Mi Venganza

Ya moría de ganas por ver a Katherine y solo había pasado un día desde que la vi, parezco un adolescente esperando ver a su amada, ese día después de salir de la casa hogar la lleve a su casa, realmente era un departamento en una zona muy exclusiva, ya no le quise decir que me invitará a subir, ganas no me faltaban, pero tampoco la quería asustar, baje del auto y le abrí la puerta, al despedirme de ella le di un suave beso en la mejilla, sentí mi corazón a millón como hubiera querido besar eso labios carnosos que me invitaban a tocarlos, tuve que tener mucha fuerza para no robarle ese beso, en la vida había conocido a una mujer tan hermosa y si parece que estoy loco, pero estoy seguro de que Katherine es la única que puede sacar de mi mente y mi corazón a Darla, pues siempre la voy a recordar y me duele que ya no esté, pero no puedo volver el tiempo atrás y ahora solo quiero que esta mujer que tanto llama mi atención me dé una oportunidad.

Llame a Katherine y la invite a cenar el día de mañana para discutir con Dylan los últimos detalles del desfile, al principio no quiso aceptar, pero insistí tanto que a la final aceptó, creo que tiene algún problema con Dylan y me gustaría saber que es.

Al fin llegó el día de la cena, le dije a Katherine que pasaría por ella y está vez aceptó sin ninguna excusa, esto me reafirma que algo pasa con Dylan, la vi salir de su edificio y parecía un ángel, que mujer más hermosa, hoy después de la cena le pediré que me acompañe a salir otro día.

Sebastián: buenas noches, estás increíble casi caigo hacia atrás cuando te vi.

Katherine: buenas noches y deja de exagerar, me veo igual que siempre.

Sebastián: pues déjame decirte que no exagero eres muy hermosa y cualquier hombre se sentiría orgulloso de estar con una mujer como tú a su lado.

Katherine: créeme cuando te digo que eso no es cierto, no soy tan impresionante y por ende nadie quiere estar a mi lado.

No pude soportar escucharla hablar así, entonces hay voy le plantó un beso, lo que me sorprendió fue que me correspondiera y está mujer besa demasiado bien aunque se nota que no tiene experiencia, ese beso me llevo al cielo.

Katherine: perdón, esto no debió pasar.

Sebastián: no te disculpes igual el que te beso fui yo, y que beso me encantó.

Katherine: mejor vámonos se hace tarde.

Estaba tan nerviosa, eso se le veía a simple vista, parecía que tuviera miedo de sentir algo, que le habrá pasado para que reaccione así.

Sebastián: no quiero que te alejes de mí por mi impertinencia, no sé qué me pasó yo no soy de hacer esas cosas.

Katherine: no te preocupes solo tienes que tener claro que yo no estoy preparada para tener una relación con nadie y no quiero que terminemos enemistados por mi culpa.

Sebastián: hagamos un trato, deja que yo decida si vale la pena o no esto que estamos sintiendo y si no resulta igual quiero tenerte como mi amiga.

Katherine: y por qué mejor no seguimos como amigos y no ponemos en riesgo una futura amistad.

Sebastián: yo te propongo mejor que me dejes acercarme a ti y que te enamores de mí.

Katherine: yo nunca amaré a nadie, igual el amor no se hizo para mí.

Sebastián: permíte que yo logré sanar tu corazón y me puedas querer así sea un poquito.

Katherine: no estás acostumbrado a perder verdad? Vamos a hacer algo sigamos conociéndonos y vemos qué pasa solo recuerda que te lo advertí

Sebastián: con eso me basta, ya casi llegamos, y antes de llegar quiero hacer algo.

Me acerqué a ella y le di un beso no podía resistirme a esos labios, solo espero no haber arruinado nada.

Sebastián: tenía que hacerlo, porque quien sabe cuándo pueda besarte de nuevo.

Katherine: eres imposible, mejor estaciona el auto que vamos tarde.

Entramos al restaurante y ya estaba esperándonos Dylan y no estaba solo, había una hermosa mujer a su lado.

Sebastián: buenas noches, disculpa le demora.

Dylan: no te preocupes, espero no te importe y es que invite a una amiga a cenar con nosotros.

Sebastián: no te preocupes después que ella sea discreta no tengo ningún problema.

Dylan: señora De La Garza buenas noches.

Katherine: buenas noches, señor Casanova, señorita un placer conocerla.

Miranda: el placer es todo mío, por favor siéntese.

La cena pasó sin ningún inconveniente, Dylan y esa mujer parecían muy cercanos, este evento despejó cualquier duda que tuviera entre él y Katherine.

Katherine: Sebastián ya terminamos este asunto, tienes algún problema si nos vamos.

Sebastián: por supuesto que no, con gusto me voy contigo. Bueno Dylan nos retiramos tenemos otras cosas que hacer.

Miranda: por favor no se vayan, es fin de semana y podemos irnos de fiesta.

Katherine: lo siento señorita, pero para mí no hay fines de semana, otro día con gusto los acompaño, pero Sebastián si deseas ir con ellos yo puedo pedir un taxi.

Sebastián: no, Katherine yo te llevo a tu apartamento.

Dylan: mirada no insistas aquí la señora tiene una hija y debe ir a cuidarla.

No supe cómo reaccionar, es decir, Katherine tiene una hija, será que también tiene pareja y por eso no puede estar conmigo.

Katherine: así es, tengo una hija que solo me tiene a mí y debo ir a cuidarla.

Sebastián: como dices que solo te tiene a ti y yo que estoy pintando, mejor vámonos y le damos las buenas noches a nuestra pequeña.

Sabía que Dylan estaba tratando de indisponer a Katherine y eso no podía permitirlo, así que por eso dije lo que dije.