecto en medio de tanto dolor. Me parece que era todo lo que él necesitaba y tal vez yo también necesitara de eso.

Cass: Todo bien.

Vi a Theo quedarse inquieto, pero ya se iba alejando sin decir una sola palabra.

Cass: ¿Tú no vienes con nosotros Theo?

Theo: ¿Ah?

Ambos me miraron sin reacción.

Cass: Ué, es apenas dormir ¿no es? ¿Por qué no podemos dormir los tres?

Liam: Justo.

Asintió satisfecho, y Theo no precisaba decir nada, pues veía la satisfacción estampada en su rostro.

Anduvimos los tres por el pasillo, pero Liam no me dejó ir para mi cuarto, me jaló rumbo a otro cuarto que yo nunca había entrado, a pesar de que no entré en casi ningún lugar de este apartamento.

El cuarto era grande, había una cama King size, una alfombra a los pies de la cama, un closet, baño que así que vi me quedé chocada con el tamaño.

El clima allí era diferente de los otros cómodos de la casa, no sé explicar, era un local acogedor pero con un aire diferente.

Theo fue retirando la colcha y todas las almohadas de la cama para acomodar para nosotros tres. Liam encendió el aire acondicionado en un clima agradable, y cuando me di cuenta estaba yendo a acostarme en medio de la cama con aquellas dos beldades una de cada lado. Yo sólo puedo estar loca.

Liam: ¿Puedo hablar una cosa?

Theo: Allá viene.

Cass: Puedes hablar Liam.

Hablé de forma calma pero curiosa.

Liam: Yo no quiero faltar con el respeto a ti, pero si en algún momento tú sientes algo duro en ti la culpa es tuya y de ese tu pijama indecente.

Abrí los ojos y me quedé roja en la hora.

Cass: Yo... yo...

Theo: Relaja Cass.

Habló dando risa de la situación.

Me acomodé en la cama, acurrucándome en el pecho de Theo, mientras Liam me abrazaba y yo hacía cariño en su mano.

Y allí en aquel clima calmo acabé durmiendo casi que instantáneamente.

Liam

Yo no sé explicar lo que esta chica está haciendo conmigo, pero es insano, ella es linda, tierna, dulce, y comió el pan que el diablo amasó en la mano de la madre y del ex novio.

Ella despierta en mí un instinto de protección, de cuidado. Y quien me conoce sabe, que fuera de los niños que cuido yo no soy bueno con nadie, soy imponente y no mido esfuerzos para llegar a donde yo quiero. Soy totalmente lo opuesto de Theo, que arranca sonrisas por donde pasa, él es simpático, educado, ya yo no hago tanta cuestión de ser bueno como él. Cuando yo precisé nadie jamás me extendió la mano ¿porque ahora yo iría a halagar a alguien?

La única persona que siempre estuvo de mi lado fue mi hermano y a él yo le debo todo, pero fuera de él yo no me importo con nadie más. O por lo menos no me importaba hasta que esta chica cayó de paracaídas en nuestras vidas.

X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X