NovelToon NovelToon
Matrimonio Imperfecto

Matrimonio Imperfecto

Status: Terminada
Genre:Yaoi / CEO / Matrimonio contratado / Amor tras matrimonio / Completas
Popularitas:280
Nilai: 5
nombre de autor: TRC

Para heredar la millonaria empresa familiar, el implacable y perfeccionista CEO August debe cumplir la última exigencia de su padre: casarse con otro hombre, el hijo del mejor amigo del magnate, sellando una promesa hecha décadas atrás.
El contrato es claro: el matrimonio debe durar exactamente un año. ¿El divorcio? Solo será posible si la otra parte solicita la separación.
Decidido a poner fin a esta “locura” lo antes posible, August está dispuesto a todo para mantener sus emociones bajo control y garantizar el dominio total de la empresa.
Pero su plan comienza a desmoronarse cuando la convivencia forzada con su inesperado esposo empieza a despertar sensaciones que juró no tener…
¿Podrá mantener su corazón cerrado durante todo un año? ¿O terminará prisionero de un sentimiento que nunca planeó experimentar?

NovelToon tiene autorización de TRC para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 6

Gael

Fui a la cocina a buscar un vaso de agua cuando me topé con la escena en la sala de estar, encima del sofá, mi compañero de matrimonio teniendo sexo con otra persona.

Ya esperaba que él inventara alguna mierda para hacerme perder la paciencia, pero no imaginaba que llegaría a ese punto. Pensé en hacer algo para que pararan, pero no pude, solo regresar a mi habitación.

Tendría una conversación muy seria con él sobre esto. La casa es de los dos, él no tiene derecho a traer a ciertas personas con las que tiene sexo aquí sin mi consentimiento. Aquí no se ha convertido en un puto motel. Sentí tanto odio que tardé en dormir.

Cuando amaneció, me levanté muy temprano, con toda mi charla ya planeada. Hice el desayuno y me quedé sentado a la mesa esperando a que August apareciera para desayunar.

Allí estaba él, viniendo totalmente calmado y concentrado como si nada hubiera pasado ayer. Apenas me miró a la cara y mucho menos me saludó.

Tampoco lo hice, pero luego dije lo que estaba atascado en mi garganta.

—Por más que nuestro matrimonio sea solo un contrato, no tienes derecho a traer personas a tener sexo aquí.

Él continuó serio.

—¿Te incomodó? ¿No sería bueno que solicitaras el divorcio ya que no te gusta esto?

—No seas cínico —tomo otro sorbo de café—, sabes muy bien que puedo relatar tu mal comportamiento. Así que es mejor no estar inventando este tipo de maneras para hacerme cambiar de idea.

Por su expresión, parecía intrigado con lo que dije. Tal vez él no esperaba que yo tuviera una carta bajo la manga. Mi padre contó sobre sus motivos en relación con este matrimonio. Así que veremos quién está en la palma de la mano.

—No te atrevas a relatarle sobre esto. Sino...

Lo interrumpí.

—¿Sino qué? En lugar de amenazarme, deberías hacer algo para redimirte.

Su rostro se llenó de odio.

—¿Qué quieres?

—Ahora sí, mejoró. Vamos a salir a cenar esta noche, ¿será que puedes?

Él rodó los ojos.

—¿Y tengo otra opción, carajo? Estate listo a las 7.

August apenas tomó el café y ya regresó a la habitación. No le gustó nada haber sido acorralado. Conociendo su personalidad, esto se convierte en un déjà vu.

Al menos tendré una salida de pareja con él. Nunca imaginé que algún día podría salir luego con August. Espero disfrutar bastante.

Por la tarde, marqué para salir con Adrian hasta un café, pues iba a aclarar algunas cosas. Él me saludó con un beso en la cara derecha, cuando iba al encuentro de mi boca giré el rostro.

—¿Qué pasó? ¿No quieres?

Él parecía bien confundido y preocupado.

—Justamente sobre eso es que vamos a conversar.

Nos sentamos a la mesa e hicimos el pedido del café.

—Puedes hablar Gael, ¿qué está sucediendo?

Respiré hondo antes de hablar.

—Es lo siguiente, tú sabes que tenemos una relación diferente. Solo creo que debemos parar con esto, quiero que seamos solo amigos.

Veo la expresión de él transformarse en decepción.

—¿Fue algo que hice y no te gustó? ¡Puedo cambiar si es el caso!

—No es nada de eso. Siempre has sido bueno en todo, yo solo creo que no dará más resultado continuar así, luego que ya estoy casado, incluso siendo un matrimonio arreglado. Tampoco sería justo con mi compañero.

Adrian no conseguía contener lo mucho que estaba molesto.

—Bueno, ¿y él también hará lo mismo en relación a ti? ¿Ser fiel?

—Puede que no sea, pero mi parte estoy haciendo. Tú me conoces perfectamente.

—Sí, estás en lo cierto, al punto de agradar a los otros más de lo que te agradas a ti mismo.

Eso acabó moviendo una herida mía por ese motivo.

—Me haces daño diciendo eso.

—¡Pero es la verdad Gael! ¿De verdad crees que a él le importa? ¿Acaso ese tipo sin una pizca de sentimiento y totalmente grosero con los otros?

Cierro mis manos apretando firme. Pensé que fuera mejor para tratar de este asunto, pero no fue como imaginé.

—Cállate que no sabes nada por detrás de sus acciones. Terminamos nuestro asunto por aquí. Y no me busques ni llames.

Me levanté de la mesa rápidamente sin mirar a la cara de Adrian. Cuando la rabia y la decepción me subían, era difícil actuar con naturalidad.

—Gael espera, me alteré un poco. Eh escúchame...

Él sujetó mi mano pero la saqué de una vez. Lo miré totalmente serio.

—No sabes nada, gilipollas. Piensa mejor antes de decir las cosas.

Siempre cuando alguien tocaba en mi punto sensible me dejaba bastante aturdido y nervioso. Al menos el encuentro de hoy a la noche no me hizo quedarme tan pensativo sobre eso.

Las horas vuelan, estuve en la mayor indecisión sobre cuál ropa usaría hoy a la noche. Tanto que los estilos eran casi los mismos. Al final acabé cogiendo una combinación de azul con blanco. Me arreglé hasta más de lo esperado.

Quedé listo hasta antes mismo del horario. Por más que August no estuviera animado con eso, yo lo estaba. Quiero exhibir mi marido a todos los que nos vean. Muchas personas lo conocen por ser extremadamente rico y CEO bien arrogante.

Cuando terminé de cerrar la puerta, seguí hasta donde August estaba, apoyado en el coche a mi espera. El traje que usaba daba un realce y tanto a su belleza.

—¿Vamos o vas a quedarte mirándome?

Acabé saliendo del trance con sus palabras.

—Vamos.

Cuando di una sonrisa él rodó los ojos. Yo sabía que reaccionaría así, pero no me importaba. Al momento que descendemos en frente del restaurante nocturno lleno, hago un carraspeo de garganta para llamar la atención de August.

—¿Qué pasó?

Extendí el brazo.

—Como casados, deberíamos entrar de brazos dados ¿no? ¿O prefieres que sea de manos?

—No juegues conmigo justo ahora Gael. ¿Tienes noción de la cantidad de gente que está allá dentro?

Ruedo los ojos.

—¿Y qué? Ellos no tienen nada que ver con nuestra relación. Si no haces lo que estoy diciendo, iré a comunicar a mi padre que estás siendo un pésimo marido.

No tuvo para donde correr. Incluso con odio pasó el brazo alrededor del mío y entramos. Percibí la mirada de sorpresa en las personas, algunas comenzaron a sacar fotos como si fuera celebridad.

El matrimonio entre homosexuales pasó a ser común, incluso teniendo muchos prejuiciosos aún. Nos sentamos a una mesa que él había reservado con antelación.

—¿Estás viendo? No moriste solo por entrar conmigo.

Digo para August que analizaba el menú. En seguida me miró por encima del papel de capa dura en manos.

—¿En serio? Pues yo estoy muerto por dentro.

—¿Por qué me odias tanto August? ¿No podemos ni ser amigos?

Él fija la mirada en mí.

—Por el simple hecho de que no soporto tu presencia de homosexual.

—Prejuicioso de mierda.

August dirigió más aún la atención en mí.

—¿Cómo me llamaste? ¿Tienes noción de con quién estás hablando?

—¿No es obvio? Mi marido, es normal actuar con informalidad.

Él acabó flipando y faltó rasgar el menú de tanto odio. Pasamos la cena en silencio total, en seguida mandé traer un vino de los más fuertes. Quería que alguien pudiera de alguna forma caer a mi encanto esta noche.

Al final de cuentas acabé siendo cargado por él, yo ya estaba sintiendo mi cabeza girar. Ni parecía que yo era acostumbrado a beber.

—Hijo de puta.

Escuché su insulto y acabé riendo.

—¿Te estás riendo de qué? ¿Crees que no tengo coraje de dejarte aquí mismo en frente del restaurante?

Yo sabía que él no podría hacer eso, me está tratando bien por pura presión. Pretendo continuar con eso hasta que él guste de mí, no desisto tan fácil.

1
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play